Ahí, donde no se ve nada, rodeado de oscuridad y sombras, encontró una luz que le mostró otro camino. Ahora está ante un mundo nuevo, una versión de sí mismo por descubrir. Para él ya no es todo melancolía, el 2022 trajo nuevos estados que le abren la puerta a un Seven Kayne que compone desde la alegría. “Estoy muy feliz de mostrarle al mundo que tengo luz interior”, dice.
Amor, felicidad y un cariño por momentos incontrolables, son algunas de las claves que explican la nueva etapa en la vida del artista, que a su vez se refleja en la música. “Esto me estuvo encontrando más en el último momento, quizás en los primeros cuatro años era todo triste, pero ya será un equilibrio, igualmente dejo que mi corazón me guíe. A veces me sigue pasando que salgo a componer desde un lugar oscuro, un poco más melancólico, un poco más emocional, y otras veces sale un poco más arriba, contar que estoy más feliz”, explica el cantante que se prepara para sus shows del 7our en Córdoba y Rosario el 16 y 17 de septiembre, respectivamente.
Y si bien este nuevo Seven Kayne se forjó luego de todo un largo proceso, el mismo se puede ver claramente en su último tema “NO SÉ XQ”. Más brillante, alegre y hasta contagiando ternura, el artista mostró un lado b poco usual hasta el momento, en una canción que refleja su relación con su novia, Mili Viado.
“Esta es la segunda canción que saco así, seguida, que no es triste, y no viene de un lugar súper oscuro en mí. La escribí en un momento full enamorado cuando me fui a Estados Unidos el año pasado y ahí, después de conocerla, me quedé medio loco. Es así como la primera que saqué, que es ‘Eso que tenés’, que habla muy bien de esta persona que me hace tan bien. Fue encontrar a este Seven full enamorado y decir: ‘¡Fua, vos también tenés cosas para decir, vamos a dejar que las digas!’”, cuenta el joven, Joaquín Cordovero, mientras habla con Teleshow.
Su último trabajo no solo reafirma una nueva versión de sí mismo sino que también un salto a otros géneros: del trap y el rap al pop. Sin embargo no fue una decisión fácil, ya que dejar el confort de un estilo muchas veces provoca cierta inseguridad, así lo relata Seven Kayne: “En este proceso descubrí que dejar fluir la música es mucho más importante que pensar qué es lo que mi mente quiere hacer. Tengo que dejar que el corazón haga lo que tenga que hacer y lo digo en cuanto al ritmo, porque ahora me estoy volcando a ritmos más poperos, quizás más pop-rock. También hemos hecho pop-punk, y vamos a ir para ese lado, pero encontré que en esos lugares me fluye y eran cosas que quizás antes no me abría y decía: ‘No, vamos por trap, vamos a hacer esto, quiero rapear’. Así fue hasta que me sentí logrado en eso, ahí me abrí a hacer otros ritmos y volvió a fluir la música de una manera que hace rato no lo hacía, así que ahora estoy escribiendo y componiendo a lo loco”.
Parte de esa búsqueda, de esa introspección, pudieron ver sus fans el último 7/7, día simbólico y trascendental para el joven y en el que también presentó “NO SÉ XQ”. Días antes las redes de Kayne solo mostraban una fecha y un lugar, a modo de pistas para seguidores, quienes ese día se encontraron con un evento especial que reunía objetos de gran significado. A modo de recorrido por un museo único, el lugar estaba decorado con las últimas camperas que usó el cantante, entre ellas la de su presentación en Lollapalooza, famosas guitarras y más.
Afuera, cientos de chicos hacían fila para entrar. En sus manos ya tenían listos sus celulares para retratar el momento y grabar cada esquina del lugar. Luces, instrumentos, posters, la Seven manía se vivía con todo y el punto cúlmine se dio con la llegada de la noche. El músico apareció en el lugar para sorprender a todos los que habían participado de la fecha especial. Arriba de un escenario improvisado Kayne interpretó algunos de sus hits como “DAME LOVE” Remix, “737″ y “NO SÉ XQ”. “A partir de ahora, todos los años, no se pueden perder esta fecha. El próximo 7/7 quiero que sea inmenso, que se corte la calle, que se entere el país entero, que sepa el mundo entero, más quilombo de lo que fue hoy que ya cortamos un par de calles, que se corte la 9 de julio la próxima (risas)”, dice el joven de 22 años.
Pero además de su proyección y deseos para esta fecha especial, el artista explica por qué este número se volvió tan importante en su vida. No tiene que ver con su gusto o la numerología, sino que cobró gran valor con el correr del tiempo: “Es un número mágico, maestro, un número espiritual que tiene muchos significados, los cuales uno puede ir buscando e identificándose. Yo en lo personal siento que es algo que me eligió a mí, más que yo elegirlo a él. No es que yo me busqué todos los significados y dije ‘uh, el siete es el que me gusta’. En la primera competencia que fui me anoté como Seven porque me gustaba el nombre así y me quedó para toda la vida. Así que ahora el siete es mío y yo soy del siete, es un poco y un poco (risas)”.
La adrenalina, los gritos y la música contrastan con la calma del ‘otro’ Seven Kayne. Él permanece inmóvil, su respiración es lenta y su ojo izquierdo revela el 33 tatuado sobre el párpado. Su mente no está atada a nada, pero si quiere puede ir a cualquier lugar. Ahí, cuando los parlantes callan, las pulsaciones bajan y la paz y el silencio se adueñan de su mente, él encuentra un momento para meditar.
“Sigue siendo una prioridad en mi día a día, es lo primero que hago al despertarme. Varío el tiempo, depende los días y que tanto hay en mi cabeza, si puedo sentarme y meditar cinco o diez minutos o hasta 20, pero siempre es uno de esos tres ‘timings’. Es para sentarme y acomodar la mente, los pensamientos y arrancar el día con las cosas claras. En ese estado me siento y no hago nada. Realmente no hago nada e intento que mi mente no haga nada, pero no la fuerzo, si quiere hacer algo la dejo que lo haga. Solo dejo que sea y veo qué está pasando”, detalla el cantante que colaboró con artistas como Bizarrap, Duki, Tiago PZK, Khea, Bhavi, Ecko y Eladio Carrion.
Ahora, se concentra en sus próximos desafíos. El foco no está solo sobre su performance en los escenarios, sino que también se centra en todos los aspectos posibles para ser un mejor artista. “Seguir implementando y hacer cada vez más partícipe a la banda, no solo en los vivos sino también en las canciones y lograr que eso sea un ciclo. Salir a tocar las canciones full con la banda y que sean esas las versiones. A mi me encanta cómo estoy expresándome con la guitarra y sumándola a mis canciones, así que creo que ese es el próximo paso, que ya la gente empiece a reconocer eso en mi”, resalta Seven Kayne.
- ¿Con qué artista quisieras hacer una colaboración?
- Y vamos a manifestar la colaboración con Aitana porque hace estos ritmos que tanto me gustan. Su álbum 11 razones me encantó y me inspiró mucho para seguir volcándome en estos ritmos y decir ‘me parece que quiero ir por acá, que no me importa otra cosa’. Aitana, que onda, estamos acá en Argentina, tocando la guitarra, haciendo rock and roll, un poquito, copate, dale.
- ¿Qué descubriste en este último proceso?
- Lo que me llamó de esos géneros es que era la música que yo escuchaba de chico y dije quiero tener más llegada, quiero expandirme, quiero ser un artista más completo, era lo que me llamaba desde adentro y terminó resultando en eso. Dije, ‘me parece que quiero empezar a hacer nuevos ritmos, ok, hagamos la música que yo escuchaba de chico, que eso me encanta y era la que vibra en mí, la que sigo escuchando y demás’.
- ¿Cambiaste parte de tu música de la mano de tu guitarra?
- Hace poco fue este gran cambio de visión, de decir, ‘voy a volver a agarrar la guitarra, empezar a tocar la música con la que conecto por ese lado’, y no solo por el lado del rap y de las barras, de los acotes y de los punchlines, si no ir más a lo emocional y más a lo que transmite, que es lo que más me está tocando por dentro hoy en día. Eso es lo que quiero transmitirles a los demás y creo que con mi guitarra tengo una facilidad para hacerlo.
- ¿Cómo son ahora tus momentos de componer?
- Es full volátil, es lo que sienta en el día, en el momento, la hora, el segundo. Componer lo hago en cualquier estado, porque eso para mi, es descargar y mi música empieza por ahí. No está pensada, onda , ‘ok, primero hagamos esto para que suene la fórmula y demás’, solo salgo a decir lo que tengo para decir. Si por un rato no tengo nada para decir me quedo callado y dejo que la música hable, eso es lo más importante.
- ¿Qué necesitás para hacer tus letras?
- El momento de componer siempre es en solitario, las primeras canciones que escribí, ‘Si te lastimé’, ‘Lento’, eran cuando se iban todos de mi casa. Si había alguien en mi casa no me fluía eso, entonces cuando se fueron todos salía. Después cuando me mudé con amigos era más o menos lo mismo, cuando no estaban ahí pasaba, y ahora que estoy viviendo solo es 24/7 la máquina funcionando. Después de eso en el 2020 me mudé solo, empezó la cuarentena y ahí comencé un proceso de conocerme a mí mismo, de interiorizarme, de un poco más de introspección y la música creo que demostró lo mismo. Así como yo me iba conociendo más y yendo más profundo, mis letras se volvían más profundas y llegaban a otros lugares que ni yo conocía.
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