Las hermanas Milagros y Ana Oviedo llegaron a las audiciones a ciegas de La Voz Argentina llenas de ilusiones. “Muchas veces no nos entendemos en otras cosas, pero en la música sí”, dijeron las participantes oriundas de Mendoza en el backstage. Y se pararon en el escenario del reality de talentos de Telefe dispuestas a lograr que los cuatro coaches, Lali Espósito, Mau y Ricky, Soledad Pastorutti y Ricardo Montaner dieran vueltas sus sillas. Pero adelantaron que, en caso de poder elegir, terminarían optando por la cantante de Arequito o el cantautor argentino-venezolano.
“Lo que vamos a hacer para que se den vuelta es interpretar, tratar de tocar sin tocar. Y disfrutar”, comentaron de manera enigmática. Lo cierto es que, apenas comenzaron a cantar una innovadora versión que mezclaba el clásico Piel Canela, de Bobby Capó, con Tutu, de Camilo Echeverry, tanto el intérprete de Cachita como La Sole se giraron con la intención de sumarlas a sus respectivos teams.
Fascinado, Montaner les indicó: “Me encantó esa versión que hicieron, esa mezcolanza fue espectacular”. Y aseguró que se la iba a hacer escuchar a su yerno, el esposo de su hija Eva Luna, que quizá no la conocía. “Es muy original, sentí que era muy distinto”, agregó su hijo Mau, con el aval de Ricky.
Las hermanas, enseguida, contaron que cantaban profesionalmente juntas desde el año 2020, cuando desde la intendencia de su ciudad, Rivadavia, las habían convocado en plena pandemia. “Nos habían escuchado cantar juntas pero nos dijeron que querían que cantáramos como dúo”, explicaron. Y señalaron que habían decidido adoptar el nombre artístico de Dúo Marcapiel, para luego hacer unas estrofas de Soy pan, soy paz, soy más de Piero.
Lo cierto es que, a la hora de elegir equipo, las participantes no dudaron en señalar a Pastorutti, que de esta manera completó su team. Feliz, la intérprete de A Don Ata se acercó a ellas con dos ponchos, uno en cada mano, y cuando se los entregó les dijo: “Un poncho para cada una. Quiero que revoleen el poncho para ver como se veían la Sole y la Nati cuando arrancaron”. Pero se sorprendió cuando las participantes le dijeron que no sabían hacerlo.
“Es lo primero que tienen que aprender”, comentó entonces la cantante, que recibió el apoyo de sus compañeros de jurado. Y explicó: “Yo soy una laburante. Yo nunca te digo que no, ¿eh?”. Acto seguido, la Sole les mostró cómo se agarraba con firmeza el poncho, para luego revolearlo sobre la cabeza. Y se puso a cantar el tema dedicado a Atahualpa Yupanqui que la hizo famosa para que ellas pudieran practicar.
Sin embargo, al ver la performance de las hermanas, Pastorutti les dijo que iban a tener que “tomar la sopa” para poder hacer ese movimiento. “Clase de revolear el poncho”, dijeron ellas divertidas. Y Montaner les advirtió: “Mañana no van a poder mover los brazos”. “El poncho pesa...”, agregó Mau, mientras las muchachas iban a reunirse con su familia.
Ya con su equipo completo, la Sole reflexionó: “Necesitaba un dúo porque ya tenía uno, y la verdad es que a mí me gusta pensar las batallas un poquito más balanceadas. Y me parece que, cuando hay un solista y un dúo, no se da. Estoy pensando, no sé si va a terminar así... Pero el repertorio me pareció extraordinario y la forma de cantar me pareció interesante. También recordé mis comienzos”.
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