El sábado por la noche Marcela Feudale dijo presente en PH, Podemos hablar, el ciclo que conduce Andy Kusnetzoff en la pantalla de Telefe. La locutora recordó sus inicios en los medios de comunicación, derramó lágrimas cuando recordó a su padre, y también hubo momentos para repasar historias de amor. Con su estilo frontal y la sensibilidad a flor de piel, explicó los motivos detrás del bajo perfil que cultivó en su vida sentimental, a pesar de las tres décadas de trayectoria que acumula en los medios de comunicación.
Pachu Peña, Ronnie Arias, Soledad Solaro y Guillermo Favale también dieron un paso al frente cuando el conductor pidió que se acercaran “los que conocieron el desamor”. La consigna de caracter casi universal generó una charla sobre los flechazos de Cupido y las desilusiones que sufrió cada uno. “El tema del amor me parece que nos atraviesa a todos de una manera muy particular en la vida, que te cambia siempre”, dijo en un comienzo Feudale, quien no dudó en hacer una excepción y tomar iniciativa.
“Nunca me fue bien con las parejas, pero creo que si bien es cierto que no emboqué por ahí con las personas que debería haber embocado, era muy romántica y yo creía que todo tenía que ser perfecto”, reveló. En este sentido, remarcó que en cada relación que comenzó puso altas expectativas sobre el futuro, que se fueron derrumbando con el correr del tiempo. “Era una exigencia tremenda para mí y para el otro también, entonces cuando pasaba una mínima cuestión ya estaba pensando que no funcionaba, que no era para mí”, explicó.
“Tuve varias parejas, soy heterosexual, lo aclaro”, expresó, y Ronnie comentó con complicidad: “Siempre fuiste muy chonguito, que era la manera de sobrevivir en esa época”. Feudale coincidió con esa afirmación, y rememoró algunas de sus experiencias laborales: “Tuve que acostumbrarme a ser ‘machorrita’ porque el medio me lo exigía; trabajé en la Rock & Pop y era machirula 100%, éramos dos mujeres y 44 varones, qué iba a hacer”.
Volviendo al terreno amoroso, aseguró que no fue un camino de rosas, y que eligió el hermetismo para separar su faceta profesional de la personal. “Me costó mucho el tema de las relaciones porque tenía un compromiso muy grande con mi carrera y yo quería trabajar”, profundizó. “Vengo de una época donde la mujer elegía o la casa, la cocina, o trabajar, todo junto no se podía”, sentenció.
“Estabas criado de esa manera, y romper esas matrices que nos habían metido en la cabeza era tremendamente difícil”, completó. Kusnetzoff quiso saber si sentía arrepentimiento por las decisiones que tomó a lo largo de su carrera, y los aspectos que priorizó. Sin vueltas, la locutora le contestó con un contundente reflexión: “No, porque tuve una vida plena, he tenido amantes, no tengo problema en decirlo”.
Impactado, el conductor le preguntó si había tenido algún romance con alguien comprometido o casado, y Feudale asintió: “Sí, pero no eran famosos porque yo nunca salí con famosos”. Luego puntualizó los dos momentos en que sintió que estaba profundamente enamorada, y donde el sentimiento fue tan potente que no se dio cuenta hasta qué punto se había involucrado. “Cuando tenía 18 años amé con todo mi ser, y él me amaba a mí de una forma... no sé si fue porque era el primer gran amor, pero después recién a los 31, y ahí sufrí mucho; fue muy doloroso para mí separarme”.
Anteriormente, cuando repasó la experiencia de haber sido la voz de ShowMatch, reconoció que fue descubriendo sus virtudes y defectos. “Creo que la confianza en mí misma a veces me jugó malas pasadas, porque confiaba en mí pero no en la gente, ese era el problema, y también me pasó en mis relaciones eso mismo”, analizó.
Por último, habló sobre la maternidad y expresó: “Nunca quise ser mamá, me acuerdo una vez cuando lo dije en un programa de Mirtha Legrand y fue un escándalo”. “Ahora no tendría un hijo porque yo soy una persona mayor, y me parece un acto de egoísmo absoluto porque cuando tenga siete años yo no sé si tendría ganas de llevarlo al colegio, de atenderlo; son otras edades, de otra vida, que es más para los 30 o los 40″, concluyó.
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