En las últimas horas trascendió la triste noticia de la muerte de Antonio Ibáñez. El actor, modelo y pintor español falleció a los 34 años, a raíz de un cáncer con el cual fue diagnosticado hace poco más de un año.
“He luchado con todas mis fuerzas pero no he conseguido ganar esta batalla. Tenia muchas ganas de vivir y seguir creando arte. Aun así, podréis ver, sentir y tocar mis energías más puras en todos mis cuadros. Allí os podréis perder en mi alma linda y generosa”, se comunicó a través de sus redes sociales oficiales. Y junto al posteo, se adjuntaron algunas fotos del actor, que fue parte de reconocidas series como Aída y El ministerio del tiempo.
A pesar de su juventud, Antonio ya tenía un largo recorrido en el mundo artístico. En sus comienzos, fue modelo de grandes marcas y luego se hizo un lugar en la televisión. Su primer papel importante fue en la ficción Arrayán, donde interpretó a Santiago, y luego le seguirían otros roles en éxitos como La que se avecina. Además, recientemente se lo pudo ver en The Dancer, un reality show de baile. En tanto, también era un apasionado de la pintura, arte que mostraba asiduamente en su perfil de Instagram, donde tenía casi 30 mil seguidores.
Fue en julio del año pasado cuando Ibáñez comunicó que le habían encontrado un linfoma. “Otra etapa en mi vida. Hace un mes, un líquido recorre mi cuerpo para curarme. También creció esa incertidumbre de la que te haces amigo; muy diferente a la que yo como actor y pintor decía que casi siempre me acompañaba”, había comenzado su texto. Y continuó: “Miedo, al principio. Hoy ya no lo tengo, quizás habrá algún día que sí, no lo sé... Lo que sienta, lo dejaré estar y lo abrazaré. Pasan los días y todo está más en calma, en paz... controlado, ya sé de qué va esto y a lo que me enfrento. Linfoma”.
En ese sentido, había contado cómo eran sus sensaciones: “Me entraron unos nervios que recorrieron mi cuerpo (parecían interminables) como cuando un relámpago o trueno atraviesa el cielo. Casi me meo encima. Quimio. Las imágenes del amor de mi vida, mi mami, mi padre, mi hermana, mis amig@s, de los rodajes, pintando en el estudio, los compis de clase, castings… Me pasaron por la cabeza como si de un tráiler se tratara. No le pude dar a “Saltar Anuncio”. Apareció ese tipo de “egoísmo” de por qué a mí; supongo que normal en este proceso”.
“Llevaba tiempo aprendiendo a vivir en el ahora, a veces es difícil, sí, ¡pero probadlo! Todo esto me reafirma que en la vida las cosas son como son, pasan porque tienen que pasar. Las experiencias te preparan para muchas cosas; para ésta por ejemplo, no tanto!”, había reflexionado. De todas formas, se había mostrado esperanzado: “Pero estoy con más fuerza que nunca para afrontar esto y todo lo que venga ¡me encuentro muy bien! Con valentía, con una energía que se ha apoderado aún más de mi cuerpo, mente y alma. Sinceramente esto no me hacía falta para valorar todo lo que tengo, siento, quiero y disfruto en la vida. Aún así sigo aprendiendo”.
Por último, había cerrado su extenso posteo con unas sentidas palabras: “No os toméis nada tan en serio. No dejéis el ya te llamo pa’ mañana. Ni ese café. Ni la cita que tenías hace semanas. Si sientes decir te quiero hazlo ¡Qué más da! ¡Volveros locxs por y con vuestros sueños, llevadlos al extremo! ¡Luchad por ellos! Ya sabemos que el “no” ya se tiene, pues pa’ lante y que nos quiten lo bailao’ ¡Disfrutad como si no hubiese mañana!”. “P.D. Incluid una dosis + de AMOR en to’ lo que hagáis ¡Probadlo! Ya me contaréis”, agregó.
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