Este jueves Guillermo Coppola se sentó en el living de LAM (América) con Ángel de Brito y sus “angelitas” para dar una profunda entrevista en la que tocó distintos momentos de su particular vida. Claro, gran parte de la charla se la llevó su vínculo con Diego Armando Maradona.
“A Diego se le acercaba mucha gente, mucha gente. No te digo que era fácil estar con él, porque era muy difícil manejarlo a él, en su vida intima, personal. En su vida profesional, a mi no me resultaba nada complicado. Esperaba el llamado: te llamaba (Silvio) Berlusconi, los tipos más poderosos del mundo... Enzo Ferrari le pintó un auto de negro. Juan Pablo II le dio una audiencia en 72 horas... ¡Juan Pablo quería conocer a Diego! La realidad es esa”, recordó el representante.
“¿En qué momento te cansaste de Maradona?”, le preguntó el conductor. Y Guillote no dudó: “En Cuba. Yo me fui de Cuba. Me cansó que no nos respetábamos”. Para darle contexto al punto de quiebre, recordó: “Fue después de un cumpleaños stone, duro, 30 de octubre de 2003. Noche dura. Discutimos mucho. Los chicos de Sin Casette, un programa de TyC Sports que hicieron una nota con él con una camiseta de rugby, en un carrito de golf, estuvieron y presenciaron discusiones duras”.
“Me querés cagar el cumpleaños”, dijo Coppola que le dijo Diego. “Y yo no quería cagarle el cumple, yo quería las cosas un poquito más prolijas en esa noche. Me encerré en el cuarto, a él le molestó. Cosas de amigos. Nos amábamos, nos amábamos. Al otro día le pedí hablar. Y el 1ro de noviembre nos encontramos en el campo de golf y nos separamos”, agregó.
“Fue una novela. Y ahí nos despedimos: ‘Yo te voy a amar toda la vida’. ‘Yo también’, nos dijimos. Le expliqué cual era. ‘Diego, dejás la puerta abierta...’”, cerró Guillermo.
Como si algo le faltara al guion de su impactante vida, esta semana el empresario sufrió un gran susto y una nueva anécdota para aportarle a la trama. Justo cuando la biopic que se emitirá por Star+ empieza a cobrar forma, el histórico representante de Diego Maradona fue impactado de manera casual por un proyectil que impactó en su cabeza mientras circulaba por la vía pública.
El hecho ocurrió el lunes pasado en horas de la tarde, cerca del domicilio de Coppola. Las imágenes fueron captadas por las cámaras de seguridad y difundidas en Intrusos (América). Allí se lo ve al empresario caminando por la vereda dirigiéndose a una reunión, cuando una adolescente lo reconoce y le pregunta si se pueden sacar una fotografía. Guillote frena, vuelve sobre sus pasos y accede al pedido en la clásica pose, abrazando a la ocasional fan y posando en modo selfie.
En ese momento, se ve cómo Coppola se desploma y casi cae al piso, producto del impacto de un proyectil en su cabeza. Aunque rápidamente logra incorporarse, se lo ve conmocionado por unos segundos y mirando hacia el cielo en busca de una explicación, hasta que se pone en guardia. Según el relato de Marcela Tauro, panelista del ciclo y compañera de Coppola en No está todo dicho por el aire de La 100, “lo primero que él pensó es que la chica le quería robar, que le estaba haciendo el cuento del tío”, relató.
“Ahí nomás sale el encargado del edificio y empieza toda una investigación”, explicó la periodista, mientras las imágenes mostraban un improvisado cónclave en la vía pública entre los protagonistas de la historia: Coppola, la chica, y Miguel y Eduardo, quienes recién habían salido de la portería al escuchar los gritos. En ese momento, Tauro terminó con el misterio del proyectil: “Era un palo con el que juega un perro del edificio. Del piso quinto, se le cayó el palo y le dio en la cabeza. Lo lastimó, eh”, concluyó Marcela, que finalizó su relato con una sonrisa ante lo que había sido una desgracia con suerte y enviándole un saludo a su compañero de radio.
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