Jorge Cacho Fontana murió a los 90 años, minutos antes del mediodía de este martes 5. Se encontraba en la Clínica Interplaza, el hogar en el que se alojaba desde hace tiempo, según le confirmaron a Teleshow desde su entorno. Esta noticia generó mucha tristeza en el mundo del espectáculo ya que era considerado uno de los referentes más importantes de la radio y la televisión en la Argentina.
Desde que era un niño, sentía una enorme admiración por los locutores y a los 17 años comenzó a dar sus primeros pasos en este medio. “Norberto Palese (su verdadero nombre) era un chico que comenzó a soñar con algo que después fue su profesión y con la inocencia de aquellos tiempos. Uno que eligió con una ilusión la posibilidad de llegar a algo más de ser un oyente de radio. Uno que se enamoró de la radio...”, recordó el conductor en una entrevista realizada por Ana Gerschenson en el ciclo Vidas de radio de Radio Nacional.
Durante la charla, reveló que en su infancia solía practicar en su casa el oficio de comunicar: relataba partidos de fútbol y repetía frases de comerciales con un cepillo que simulaba ser un micrófono. Su debut fue de la mano de su amigo, Luis Roberto González Rivero, más conocido como Don Riverito. “Ocho tenía un programa de radio que se llamaba Peña de tango y me invitó para que hiciera los comerciales. Eran los sábado en Radio del Pueblo, fui e hicimos el primer programa. No fue fácil”, manifestó.
Así comenzó a trabajar en este medio, sin saber que cambiaría el estilo de locución en la Argentina. “La radio es familiar, es la radio del pueblo y de la gente. La radio era una compañía tan necesaria en el silencio que había en esos tiempos. Estamos hablando del comienzo de la vida de uno y de la vida de la radio. Yo recuerdo lo que era en mi casa escuchar la radio, escuchábamos a Luis Sandrini con la radio puesta en la cama de mi padre”, explicó Cacho. Años más tarde, Sandrini se convirtió en su colega y un día lo invitó a su casa en Barracas para que conociera a su mamá: “Mi mamá estaba en la cocina y yo le presenté a Sandrini. Ella lo miró y dijo: ‘No puede ser, no es él. Me están dando un gusto’. Le parecía imposible el traslado de ese hombre a Barracas”.
Luego, recordó el éxito de Fontana Show, el inolvidable ciclo que duró 16 temporadas. Para realizar este mítico programa contaba con la ayuda de importantes autores que escribían los guiones, como Abel Santa Cruz, Alberto Migré y Hugo Moser. Mientras hacía este ciclo, se divertía con sus compañeros de Radio El Mundo y poco a poco, empezó a buscar su propio estilo en la conducción: “Nos empezamos a soltar, a ser caraduras reales. En aquel tiempo se disimulaba, éramos más acartonados, menos cómicos, nos disfrazábamos de personas que eran mejores de lo que realmente éramos”.
Por otra parte, cuando Ana le preguntó qué opinaba de la radio de ese momento, Cacho le contestó: “Está en manos de mucha gente que tiene sus mensajes, su actualidad, se está viviendo de una óptica particular que tal vez no se a la mía, pero me corresponde ubicarme en el lugar donde transcienden los hechos. Este medio es muy ingrato, pero me dio muchas satisfacciones. Parece mentira que todavía me recuerden con tanto cariño y afecto, es algo muy gratificante”. Por último, reconoció que se sentía feliz con lo que había logrado con su trabajo en este medio.
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