María Sol Moreno, una joven de 18 años oriunda de San Martín, Mendoza, llegó a las audiciones a ciegas de La Voz Argentina abrumada por los nervios. “Nunca creí que iba a entrar, estoy muy ilusionada”, dijo en el backstage de presentación. La participante había llegado a los estudios del reality de talentos de Telefé acompañada por su mamá, Patricia, y su papá, Marcos, quienes contaron que era “una artista nata”. Sin embargo, al momento de pararse frente a las sillas del jurado compuesto por Lali Espósito, Mau y Ricky, Soledad Pastorutti y Ricardo Montaner, la muchacha no pudo controlar su inquietud.
“Mi audición va dedicada a mis papás, ellos son mis pilares y quienes me han apoyado en este tiempo y quienes me dan fuerza”, señaló María Sol. Y respiró profundo antes de abrir la puerta que la llevaría al centro del escenario. En ese momento, la joven tenía el micrófono abierto pero no lo sabía. Así que los coaches pudieron escuchar lo que se decía a sí misma antes de salir a escena, aunque esto hubiera resultado imperceptible para la pantalla.
La joven cantó el tema Mi buen amor, de Mon Laferte. Y, aunque todos los integrantes del jurado la escucharon con suma atención, ninguno de ellos volteó su silla para pedir su voz en su equipo. Y la decepción se hizo evidente en su rostro. Sin embargo, la intérprete de Disciplina enseguida tomó la palabra y dijo unas palabras que hicieron cambiar el semblante de la muchacha.
“Mirá Sol, te voy a decir algo, antes de que empezaras a cantar pasó una situación”, comenzó diciendo Lali después de preguntarle su nombre a María Sol. Y luego explicó: “Fue que teníamos tu micrófono abierto y escuchábamos tu respiración y escuché que te susurraste: ‘Yo puedo, yo puedo’”. En ese momento, la joven asintió asombrada. Y Espósito continuó: “Quiero que sepas que vos sí podés, ¡claro que podés! Vos podés todo. Este ‘no’ de las sillas no significa que tengas que irte pensando que vos no podés”.
En la misma línea, la Sole le indicó: “Sentí que los nervios te jugaron una mala pasada. Esa respiración agitada que escuchamos antes del ‘yo puedo’ pasa siempre en una primera canción y en un momento así, cuando parece que todo se acelera y se te seca la garganta”. Y luego le hizo una explicación técnica de lo que lo que le había sucedido: “La dificultad más grande estaba en las notas más bajas, pero arriba estuviste muy bien”.
Para terminar, la folclorista afirmó: “Yo adhiero a lo que dice Lali sobre ese ‘yo puedo’ con el que me sentí muy identificada. Vos fuiste valiente porque estuviste ahí arriba del escenario”. Y, antes de que la joven abandonara el estudio, Espósito se levantó de su silla y corrió a abrazar a María Sol para felicitarla por haber estado en el certamen y alentándola para que lo volviera a intentar. “Ese mantra, ‘yo puedo’, te lo tenés que repetir todos los días”, le dijo en concordancia con la Sole. Y tanto Montaner como sus hijos estuvieron de acuerdo con ellas.
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