Wanda Nara suele aprovechar el verano europeo y el receso futbolístico que tiene su marido, Mauro Icardi, para viajar por el mundo. Primero, se fueron solos a África, en donde recorrieron safaris, se hospedaron en un hotel de jirafas y visitaron orangutanes. Luego, buscaron a sus hijos y volaron hacia las Islas Maldivas.
Después regresaron a Europa, estuvieron en su mansión de Lago di Como, en la región de Lombardia, y luego en su departamento de Milán, aquel que reformaron y que está ubicado a metros del estadio del Inter, en donde jugaba Icardi. Desde allí, la empresaria mostró en sus redes sociales que estuvo en un shopping haciendo compras: un par de zapatos negros con taco aguja, de color negro y de charol.
Más tarde, de vuelta en su casa, decidió guardarlos en el lujoso vestidor que ha mostrado más de una vez: tiene cinco estanterías que ocupan toda la pared del mismo, en el que tiene exhibidos todos sus pares de zapatos y carteras. Ordenados por marca, color y diseño. En otro sector guarda toda su indumentaria, y también joyas.
En esta oportunidad, cuando quiso acomodar su nueva compra, su hija Francesca –la mayor que tuvo con el futbolista- la acompañó y jugó al popular Tatetí con una letra renovada que hasta sorprendió a su propia madre. “Tatetí, suerte para ti, una abuelita haciendo pis en el medio del jardín, como no tenía papelito se limpió con el dedito. Tatetí… ¡estos!”, dijo cuando finalizó la canción y tomó el par correspondiente.
“¿Francesca qué estás haciendo? ¡¿Qué?!”, preguntó a los gritos Wanda al ver que su hija había seleccionado un par de zapatos según el azar del juego de la niña de siete años, quien de inmediato se los probó y empezó a caminar por el vestidor.
En otra de las Historias, Francesca tomó otro par de zapatos negros, unos iguales a los que la empresaria tiene en su casa de París, y le comentó que cuando no estaba ella los tomaba prestados. “Estos son fáciles”, subestimó y de inmediato trastabilló por la altura del mismo. “¡Ay, me muero, por favor, el taco!”, le pidió su madre mientras seguía grabándola.
Luego la empresaria mostró a cámara cuáles eran los zapatos preferidos de su hija cuando era chiquita: unos estiletos con brillos plateados. “Todavía son mi preferidos”, advirtió Francesca que luego decidió probarse algunas de las carteras de su madre, y otro par de tacos transparentes en punta.
“La velocidad con la que Franchi se prueba todo lo que encuentra en cinco minutos…”, comentó Wanda entre risas mientras enfocaba a su hija que estaba frente al espejo colocándose unos aros de diamantes con los que –advertida por su madre- no iría al colegio. “Son para una fiesta”, le dijo. “Es que voy a una fiesta”, respondió la niña. “¿Qué fiesta? A dormir vas ahora”, replicó la modelo mientras que su hija ya llevaba una pulsera de oro, y vestía un short y una remera animal print.
En otras oportunidades, Wanda Nara ha mostrado como su hija se maquilla y también le usa sus prendas, zapatos, carteras. Le gusta imitar a su madre y se divierte compartiendo más historias juntas.
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