“Ya a esta altura de mi vida, tengo 48 años, la verdad que me costó mucho aceptar quien soy y quien quiero ser. Porque vengo de una familia muy tradicional, tengo muchos mandatos encima, porque soy mina, porque siempre me la banqué sola, soy una mina muy independiente”.
Florencia Peña estuvo como invitada a Perros de la calle y habló de la operación de reducción de lolas que se hizo cuando era una adolescente, y que con el tiempo notó que la podría haber evitado. Lo hizo durante una charla con Andy Kusnetzoff en la que se refirió al feminismo.
“Si bien yo no militaba el feminismo, ni estaba en ghettos feministas, mi estilo de vida era feminista. Nunca un tipo me dijo qué me tengo que poner, qué decir o qué no decir. Alguno que otro trató, pero no pudieron por suerte”, aseguró en el ciclo que se emite por Radio Urbana Play 104.3 y agregó que le “costó aceptar que era una mina sexual”.
En ese sentido, el conductor hizo mención a que la actriz se enfrentó a todo tipo de comentarios sobre su físico en sus comienzos en el medio. “Empezó medio como un trauma tu carrera con la pechocha, ¿no?”, preguntó Andy. “¿Medio nomás? Bastante trauma -respondió Flor- Yo me saqué. Quizás con la cabeza de hoy me las hubiera dejado. Pero en ese momento, no me las podía bancar. No las podía sostener”, dijo sobre la operación de lolas.
“¿Qué es lo que no sostenías? ¿Las miradas de los tipos?”, quiso saber el conductor de PH Podemos Hablar. “La mirada de los tipos ni hablar, porque me ponía remeras para que no se me notara. Yo tenía 16 años. A mí me crecieron las tetas a los 14. Yo siempre cuento, tuve fiebre y me crecieron las tetas. Me lo toman a la chacota, pero esto es real. No es joda. Yo me enfermé, estuve como 15 días en cama. Cuando me levanto, me veo en el espejo y mi vieja me dice ‘Dios mío, te crecieron las tetas’. Tenía dos gomones. Debe haber sido que las hormonas. De verdad, mi mamá se preocupó”, contó la conductora de La Pu*@ Ama, por América.
De igual forma, describió sus sensaciones por aquellos años de adolescencia: “Yo era la tetona del grupo. Y en esa época era horrible. Porque además, todos los pibes querían bailar conmigo para apoyarme los codos. Pero no sólo fue por eso que también era una carga. Fue porque yo quería ser actriz y sentía que no me iban a tomar en serio con las tetas que tenía. De hecho, en Son de Diez, a los 16 años yo era la pechocha, que era una mezcla de preciosa con pechos. El apodo me lo puso un actor, Luis Mazeo, que ya no está, se murió. Me lo puso inocentemente el apodo y quedó porque el programa medía 45 puntos”.
Entonces, cuando tenía 18 años tomó la decisión de operarse. “No podía más. No aguantaba más”, explicó y definió aquellos años como “intensos”. “Yo venía ya soportando desde los 14 una cuestión escolar que hacía que yo no me sintiera cómoda. Y la terminé de rematar cuando me hice mega famosa por las tetas. He escuchado cosas siniestras. ‘Ahora que se operó las tetas no va a trabajar más’. Era un montón”, agregó la actriz.
Por su parte, aseguró que sintió “alivio” luego de la operación. “Era algo que me distinguía y yo tuve que trabajar con mi cabeza y en terapia que yo podía ser distinta por otras cosas. Que no necesitaba las tetas para ser. Me hubiera gustado hacer ese trabajo mental sin habérmelas sacado, pero era otra época”, destacó y recordó que por ese entonces estaba de novia con el actor Diego Olivera, actual marido de Mónica Ayos.
“Mi familia bancó porque me vieron muy contundente en mi necesidad de sacármelas porque de verdad para mi era una carga. Ahora con el diario del lunes, digo ‘qué pelotuda’. A veces uno piensa la vida para atrás con la experiencia, pero en ese momento no tenía esa cabeza ni ese tránsito. Hoy diría otra cosa: ‘tengo tetas re grandes y me la re contra mil banco’ como hago con otras cosas que hago y digo”, reflexionó y concluyó Florencia Peña.
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