El viernes a la mañana Flavio Mendoza estalló en sus redes sociales contra la producción de un programa de televisión por un pedido que le hicieron para concretar una entrevista. El director teatral publicó una serie de mensajes en Twitter, donde tiene un millón de seguidores, para exponer el motivo de su enojo. Horas después, la panelista Pía Shaw reveló en LAM (América) que sus posteos hacían referencia al entredicho que mantuvo con el ciclo A la Barbarossa (Telefe), bajo la conducción de Georgina Barbarossa.
“Me invitan a un programa y casi una imposición llevar a mi hijo para hacer la nota, y al no llevarlo los planteos de una productora me hicieron sentir horrible y me fui”, expresó el artista en la red social del pajarito. Y continuó: “Mi hijo va al jardín y trato que no falte tanto, ya que cuando viajo lo llevo conmigo”. Cada vez más indignado, Mendoza remarcó que aunque Dionisio participó de algunas producciones de fotos junto a él, jamás fue como una obligación, sino como un momento familiar y lúdico, donde formaba parte de las actividades laborales de su papá.
“Es un niño de 4 años”, sentenció, haciendo especial hincapié en respetar la infancia de su hijo. “Pensé que mi carrera, todo lo que el hecho por el arte en mi país y la cantidad de trabajo que doy, tendría un trato un poco más respetuoso hacia mi; y vuelvo a repetir mi hijo no es un juguete, pero parece que para algunas personas un hijo es eso, y eso se llama explotación infantil”, agregó.
Además aseguró que los artistas de su espectáculo quedaron maquillados sin poder salir al aire por el entredicho. “Con todo el esfuerzo que estamos haciendo para este estreno, con miles de ensayos para hacer el mejor show”, se lamentó. Y luego le puso punto final asunto: “Ya hice terapia con ustedes, soy de una época que nos enseñaron a ser felices y yo a mi hijo lo trato de criar con felicidad. Si bien es hijo de un artista, soy como cualquier papá que quiere lo mejor para el un niño de 4 años. A mí no respetes, pero a mi hijo sí”.
En una entrevista con Infobae en abril último, el artista de circo aseguró que de todas sus facetas la que más disfruta es la de la paternidad. “Lo más lindo es que soy papá. Todo eso hizo que fuese lo que quiero ser, papá”, confesó. “Tengo algo cada día más fuerte con él, dejo cosas por él. Me veo criándolo, llevándolo a la escuela, a sus actividades y esperándolo”, proyectó sobre el crecimiento de su hijo.
“Siempre quise tener mi familia, pero tenía miedo. Miedo a esa responsabilidad, a decir ‘ahora las cosas cambian’, pero lo disfruto, es una responsabilidad seria que disfruto”, profundizó. También se había referido al contraste de la crianza que tuvo con la que trata de inculcarle a Dionisio: “A mí me encanta lavarnos los dientes, lavarse las manos, ir al baño y esperarlo en la puerta; son tonteras, pero me encantan, es algo que no me acuerdo haberlo vivido”.
“Yo no me acuerdo que mi papá me haya empujado en la hamaca. No me acuerdo que me hayan hecho run, run con el auto. No me acuerdo porque no sucedía. Somos de otra generación, no nos educaban para ser felices, nos educaban para cumplir mandatos, para hacer lo que se supone que hay que hacer”, sostuvo. Y celebró los cambios: “Por ahí el nene tenía que jugar solo antes, y yo quiero que él sepa que su papá estuvo jugando con él en distintas edades, hasta que diga ‘bueno, papá, dejame, me voy’, porque va a pasar eso también”.
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