Cuando Gloria y Emilio Estefan empezaban sus carreras, era normal verlos tocando en diferentes clubs de la ciudad de Miami, y también en bodas y fiestas de cumpleaños. Cada vez que un joven Andy García los encontraba en un club, aprovechaba la ocasión para tocar las congas con ellos. Eran los 70, y a la influencia latina en los Estados Unidos todavía le quedaba un largo camino por recorrer antes de hacerse sentir.
Por estos días, cuatro décadas más tarde, Gloria y Andy protagonizan la película El padre de la novia, adaptada a una familia de padres cubanos exiliados en Miami. La historia se ha colocado en el estreno más visto de HBO Max en diferentes países de América Latina. En rigor, se trata de la segunda remake de la historia original, estrenada en 1950. En 1991 Steve Martin y Diane Keaton protagonizan una versión que es recordada hasta el día de hoy, y que llevó a tener una segunda parte.
En esta flamante versión, Ingrid (una gran Gloria Estefan, en su primer protagónico en un filme) y Billy (Andy García) se sorprenden cuando su hija mayor, Sofía (Adria Arjona), anuncia que tiene un nuevo novio, Adán (Diego Boneta), y planea una boda rápida. La noticia evita que Billy e Ingrid anuncien que planean divorciarse... Lo retrasan por el bien de la familia.
Con una premisa muy cercana a muchas familias y adaptada magistralmente a los tiempos modernos, en los que no importa si es la novia quien hace la pregunta o si el esposo toma el apellido de ella, esta historia muy latina ha logrado cautivar a la audiencia. Y ha traído a relieve la historia de muchos inmigrantes que luchan por preservar las costumbres de su tierra.
Pero más allá de la pantalla, del suceso de El padre de la novia, e incluso del éxito en el que han convertido sus vidas, a Gloria Estefan y Andy García los une una historia de dolor que los impulsó a salir de su país siendo pequeños.
El inicio
Gloria Estefan llegó a Miami junto a sus padres cuando apenas tenía dos años; Andy García lo hizo a sus cinco años como parte de la operación Pedro Pan, una iniciativa de la Iglesia Católica que transportó a los Estados Unidos a los niños de muchos cubanos que no podían salir de la isla. Aunque eran muy niños, esta mudanza los convertía en exiliados de un régimen político comunista que se había instalado en Cuba el 1 de enero de 1959.
Si en algo coinciden en esa primera ola del exilio, es que ambos llegaron con la certeza que su estadía iba a ser temporal. Con el tiempo se dieron cuenta de que no iba a ser así, y adaptarse a la idea de que no regresarían, ni volverían a ver a sus familiares, les cambió la vida.
63 años después
Lo que comenzó como una pequeña comunidad en un país nuevo, terminaría cambiando el rostro de toda una ciudad, haciendo de Miami un destino en el cual los inmigrantes pudieran sentirse como en casa. La influencia latina se ha hecho sentir en diferentes ámbitos, como en la política y el sector empresarial, pero también la educación, el deporte, la cultura y el entretenimiento.
De allí que la influencia de la música de Gloria y Emilio Estefan fuera más allá de los éxitos de sus canciones. Esta pareja de poder abrió el camino para que figuras como Jennifer Lopez, Shakira, Ricky Martin y muchos otros latinos pudieran triunfar en EEUU.
Andy García comenzó su carrera en la primera serie bilingüe que se vio en el país en los años 70; todavía se siguen transmitiendo los capítulos de aquella época. De allí saltó a Hollywood: Brian De Palma le dio la bendición al hacerlo parte de Los Intocables, al lado de Kevin Costner, Robert De Niro, Sean Connery y un elenco de lujo. De allí muchas otras películas, como El Padrino III, nada menos, junto a Al Pacino. Otros títulos: Ocean ‘s eleven, Mamma Mia y su más querida y cercana a Miami, El padre de la novia.
Estos amigos que siguen peleando por la libertad, Gloria y Andy se unieron en esta historia para mostrarnos que como latinos compartimos mucho más de lo que tal vez nos hemos dado cuenta. Espero que el sueño más antiguo que ellos tienen, se les haga realidad muy pronto.
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