Fue una escena romántica. En medio de su debut con La Noche del Domingo por América, Mariano Iúdica recibió en el estudio a su esposa, Romina Propato. E intentó generar un momento de intimidad como para que la bailarina pudiera expresarle algunas palabras de aliento. Sin embargo, el conductor se desconcertó al escuchar el particular reclamo que la mujer tenía para hacerle.
“Hola ma”, le dijo Iúdica a Propato cuando la vio detrás de cámara. Enseguida, la saludó con un beso y se emocionó mientras el sonidista musicalizaba el encuentro con el tema Tan enamorados de Ricardo Montaner. Entonces le pidió a Romina que lo acompañara a un costado para poder conversar más tranquilos. “Estoy muy nervioso. ¿Cómo lo viste?”, le preguntó mientras le pedía al maestro Mario Marzán que tocara algo en su teclado para ponele clima al momento.
Lo cierto es que la bailarina le advirtió que iba a decirle la “verdad” y confesó: “Veníamos viéndolo desde el auto en el teléfono porque no llegábamos a la apertura para verla en vivo”. Entonces, mientras Barby Franco y Silvina Escudero le pedían que “chapen”, Mariano tomó de la mano a Propato y siguió recorriendo el piso en busca de intimidad.
“Necesito que me des tu apreciación, fuera de joda”, siguió Iúdica mientras sus compañeras elogiaban a la bailarina. Y luego le pidió que fuera sincera en su opinión y le dijera cómo lo había visto. “Muy contento”, le respondió ella. “Me salió una frase muy linda que es: ‘Están cantando los ángeles’”, reconoció Mariano, recordando lo que había dicho en la apertura. “Sí, la escuché. Y bueno, seguramente”, siguió Romina.
Sin embargo, convencido de que no todas iban a ser rosas, Iúdica advirtió: “Ahora viene el lopa”. “No, ¿por qué?”, dijo Romina. “Porque te conozco”, le retrucó Mariano. “Te juro que tengo cosas buenas para decir”, señaló entonces la bailarina, frente al asombro del conductor. Pero Mariano no se quedó conforme con eso y buscó aún más intimidad en otro rincón del estudio.
Entonces, el conductor hizo silenciar al pianista para continuar la charla. “¿Querés que te diga algo malo?”, le preguntó Propato. Mariano dijo que no, pero le consultó si lo había visto bien con el look. “Me gustó, saliste de diez”, le dijo ella. “¿Por qué viniste?”, indagó él. Y Romina se sinceró: “Me invitaste tarde, muy tarde. Esa es la única cosa que no está tan buena”. “Yo pensé que no ibas a venir...”, se defendió Iúdica. “¿Sabés a qué hora me invitó? A las seis de la tarde”, protestó la bailarina dirigiéndose a la producción.
“Yo dije: ‘No debe querer en esta ocasión’”, comentó Propato. Pero Mariano, sin poder ocultar su cara de enamorado, le respondió: “No, hoy sí quería”. “Y, pero te acordaste un poquito tarde...”, dijo Romina sin querer dar el brazo a torcer. En ese momento, él la miró a los ojos y le expresó su felicidad diciendo: “Gracias por venir”. “¡Faltaba más!”, le contestó ella divertida. Y ambos se besaron mientras se fundían en un abrazo.
Al abrir su programa, Iúdica recordó al creador del ciclo, Gerardo Sofovich, y le agradeció a su hijo Gustavo que fue el encargado de reeditar este clásico. “Es un ejemplo de vida”, comentó sobre el productor. Y allí, después de mencionar a las autoridades del canal que le dieron su apoyo para encarar este desafío, el conductor dijo la frase que luego le repitió a su esposa: “Están cantando los ángeles”.
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