Desde que Emily Lucius ingresó a El Hotel de los Famosos surgió un incipiente romance con Martín Salwe, que la noche del jueves avanzó a paso firme con una ceremonia de tradición judía donde celebraron su amor. En un principio iba a tratarse de una boda, tal como fue en el caso de Sabrina Carballo y Maximiliano Chanchi Estévez, pero ellos decidieron que no estaban de ánimo para algo así, y optaron por una fiesta junto a sus compañeros. Los nueve participantes pasaron un momento lleno de baile y alegría en medio de la tensión que reina por estos días en el reality de El Trece.
El miércoles la influencer ya había tenido la prueba de vestidos con Pampita Ardohain. “Me siento la amiga de la novia, como en esos programas de diseñadores”, confesó la conductora, mientras que Emily prefirió que la llamen “la anfitriona” porque no sentía que fuese el momento de pasar por el altar. Luego de desfilar cinco opciones distintas, eligió el outfit que más le gustó junto a los accesorios, y dejaron todo listo para la ocasión.
El gran día llegó y empezaron con el pie izquierdo. “Me arrepiento del vestido que elegí, quiero el corto ahora, esto puede pasar, estoy como que quiero que pase todo ya”, reconoció la hermana de Belu Lucius detrás de cámaras, desbordada por el nerviosismo. Salwe, por su parte, bromeó con la elección de su testigo para el festejo: “Lo veo a Imanol (Rodríguez) y parece que es mi amigo que llega detonado de cinco casamientos”. La pareja bautizó el momento como “la fiesta del amor”, y anticiparon que se dirían algunas palabras frente a los participantes.
“Todo lo que diga, cómo se lo digo, si digo algo demás, algo de menos, espero que esté bien lo que voy a decir”, palpitó el locutor. “Qué lindo, hay música, hay flores, mesaza con cosas ricas, todas especialidades judías, está buenísimo”, fue la primera impresión de Emily. Luego los recibió Gabriel Oliveri, quien lamentó que decidieran no casarse a último momento, pero ellos se lo tomaron con humor. “Decidimos postergarlo para más adelante, cuando esté Chanchi, Sabri, porque no hay casamiento sin la familia, y como solo están los sanguinarios dijimos hagamos una fiesta mejor”, justificó Salwe.
“Yo quería agradecerte porque llegaste en un momento que quizá era difícil para mí y siento que tu llegada marcó un cambio en el hotel. Sos una bella mujer, una gran persona. Espero que esto dure, que siga acá y también lejos del hotel. Te doy un beso, que selle este amor, hoy, y por muchos años”, fue la suerte de votos de compromiso que expresó el participante. Emily optó por algo más casual y le confesó: “Cuando entré no sabía que me iba a pasar esto; me gustás mucho, te quiero un montón y quiero que siga también”.
“Es un festejo para unir y celebrar el amor y la vida”, resumió Luicius. Salwe también sostuvo lo mismo y celebró que por un momento todos se olvidaran de las rivalidades. Más adelante no faltaron los hits de Bandana, las rondas con bailes judíos y besos apasionados de los flamantes novios. “Este casamiento que no es un casamiento, pero a la vez se casan, es como una cosa rarísima”, confesó Lissa Vera en el backstage, confudida por los acontecimientos.
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