Apenas semanas atrás, la salud de Atilio Veronelli preocupó a todos. Es que, tal como había informado Karina Mazzocco en el ciclo A la tarde, el cómico había sido internado de urgencia en el hospital Eva Perón de Merlo. Con el correr de las horas algunos de sus amigos más cercanos, entre los que se encuentran Esmeralda Mitre y Nazarena Vélez, contaron cómo se encontrba: aseguraron que tuvo dos infartos y confirmaron que su cuadro cardiológico tiene como antecedente la compleja cirugía donde le colocaron ocho stents varios años atrás.
Lo cierto es que en las últimas horas, el artista rompió el silencio y contó en primera persona la crítica situación que vivió. “Estoy mejor que en ese momento pero no te voy a decir que gozo de una plenitud que me lleva a correr por los bosques de Lugano. Me empezó a agarrar una cosa feísima, no fue un dolor sino que me empezó a faltar aire, como alguien que está angustiado pero todo el tiempo, de repente me despertaba a las tres de la mañana bocaneando como si estuviera en el fondo del mar”, comenzó expresando en diálogo con Juan Etchegoyen para Mitre Live.
“Siempre digo que las cosas ya van a pasar, en vez de ir al médico, hasta que no pude mentirme más porque me agitaba atándome los zapatos. Y mi ex mujer, que es médica, me dijo ´¿qué te pasa?´ y terminé yendo al hospital, donde entré con la esperanza de que me den un medicamento pero me dijeron que me quede un tiempo”, continuó. En ese sentido, detalló: “Me tuvieron diez días ahí, me estudiaron todo y tenía lo que se denomina una insuficiencia cardíaca. Lo tomé como un reposo, y de paso uno resignifica qué vida está llevando”.
En tanto, también se refirió a su mayor miedo: “Tuve una melancolía de creer que uno tiene plazo, una cosa es que yo te diga que te vas a morir y otra cosa es que me digas que va a ser este miércoles. Te agarra como una cosa que me dio con mi hijo, lo dejo sin padre a los 4 años”. Y recordó un episodio de 2014, cuando le tuvieron que hacer cinco bypass: “Lo que se te dice es que gracias a la medicina podés tener una larga sobrevida, como que ´vos deberías haberte muerto hoy´ pero seguís. Y cuando te vienen a dar los diagnósticos decís ´ah, no, estoy hasta las manos´”. “Te da como una depresión, una melancolía de las cosas que te faltarían hacer, pero yo enseguida me acomodé a la situación”, profundizó.
En esa línea, destacó que hace diez días le dieron el alta médica. “Los primeros días subir tres escalones en casa era como hacer alpinismo, me mareaba mucho y eso se ha ido desvaneciendo y ahora estoy más normal. Es como empezar de cero con auto cuyo motor regula poco y es invierno”, señaló.
Por último, cerró: “Yo me di todas las vacunas contra el covid pero en el medio lo tuve, si esto me restó capacidad pulmonar yo no lo sé, por el momento se supone que tengo una insuficiencia y esta semana me dirán si tengo otras enfermedades, soy un viejo con un corazón que no le funciona del todo bien”.
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