“Justicia por Valentina”, repitieron una y otra vez en videos y en posteos Rodrigo Vagoneta, José María Muscari, el Mono de Kapanga, el Turco García, el Pollo Álvarez, Adriana Salgueiro, Ariel Tarico, Gegé Neumann, Flor Otero, Germán Tripel, Natalie Weber y Oscar Ruggeri, entre otras decenas de famosos. Es que “Valen”, como su mamá aún cariñosamente la llama, podría haber sido su hija, sobrina, vecina. La nena de once años ingresó a la guardia con dolores abdominales, dos veces la mandaron a su casa, la tercera cuando finalmente la hospitalizaron, ya era tarde y falleció tras una peritonitis. Sus papás buscan Justicia por ella y para que no le pase a nadie más.
”Éramos una familia super feliz. Era muy linda mi hija”, dijo Tatiana, mamá de la víctima a Teleshow mientras tristemente aprende a conjugar los verbos en pasado. Además de ir a la escuela, a Valen le encantaba hacer danza y música. La vida continúa, porque tiene una hija de seis, pero ella sabe que el vacío no se podrá llenar. “Es la primera hija, fui mamá joven a los 21 con ella y aprendimos juntas esto de la maternidad y yo de ser adulta, fue siempre muy compañera. Con su papá estamos separados pero tuvimos siempre buena relación por ella, fue una buena hija, comprensiva, compañera que te hacia la segunda, ‘¿vamos me acompañas?’' y siempre estaba”.
Tres guardias, malos diagnósticos y un desenlace fatal
Con lujo de detalles, muchos de los cuales se fue acordando con el correr de los días porque en el momento no hay tiempo para detenerse y pensar, Tatiana contó cómo fue la sucesión de hechos: “Valentina empieza con dolores abdominales el día lunes 21 de marzo del 2022, la llevo a la noche a la guardia de una clínica privada pediátrica, San Lucas de Neuquén, y me dicen que los dolores estaban asociados a cólicos menstruales, y le ven colorada la garganta y le hacen hisopado de estreptococo (anginas) y que si dolía le diera ibuprofeno, pero era distinto porque el dolor bajaba a la ingle y a la pierna”.
Esa noche luego de que la mandaran a su casa no pudo dormir, el hisopado le había dado negativo y por la mañana el dolor bajó un poco hasta la noche del martes, que se acrecentó y se sumaron vómitos: “No comía, no dormía, la llevo a otra guardia porque no me gustó, vamos al Policlínico de Neuquén donde esperamos un montón y una doctora la ve inflamada, le manda una radiografía y le inyecta diclofenac. Junto con otros dos médicos coinciden que tenía deposito de materia fecal, caminaba encorvada, no podía estar acostada en la camilla, estaba con las piernas levantadas, le dieron laxantes y enemas, fuimos casa a las 4 de la mañana”.
A la media mañana del miércoles el dolor volvió a hacerse insoportable, “lloraba”. “Se fue a bañar para ir al medico y me llama, la veo y era como un muerto parado, estaba pálida, blanca, amarillenta, tenía los ojos amarillos y los labios morados. Me desesperé y fuimos al policlínico otra vez, ella quería vomitar y no podía porque no tenía nada en la panza, entró en shock, ya no me hablaba y empieza a realizar movimientos espásticos. Entro llorando y le pido a los médicos ‘intérnenla’”.
Sin silla de rudas ni camilla, tuvo que ir a pie a la puerta que estaba a la vuelta donde la recibieron los médicos y le hicieron más ecografías y la llevaron a una habitación. “No la podíamos sostener, la agarrábamos de las piernas para que le pusieran la vía, mientras el médico me preguntaba si ella o en casa consumíamos drogas, se arranca el suero, pero pudieron ponerle vía para sacar muestras de orina y de sangre. Mientras, empieza a vomitar color café. Fue el detonante mío, me querían sacar de la habitación porque empecé a los gritos”.
Fue entonces que la sedaron para hacerle una tomografía y la intubaron. En ese momento el diagnóstico fue “shock séptico” y explicaron que tenía “líquido y gases desparramados por el cuerpo” y la intervinieron quirúrgicamente para extraerlos. “Había que hacerlo urgente, su estado era crítico”. “Después de dos horas estabilizándola el cirujano nos explica cómo sería la operación, suponían que era el intestino y le harían una colonoscopía, le hicieron un desvio de intestino y eliminaron un poco estos líquidos. A la hora empieza a largar estos líquidos por la nariz, boca, oídos y le ponen drenajes, llegó a 42 de fiebre y no podían bajarla, a las cinco o seis de la tarde (ya del jueves) entra en paro respiratorio lo que lleva a cardiaco y fallece”.
“Causa de muerte desconocida”, decía el certificado de defunción con el cual Tatiana y Marcos papá de Valen, sin entender aún qué ocurría, fueron a hacer la denuncia y a pedir la autopsia que arribó a la conclusión de que la nena murió por una “sepsis generalizada provocada por peritonitis”: “Apéndice inflamado y todos los síntomas tuvo. El fiscal dice que todo coincide con el relato que doy y que los médicos no supieron qué era eso. No lo detectaron y seguimos convencidos que la operan para decir que hicieron lo que pudieron, cuando no se hizo lo que se podía”.
El día después: entre el pedido de Justicia y el dolor irreparable
Tras la denuncia por mala praxis en la fiscalía, la carátula tentativa es “homicidio”, ya se hizo la formulación de cargos contra los médicos intervinientes (los de ambas guardias médicas) y se encuentra en proceso de investigación. “Ahora estamos en la espera del informe médico forense ya que Neuquén cuenta con una sola forense pediátrica, llegó el resultado de los análisis anatomopatológicos que se mandaron a hacer que complementan lo que diga la forense, hubo mucha información, se mandó secuestrar historias clínicas, partes médicos, registros de que Valentina estuvo ahí y de los médicos que actuaron”.
“A medida que pasan los días me acuerdo de más cosas”, dijo Tatiana y minuto a minuto se enfrenta con una realidad incomprensible: “Pasan los días y me duele mas porque Valen no vuelve. Al principio pensás como que estaba con su papá, pero no, no vuelve y es un dolor que uno arrastra todos los días y no podes dejar de pensar ¿por qué?, si es una práctica tan común, se ve todo el tiempo todos los días y en esa edad pasa, cómo no lo detectaron. Por qué no lo hicieron no lo voy a saber, pero pasó y ella no está”.
Cada 24 la familia y los amigos del colegio, el barrio y la escuela de danza a la que asistía la nena realizan una caminata pacífica con velas y carteles por el centro de Neuquén, que finaliza con unos minutos en la puerta de la guardia donde un cartel reza “podés confiar en nosotros” y un aplauso simbólico: “Invitamos a familiares de quien haya sufrido mala praxis porque nos contactó mucha gente. Esto no es solo por Valen, es para que no vuelva a pasar. Nos tocó la mala suerte, pero nadie está exento”.
Además de sus papás, aún la espera Renata, su hermana menor que dice que no se acuerda cómo se baila porque era Valentina quien le enseñaba, y aún le hace dibujos. Como mamá, además de pasar su dolor, tiene que apoyar a su hija: “Trato de acompañarla y decirle que está bien llorar, que lo haga cuando extraña y que busque manera de expresarlo. Yo vivo obligada tengo que vivir, lo hago por mi otra hija, pero sé que no estoy acá. Gran parte de mí se murió el 24 de mazo”.
Con trabajo y esfuerzo, estaba terminando de hacer su casa para vivir con sus hijas, a la que hoy no llama “casa”: “No sé si así lo sentiré, ahora es una construcción. Desde que fui mamá, dejé de ser Tatiana, no soy mártir ni mamá ejemplar pero di todo por ellas y lo voy a seguir haciendo. Acá no te separa la muerte porque uno sigue y más cuando es así de injusto. No hay consuelo, no hay tiempo, ni hay psicólogo, ni medicamento que te cure, es un agujero que me va a acompañar”.
La familia se unió a Por la vida y la salud, una ONG que apoya y brinda contención a las familiares de víctimas de mala praxis a nivel nacional y están impulsado la Ley Nicolás, que se presentará el 29 de julio en el Congreso de la Nación: “El objetivo es que haya mayores penas en los casos de negligencia médica en los que hay lesiones o muertes, porque lo que hay no alcanza, es una burla al sistema de salud, además de suspensión de matrículas, controles mas estrictos de quiénes son los que brindan el servicio a la salud, la creación de una lista de médicos imputados, historias clínicas encriptadas, además es un tema del que no hay estadística”.
Para cerrar, Tatiana le agradeció a todos los artistas que participaron del video pidiendo “Justicia por Valentina”, ya que la familia quiere que el caso se visibilice y “salga de Neuquén”. No solo por Valen, sino para que casos así no vuelvan a ocurrir. “Le puede pasar a cualquiera”.
SEGUIR LEYENDO: