Después de toda una vida dedicada casi por completo a la música, Ramón Palito Ortega se despidió de los escenarios nada más ni nada menos que en el emblemático Teatro Colón, en el marco del Festival Únicos y de su gira “Gracias - Tour Despedida” por diferentes partes del país. En una noche inolvidable, el artista interpretó todos sus grandes éxitos, acompañado por la Orquesta Sinfónica Única de Buenos Aires, bajo la dirección del maestro Edgar Ferrer.
Y, como no podía ser de otra forma, muchas personalidades se hicieron presentes: estuvo su hija Julieta, acompañada por su expareja, el músico Iván Noble, y su hijo Benito, Graciela Borges, Luciana Salazar y la abogada Ana Rosenfeld, entre otras.
Días atrás, el cantante de 81 años había tenido que suspender la fecha del sábado 11 de junio en la localidad de Malvinas Argentinas tras haberse contagiado de coronavirus. “El se encuentra en buen estado y espera su pronta recuperación para reprogramar dicho show”, agregaba el comunicado. Afortunadamente, Palito se repuso y este lunes feriado por la noche pudo brindar un gran y último show sinfónico para coronar su exitosa carrera, a sala llena.
A fines de noviembre, justo antes de comenzar con su tour despedida, Ortega había dialogado en exclusiva con Teleshow. “Me parece que con esta aparición va a ser como dar el último abrazo de mis canciones a la gente”, había confesado. En tanto, había revelado cómo seguirá su vida después de su retiro de los escenarios: “Yo tengo un estudio, estoy terminando de montar acá el estudio que tenía en Luján, el estudio de grabación donde vinieron muchos amigos queridos a compartir horas y horas tocando. Ahora estoy terminando de montarlo aquí en Buenos Aires, en la Capital. Y bueno, me encontraré otra vez en el estudio con la guitarra grabando. Yo escribo siempre”.
Por otra parte, había contado cómo tomó su familia su decisión de alejarse de los shows. “Creo que están contentos, porque también ellos sienten que las giras son sacrificadas, y los viajes, los horarios de los aviones, ir y volver. Yo ya hice mucho esa vida, llegar a otros países que tienen cambios de hora y uno anda con los horarios medio cambiados, las movidas son diferentes”, había señalado.
“Hay que hacer un balance, pensar todo lo que te ha pasado, todo lo que viviste y todo lo que recibiste, y ser agradecido de que todavía estemos de pie, que tengamos la suerte de subirnos a un escenario y que la gente te reconozca y te reciba con cariño. Entonces me parece que uno no tiene que esforzar tanto esta bendición, porque miro para atrás y veo a mis amigos, tantos amigos que ya no están y fueron tan importantes, que han hecho canciones inolvidables, giras y películas. Entonces, bueno, yo estoy acá, todavía disfrutando, gracias a Dios”, había profundizado.
Sobre su vigencia en el mundo de la música, había expresado: “Yo tendría que haber escrito un libro para que la gente joven, los cantantes o los músicos tengas una guía, pero la verdad que es difícil. Las cosas se dan de una manera. Me parece a mí que el artista tiene hasta la suerte de aparecer en el momento determinado de la historia de un pueblo. Yo siempre canté, le canté a la vida, siendo mis orígenes muy difíciles, pero yo le canté a la vida con gran esperanza. Le canté a la vida siempre con los brazos muy abiertos, como queriendo abrazarla”.
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