1. Su nombre verdadero es Graciela Noemí Zabala. Su abuelo paterno, Tomás, era vasco y poseía un título de nobleza, y su abuela Concepción era lavandera. A los abuelos maternos no los conoció.
2. Su madre, Leonor Lacombe, tenía una buena posición económica y vivía de rentas, sobre todo aquella que le dejaba un local en Córdoba y Cerrito. Con el tiempo perdió su fortuna. Se fueron a vivir a un departamento hermoso en la calle virrey Cevallos de Constitución, pero para la madre significó “venirse abajo”.
3. Su papá, Tomás Zabala, era piloto civil e instructor de vuelo. Vivió mucho tiempo en Azul y casi toda su vida en Dolores.
4. Graciela no había cumplido un año cuando sus papás se separaron. Su papá era una persona muy estricta que le marcaba con cruces rojas todas las páginas de los libros que le prohibía leer. La actriz también recuerda con dolor que la acusaba de “mentirosa, muy mentirosa” porque ella inventaba que sus padres iban juntos al Colón. “Es que yo necesitaba verlos unidos, pero él no parecía entenderme”.
5. Su papá siempre tenía mujeres bellas a su alrededor, y cuando la relación terminaba, ellas la sentaban en un banco de la plaza para que les hablara de él. “Me asustaban…”.
6. En su casa solía fabricar perfumes con mandarinas y naranjas.
7. La primera palabra que dijo en su vida no fue mamá ni papá. Iba en brazos de su padre cuando al ver la Confitería del Molino dijo: “Luz”. “Como ‘luz, cámara, ¡acción!’”, explica ahora, risueña.
8. De nena, fue víctima de violencia. Su mamá, que atravesó grandes depresiones, muchas veces ponía a Graciela bajo la ducha y la castigaba.
9. Se convirtió en una pequeña muy tímida y callada. Cuando estaba en segundo grado su mamá la inscribió en un curso de declamación a ver si lograba soltarse un poco. Descubrió que podía decirlo todo con palabras de los otros.
10. Uno de los momentos más terribles fue a los 13 años. Un chico llamado Sergio le escribió una cartita. Su mamá la descubrió, la trató de “puta” y le propinó una paliza tremenda.
11. Cuando era chica sufría insomnio. La tuvieron que internar porque durante 10 días no durmió.
12. A los 12 años vivió un tiempo en la casa de Rafael Alberti. Ahí escuchaba a Vittorio Gassman recitar poemas y Miguel Asturias le enseñaba a leer cuentos. Venía de visita Cecilia Guevara, la madre del Che, y Matilde Urrutia, la mujer de Pablo Neruda.
13. Debutó en Una cita con la vida, con dirección de Hugo del Carril. El director bailó con ella en su fiesta de 15 y la llevaba a ver boxeo.
14. Fue elegida Miss Diario del Cine en un programa de Radio Belgrano.
15. Para esa época, en la casa del escritor Augusto Mario Delfino, Graciela lloraba porque su papá no quería que como actriz usara su apellido. El escritor Jorge Luis Borges estaba presente y le dijo: “Le presto mi nombre”. “Fue como un juego. Él no sabía qué iba a ser yo como actriz y yo no lo leía”. Después cada vez que la veía el escritor le decía: “Le sigue haciendo honor”.
16. A los 16 años trabajó en la película Zafra pese a que estaba con tuberculosis. En el filme, de 1959, Alfredo Alcón y Atahualpa Yupanqui se disputaban su amor en un contexto de lucha de clases.
17. Durante la filmación se cortó la rodilla con un machete. Estaba en un ingenio azucarero, muy lejos de cualquier lugar para que la atendieran. Con una fiebre altísima se desmayó en brazos de Yupanqui.
18. A los 23 años sintió que no quería vivir más. Estuvo horas en la ventana del séptimo piso de Ayacucho y Alvear. “Quería suicidarme, tenía dolor moral, me dolía todo: lo interno y lo externo. ¡Hasta las uñas me dolían! Entonces empezó a llover y yo adiviné la esperanza, la sensación de: ‘Todavía tengo posibilidades’”, contó en una entrevista de 1995.
19. En sus comienzos, en los reportajes muchas veces pedía que no la apuraran para hablar porque “me angustio”. Admitía que le daban miedo porque “temo desagradar, que no me quieran”.
20. “Yo no he estado nunca de acuerdo con los que dicen ‘no importa que hablen mal, pero hablen’. No. Es muy mortificante que digan cosas que no son verdaderas”. (Infobae).
21. Realiza muchas acciones solidarias pero siempre en silencio y sin alardear. Colaboró con ollas populares y ayudó a la comunidad mapuche. “Me actitud no tiene nada que merezca ser destacado. Quien tuvo la suerte de conectarse con ellos fui yo”.
22. Es una gran puteadora.
23. En 1989 sorprendió al manifestarse en contra del indulto del entonces presidente Carlos Menem a los represores de la Dictadura. “Yo había tenido los ojos muy distraídos y de verdad -por mi hijo- no sabía que mataban personas. Pero después lo supe y el indulto me pareció un insulto: porque los asesinos tienen que estar en la cárcel y pedir perdón”.
24. El primer beso en la ficción se lo dio Alberto de Mendoza en El jefe. “Yo casi me muero porque era un beso, beso y sentí… ¡todo! Y él me trataba mal: ‘¿Te cambiaste los calzones?’, me decía y yo pensaba que no era limpita, pero él bromeaba”.
25. Deslumbró a los más famosos en su mejor momento. Invitada a una fiesta en Londres, Paul Mc Cartney la llevó en su Rolls Royce. Bailaron toda la noche. Era 1966, cuando brillaban los Beatles.
26. “Eso lo contó el lengua larga de (Juan Alberto) Badía. Fui amiga íntima de Paul. Pero hace mucho, muchísimo. Fue en Londres. No quiero entrar en detalles, pero fue una persona muy simpática, que me cayó muy bien. Tuvimos una excelente relación. Durante un año mantuvimos el contacto, después lo perdí. No dejó de crecer como artista con una música hermosísima”, admitió en Puro Show.
27. McCartney le regalo unos anteojos de John Lennon que luego ella se los regaló a la hija de Raúl de la Torre.
28. Waren Beatty bailó toda una noche con ella en el Copacabana Palace, de Río. Se quedó encantado y comenzó a llamarla, pero la Borges no atendía. Beatty le mandó a decir: “Hágale saber que yo tomo un whisky y pienso en ella”.
29. Realizó trabajos inolvidables con Alfredo Alcón. “De él me gusta hasta lo que no me gusta. No se me ocurre nada más lindo que escucharlo decir poemas en algún espectáculo y después irnos a comer”.
30. De pequeña, el poeta y dramaturgo francés Jean Cocteau le regaló un osito. Con Lucas Demare viajó al Festival de Cannes y al verla, Pablo Picasso le dibujó una servilleta. “¡Me lo lavaron! Por suerte quedaron las fotos”, contó.
31. En 1972, viajó a los Estados Unidos invitada por el agregado cultural de la embajada. En Los Ángeles le organizaron una comida con 40 invitados, entre ellos, Barbra Streisand. El quinto día su anfitrión la llevó a la casa de Frank Sinatra. Estaba sentada el salón cuando vio que de la pileta salía el mismísimo Sinatra. Dos minutos después entró al comedor con su bata, la saludó, le preguntó por la Argentina y elogió la belleza de la mujer latina.
32. Su hijo Juan Cruz Bordeau fue muy esperado. Antes, Graciela había perdido dos embarazos.
33. Juan Manuel Bordeau, el padre de su hijo, fue un gran amor. En 1971 se enamoró del director Raúl de la Torre; noviaron pero no convivieron. Tuvo un romance de seis años con Carlos Christiansen, un arquitecto del que se separó en el 89.
34. En el 95 empezó a salir con Marcos Gutiérrez, por entonces arquero de Huracán y 26 años menor que ella. “Fue una relación limpia y buena. Y fue confundida, porque no existe edad para el amor”.
35. Fanática de los dibujos animados, muchas veces mira Cartoon Network antes de dormir.
36. En su mesita de luz tenía ángeles de cerámica, dos rosarios y una botella con la forma de la Virgen María y el Niño Jesús, que contenía agua bendita.
37. Suele levantarse al mediodía y desayuna solo una tostada de pan negro. Pocas veces almuerza y no bebé café luego de las cuatro de la tarde.
38. Compartió una tarde de campo con María Callas y Pier Paolo Pasolini.
39. Leopoldo Torre Nilson la dirigió en Fin de fiesta, Piel de verano y La terraza entre otras. Con Enrique Carreras filmó Los viciosos y con Raúl de la Torre protagonizó Crónica de una señora, Heroína, La revolución, Sola, El infierno tan temido, Pobre mariposa, Pubis angelical y Un tal Funes.
40. Con pergaminos suficientes y una vida intensa podría ser una diva inaccesible e insoportable. Nada más lejano. Ella misma atiende el teléfono, acepta notas con grandes medios nacionales y radios locales. Trata con la misma humanidad a periodista famosos y a los ignotos. Su trato amable no es solo con la prensa. Más de una vez actuó en cortos de estudiantes de cine sin pedir nada a cambio.
41. En plena pandemia protagonizó un sketch imperdible con Verónica Llinás. Este es el video:
42. Aunque acepta entrevistas, a Borges no le gusta ir a la televisión: “Me angustia, me pone nerviosísima”.
43. Fue testigo de la boda civil de Susana Giménez con Huberto Roviralta.
44. La invitaron a la universidad de Berkeley donde exhibieron la película Piel de verano como un prototipo de filme latinoamericano. Al terminar, los alumnos de cine empiezan a aplaudir “a la protagonista, que es la hija de Borges, un gran escritor argentino”.
45. Es una gran lectora. Lee de todo, desde ensayos a novelas, pero sobre todo, poesía.
46. Le encanta el choripán, no le gustan los dulces y ama no hacer nada. Lo contó en una entrevista y el periodista le dijo: “No parecés la Borges”, y ella retrucó: “Y vos no parecés periodista”.
47. Le gusta realizar las compras. Conoce y frecuenta cada una de las verdulerías y los supermercados de su barrio. Asegura que es muy buena eligiendo la verdura.
48. Vecina de Palermo Chico, le gustaba sentarse junto a los monumentos de las plazas a estudiar los libretos.
49. “No soy una diva, soy una buena actriz que ha trabajado duro desde muy chica. Lo de diva, nada más alejado de mí. Si naciera de nuevo, no sé si elegiría volver a ser actriz a pesar de todo lo bien que me fue. Tengo una espléndida carrera, pero quizás sería escritora o pintora”, sorprendió en declaraciones en Radio Rivadavia.
50. En el año 2000 debutó en la revista de Nito Artaza y Miguel Ángel Cherutti. “¿Por qué no divertirme? ¿Por qué no abrir la cabeza? ¿Por qué no algo nuevo en mi vida? Tuve ganas de probarme”.
51. En 1989 contó en una entrevista para Página 12 que Raúl de la Torre solía imaginar una historia muy graciosa con ella. “Dice que cuando yo sea viejita y esté muriéndome, toda la gente que me quiera va a estar alrededor mío. Él entrará y dirá: ‘¡Gra, cámara!’. Y yo voy a empezar a sonreír de nuevo”.
52. “Soy intensa y eso asusta. Tengo manías horribles: soy posesiva pero no me gusta que sean posesivos conmigo… y entonces es una trampa. Me gusta que estén pendientes, pero si están pendientes me cansan. Al hombre que está conmigo lo hago sentir el centro de todo y eso también es un error”, contaba en una entrevista de 1995 donde agregaba contundente: “Nunca fui feliz. Soy como los perritos ordinarios de la calle a los que les hacés un cariño y se quedan con vos”.
53. “No le tengo miedo a la vejez. Me estoy preparando. Quiero llegar a ser una vieja piola. Tengo tantos proyectos… No solo me ocupo de mi cuerpo sino también de mi interior. Quiero ser una vieja feliz”. (EE, septiembre, 1991).
Con material del archivo digitalizado de la Escuela de Periodismo TEA
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