Siempre cultivó un bajo perfil. Así lo quiso su padre desde que él y su hermana eran chicos, también su tutor, su niñera y su familia. Hasta que cumplió la mayoría de edad, y ya con 18 años comenzó a levantar su perfil mediático, aquel que supo tener su padre. Y, de a poco, comenzó a mostrarse en las redes sociales: desde los viajes que realiza solo, con amigos o con su hermana, su pasión por los autos, también se anima a interactuar con sus seguidores, a responder preguntas sobre su futuro profesional, laboral y hasta de su intimidad.
Felipe Fort fue invitado al programa Terapia Picante y allí habló como nunca de su padre y de cómo llegó al mundo, ya que tanto él como Marta, su hermana melliza, nacieron a través de un vientre subrogado en los Estados Unidos.
“¿Hablaste con él de chico?”, preguntó el conductor Germán Garmendia a su invitado sobre si había tenido alguna charla con su padre, Ricardo Fort, al respecto. De inmediato, el joven le contó que no tuvo una conversación profunda al respecto, sino que cuando era chico notó que muchos de sus amigos “tenían madre”. “¿Qué es una mamá?”, le preguntó Felipe a su papá. “No es que fue: ‘no, hijo, vos naciste por vientre subrogado, pero estás bien’. No fue así”, aseguró e imitó al Comandante con sus característicos gestos.
Sacudiendo sus brazos, como solía hacerlo su padre cuando hablaba, reprodujo: “Vos no tenés mamá. ¿Por qué? Porque no. ¿Para qué querés una mamá si me tenés a mí?”. “De a poco fui entendiendo lo que es un vientre subrogado”, aseguró Felipe Fort y bromeó sobre la explicación que le dieron por ese entonces. “Juntaron dos semillas y ahí nací yo. Soy el verdadero semilla”.
“¿En algún momento tuviste la necesidad de conocer a la mujer que los llevó en el vientre?”, le preguntó el conductor a Felipe Fort, que en una primera instancia dudó: “No sé, o sí, no tengo idea”. Luego sostuvo que ella no podría contactarlos por una cuestión legal ya que se firmó un documento que se lo impide. No obstante, si él o su hermana quisieran encontrarla, ellos sí podrían.
“A mí me importaba ver la foto de la mina que donó el óvulo para ver cómo se veía”, aclaró de inmediato y explico los motivos. “Si era rubia, morocha, alta, baja. Es rubia, sé que tiene ojos claros porque mi hermana tiene ojos claros. ¿Por qué yo no tuve ojos claros? Marta, la con.. de tu madre”, bromeó sobre la apariencia de su melliza.
“La quería llamar. Le digo: ‘Hija de p..., no te conozco y no te quiero’”, continuó Felipe, siempre en tono de humor. Y agregó que de todas formas no podría conocer a la mujer que donó el óvulo, también por contrato, ya que dicha persona podría enterarse del pasar económico de su familia y querer sacar un beneficio. “Ahora, nosotros sí la podemos conocer a ella, pero ella no a nosotros. ¿Para qué buscar a alguien que no conozco? Me la puedo cruzar caminando en la calle que para mí es una persona extraña que no conozco”, concluyó Felipe Fort al respecto.
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