Antes de salir a escena para la audición a ciegas de La Voz Argentina, Naiquen Galizo mantuvo una charla íntima con Marley en la que lloró contando parte de su historia. La joven de 32 años, oriunda de Lincoln, no dudó en asegurar que había empezado a cantar folclore desde muy pequeña en un coro. ”Así me podía expresar y sacar muchas cosas que tenía. Como siempre digo, la música me salvó la vida en un montón de aspectos”, dijo en el backstage. Y luego se sinceró: “Yo sufrí abusos de chica”.
En diálogo que el conductor del reality de talentos de Telefé, la participante aseguró que había podido superar todo lo que había sufrido gracias al arte. “La música me sacó adelante. Todo lo que siento, sea lindo o feo, bueno o malo, lo saco con la música. Cantar, para mí, es una terapia”, señaló la joven. Y luego se preparó para enfrentar al jurado compuesto por Lali Espósito, Mau y Ricky, Soledad Pastorutti y Ricardo Montaner, no sin antes reconocer que el intérprete de Cachita era su favorito.
“El show me lo dedico a mí porque merezco disfrutarlo. Es un regalo enorme que estaba esperando hace mucho”, dijo Naiquen. Y, ya en el escenario, se lució interpretando el tema Yo dueña de la noche del dúo Pimpinela. Entonces, tuvo lugar un momento divertido, ya que el primero en darse vuelta fue Montaner, pero la Sole que lo hizo en segundo término lo bloqueó despertando la indignación del cantante argentino-venezolano.
“¡Coño, me bloquearon!”, protestó Ricardo. Y se acercó a la participante para darle un abrazo. “Te voy a contar una vaina. Algún cabrón de estos me bloqueó. No sé quien fue. Pa’ mí que la Sole que tiene una cara de mosquita muerta...Ahora estás en La Voz, esa es la buena. Pero dime la verdad: ¿me ibas a elegir a mí?”, le dijo tomándole las manos. Y la respuesta de Naiquen fue afirmativa.
Así, luego de un par de chicanas con su compañero de jurado, Pastorutti le pidió a la muchacha que contara algo de su vida. “Hago de todo: pinto, concino, limpio casas...No tengo un rubro definido, la vida me llevó a hacer de todo”, comenzó diciendo. Y, cuando la intérprete de A Don Ata le preguntó cómo había empezado a cantar, la participante se quebró: “Empecé un coro muy chiquita en Lincoln, con mucha gente. Y después, en mi adolescencia, pasé cosas muy feas y la música me salvó la vida”.
En ese momento, Montaner quiso saber a qué se refería exactamente. Y Naiquen le dejó en claro que hablaba de abusos. Así que, sin indagar más, tanto la Sole como Ricardo decidieron ir a contenerla. “Aquí llegaste a desquitarte. Llegaste a triunfar. Y a que tu misma te des cuenta, cuando te veas por la tele, que esa muchacha que sufrió tanto es una ganadora”, le dijo el cantante argentino-venezolano.
“Lo hiciste muy bien. Sos una luchadora y yo creo que este es un lugar donde te vas a sentir super plena. Y todos te vamos a dar mucho cariño y mucho amor. Así que disfruta de cada escenario, de cada momento. Ya estás en La Voz”, fue lo que le dijo la Sole a modo de bienvenida, mientras le regalaba su poncho feliz de sumarla a su team y frente a la emoción de sus colegas.
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