“Es una etapa más en esto que es el camino del arte, así que perfecto”, dijo Leonardo Centeno tras concluir su paso por la audición a ciegas de La Voz Argentina, feliz a pesar de que el jurado no lo eligió. Su cara y su nombre tal vez suenen conocidos, él no fue un participante más del reality. “Me acabo de dar cuenta que era de Cebollitas”, dijo Marley y es que el músico de 38 años se hizo conocido por interpretar a Hipólito, en la recordada serie infantil.
Pelo corto y rubio, cadenas y pulseras, chaleco de jean y remera, en la actualidad el actor luce muy diferente al personaje que realizó hace 26 años. Su papel era un chico intelectual, peinado siempre con gomina, anteojos y camisa.
Aunque luego del ciclo no se lo vio mucho más en pantalla, Leonardo siempre siguió ligado al medio, explotando su faceta de compositor. Entre otras cosas fue director musical de la serie que se emitió por la TV Pública, Señales del fin del mundo, y escribió varios temas para la ficción Soy Luna, entre ellos “Sonreír y amar”, al que Karol Sevilla le puso voz. “Son cosas que salen de la cabeza y el corazón”, dijo Centeno hace unos años a Teleshow en referencia a de dónde saca al inspiración.
Además, en el 2016 editó su primer disco como solista Cancionicidio: “Tiene muchos géneros y todas las canciones son mías. Es algo que siempre soñé, cuando era chico decía que quería ser estrella de rock, pero después empecé a actuar en tele y se fue dando todo muy rápido”.
Así como contó en La Voz, comenzó en el medio por recomendación de un médico: “Era muy chico, somatizaba las emociones y me enfermaba. En una charla un psicólogo me dijo que probara con las artes, y me llevaron a teatro. Al poco tiempo vinieron a buscar chicos para un casting para una obra, quedé. Un día salió una nota y después Romay me convocó para sumarme al elenco de Los chicos vienen cantando”. Apenas subió al escenario, se dio cuenta de que ese era su lugar en el mundo.
La época de Cebollitas sin dudas lo marcó: “Era todo un tema salir a la calle, comer en familia, hicimos giras nacionales e internacionales y bajábamos del avión y había 30 mil personas esperándonos. Con 13 o 14 años, lo vivía como un juego, pero era fuerte. En la escuela era particular, de golpe eras el héroe, todos querían ser tus amigos, siempre tuve amigos del barrio y siempre fueron los mismos”.
Su último trabajo en pantalla fue Cuando me sonreís, en el 2011 con Julieta Díaz y Facundo Arana. Anteriormente había estado en e La peor clase de tu vida (la cámara oculta de VideoMatch) y Rebelde Way, entre otros programas y al ser consultado por este sitio había dicho que no renegaba de la televisión y que regresaría en caso de recibir una buena propuesta. Luego comenzó a dedicarse a la música, además de lanzarse como solista, realiza shows, el año pasado por ejemplo los sábados por la tarde compartía su repertorio en bares y ferias.
El año pasado, luego de que Juan Yacuzzi, conocido por interpretar a Coqui en la tira infantil dijera que él y sus compañeros no la pasaban bien durante las grabaciones de Cebollitas, Centeno recordó en diálogo con este sitio su paso por la novela. “A la distancia nos dimos cuenta de que un montón de cosas que pasaban que no estaban bien y en el momento o las veíamos así, estaban naturalizadas. Recuerdo excesos verbales, encontrase con adultos exacerbados y cosas que con el cambio de época no podrían suceder. En todas las series que estuve siendo chico, laburo desde los nueve, vi cosas que tenían que ver con el trato a los niños que no estaban buenas, se sabía que había directores o productores que no tratan bien”.
Si bien él no vivió en carne propia los mencionados retos o malos tratos, dijo que le tocó ver en más de una ocasión a compañeros pasándola mal: “Siempre fui memorioso, no tenía problemas con la letra entonces no daba espacio a que pasara nada pero me acuerdo de ver gente entrar al estudio a los gritos y chicos llorando por cagadas a pedos exorbitantes en varias series, estamos hablando de Cebollitas, pero te puedo nombrar Los chicos vienen cantando donde estuve un año y medio y había situaciones que no estaban buenas”.
“Me pasó tomar consciencia de un montón de cosas a la distancia, muchos crecimos en la televisión empezamos de muy chicos, a Juan lo conozco. Se dio todo muy rápido, estábamos estudiando y te llaman de una serie, de otra, y esta contrastado con un cambio en tu vida de no poder salir a la calle, que todo el mundo te conozca a un nivel extremo, no era menor hacer tele en los ‘90 y en ese contexto estaban naturalizados los malos tratos”, agregó.
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