Carolina Ramírez íntima: secretos y proyectos de la protagonista de “La Reina del Flow”, la serie furor de Netflix

La actriz colombiana presenta la obra “Lo que queda de nosotros” en Buenos Aires del 1 al 17 de julio. “Desde la primera vez que me paré en la calle Corrientes soñé con hacer teatro en Argentina”, dice. El productor argentino Mariano Bacaleinik es su marido y son socios en el amor y en el arte. Ella abre la posibilidad de una tercera temporada de “La Reina del Flow” si hay una buena historia y un mensaje de dignidad para las mujeres

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Carolina Ramírez presenta la obra
Carolina Ramírez presenta la obra "Lo que queda de nosotros" junto con Alberto Ajaka desde el 1 de julio en el Teatro Multitabaris

Carolina Ramírez se mira en la cámara y dice que, por primera vez, se siente ella. No es un personaje histórico, ni una diva, ni una víctima. Es ella frente al espejo que la muestra con el pelo corto. No tiene el montaje de una superproducción y sus labios aparecen dibujados por sobre el enterito de jean y la remera a rayas. No tiene las pestañas que extienden cualquier escena que se posa con el filtro de la tele pero sus ojos encandilan. No tiene la necesidad de mostrar, pero sí de entrenar, el cuerpo tonificado que anda en bicicleta, corre, hace abdominales y le pega a una bolsa de box desde la pantalla es un cuerpo que transmite una belleza que fortalece.

Durante noches y noches -y las noches de pandemia fueron la noche más larga del mundo- me abracé a mi hija Uma para mirar “La Reina del Flow” y me encandilé, como muchas de sus fans que se replican en grupos que adoran a Carocali (su nombre en Instagram con 2.6 millones de seguidores) en donde postea sobre adopción de perros y su compromiso social con las mujeres y los jóvenes en Colombia. Pero lo más sorprendente es que Carolina Ramírez convirtió a “La Reina del Flow” en una reina a prueba de traspiés y vueltas noveleras de las heroínas rendidas a los pies del amor. La capa que la hace sobrevolar a las mujeres seriadas es su propia garra.

La persona le ganó al personaje, no por la confusión entre ser y parecer y entre la ficción y la realidad, sino por su propio fuego que traspasa la pantalla. El humor la hace reina. En la entrevista Carolina Ramírez hace reír. Esa risa que provoca, con la que piensa, se defiende y ataca, esa risa es su punta de lanza que la hace convertirse en un imán en las noches en donde una novela amansa.

La actriz Carolina Ramírez en Infobae eligió a Alberto Ajaka para llevar adelante el papel que, en Colombia, realizó Carlos Torres el actor del personaje de Charly Flow

Desde el 1 de julio, se la podrá sentir en Buenos Aires, en la obra de teatro, Lo que queda de nosotros (del dramaturgo Alejandro Ricaño) de la que se enamoró en México, junto a su marido, el productor argentino Mariano Bacaleinik. La obra la estrenó en Bogotá junto a Carlos Torres, el otro protagonista de “La Reina del Flow” (Charly) y en Argentina la va a compartir con Alberto Ajaka.

Pero antes de volver a involucrarse en una serie, sea cual sea, quiere priorizar el teatro, en su paso por Buenos Aires y con un texto que es una oda a su gran pasión: el amor por los animales. La obra se pregunta ¿Qué es lo que queda de nosotros cuando alguien se va?. Y se va a poder ver, desde el 1 de julio, en el Teatro Multitabaris, solo por tres semanas, los miércoles, jueves y viernes, a las 19:30 horas y los sábados a las 19:00 y a las 21:00 horas y el domingo a las 19:00 horas. Las entradas ya están en venta por Plateanet.

-¿Por qué elegiste Lo que queda de nosotros para inaugurar tu etapa teatral en Buenos Aires?

-”Lo que queda de nosotros” es una obra que presenté, en el 2019, en Colombia junto a mi compañero Carlos Torres. Es de un autor que se llama Alejandro Ricaño con el que yo había trabajado en una obra anterior (El amor de la luciérnaga). Mariano y yo fuimos a México a ver esa obra y fue muy conmovedora. Nos movilizó a pensar en la posibilidad de hacerla en Colombia porque creo en el teatro que cambia paradigmas, que moviliza a la gente, que la gente sale de la sala con algo diferente.

Carolina Ramírez con Carlos Torres
Carolina Ramírez con Carlos Torres con quien compartió "La reina del flow" y la misma obra de teatro que estrena en Buenos Aires

-En tus redes se nota tu amor y compromiso con los perros. ¿Eso inspiró la elección de la obra?

-Nosotros hemos sido muy perreros, gateros, porque tenemos nuestros amores, en esa época estaba Goyeneche…

-Goyeneche, muy argentino. ¿Goyeneche por el cantante de tanto Roberto Goyeneche?

-Claro, porque si no era el nombre de un futbolista, entonces preferí Goyeneche. Y Goye nos acompañó diez años, él falleció en el 2020 y fue quien nos inspiró a hacer esta obra y nos sensibilizó mucho más con el tema animal, con mirar un poco alrededor y darnos cuenta que había un montón de seres que necesitaban de una responsabilidad diferente a la que estábamos acostumbrados.

-¿Cuándo nace tu amor por los perros?

-Cuando era niña tuvimos perros con mi hermano, pero era diferente. La tenencia responsable no era un asunto de infancia. Fue una cosa más de adulto que nos despertó Goyeneche. Y esta obra en particular, más allá del tema animal, moviliza porque habla de los afectos, de la pérdida, de la vida, de una manera muy poética además de lo duro que es para alguien querer desprenderse de todos sus afectos por el dolor que lleva por la pérdida de alguien.

Carolina Ramírez tuvo un perro al que con su marido argentino, Mariano Bacaleinik, llamaron Goyeneche en homenaje al cantante de tango Roberto Goyeneche

-¿Cómo crees que va a impactar en el público?

-Quiero que vayan al teatro, quiero que vivan la experiencia de Lo que queda de nosotros que es una obra con una puesta muy particular. La narrativa hace que el espectador vea esas imágenes, porque está llena de imágenes, donde un gran decorado, una gran escenografía, sería redundante para todo lo que acontece en las palabras y en las vivencias que tienen los protagonistas (Toto y Nata) durante la obra.

-¿Durante cuánto tiempo se va a poder ver en Buenos Aires?

-La obra se hace del 1 de julio al 17 en una temporada limitada. Voy a estar con un actor maravilloso que admiro un montón: Alberto Ajaka que lo conozco hace un montón porque cuando estábamos en Colombia veíamos pues mucha tele argentina y siempre me pareció fantástico.

-¿Qué programas argentinos veías?

-Me lo acuerdo en Guapas, que fue una serie muy divertida. Cada cosa que habíamos visto de su trabajo nos gustaba un montón y tenía todos los ingredientes que necesitaba Toto.

-¿Cómo fue hacer la obra con Carlos Torres en Colombia?

-Antes de la pandemia lo hicimos con Carlitos, que, además, para él fue una experiencia muy importante porque era la primera vez que hacía teatro. Chapeau, se le midió al gran reto que significa hacer teatro y sobre todo a una puesta como esta. No hicimos muchas funciones porque esta es una obra que siempre hemos tenido como muy guardada, como nuestro bebé preferido. Y yo sabía que en algún momento iba a tener la oportunidad de presentarla en Argentina, que es una plaza que soñé desde la primera vez que me paré en la calle Corrientes.

-¿Cómo se concretó el sueño de hacer teatro en Buenos Aires?

-Mariano es uno de los productores más importantes de teatro en Colombia y sabíamos que en algún momento también queríamos venir a Argentina. Y aprovechando el boom de “La Reina del Flow”, que la gente sabe quién soy, nos decidimos a venir.

Carolina Ramírez y Alberto Ajaka
Carolina Ramírez y Alberto Ajaka estrenan el 1 de julio "Lo que queda de nosotros" en la Calle Corrientes, en una temporada limitada

- ¿Cómo lo conociste a Mariano?

-Quien dice que no encuentra el marido en una discoteca es mentira. Me sacó a bailar y bailaba bien, por eso le di bola, si no hubiera bailado bien no.

-Un argentino que baila bien no es tan habitual para una colombiana…

-No, los argentinos bailan bien. La verdad bailan muy bien. La cumbia les da cierto ritmo, no son canadienses.

-Los salvo la cumbia

-Los ha latinizado.

-“La Reina del Flow” podría ser la reina de la cumbia en Argentina.

-Pero aquí ya hay muchas reinas de cumbia.

-¿Y qué paso con Mariano después de la discoteca?

-Cinco meses después vengo a Argentina porque mi hermano estudió acá y digo “ay, yo tengo un amigo en Argentina, lo voy a llamar”. Me pasó a buscar por el aeropuerto y a cada lugar al que salía y me dijo “amigo tuyo no voy a ser” y empezó este amor. Los primeros dos años fuimos novios a distancia, muy duro y nada barato no salió. Pero después de eso llegó el momento de decidir dónde queríamos estar, yo quería venir a Buenos Aires desde la primera vez que me paré acá por muchas razones: tiene todo lo que me gusta, es una ciudad cultural, con un espacio público maravilloso, a los colombianos nos quieren un montón gracias al fútbol obviamente.

Carolina Ramírez conoció a su esposo argentino en una discoteca y se enamoró porque él bailaba bien. Ahora viven temporalmente en Buenos Aires y son socios en la vida y el arte

-Y ahora a “La Reina del Flow”…

-Y ahora a “La Reina del Flow”, pero esto fue hace 14 años. Ahora, por lo menos, ya saben quién soy. Pero en esa época a pesar de que nadie me conocía igual los argentinos son grandes anfitriones y fue un lugar donde me sentía bien, donde la pasaba bien, donde tenía todas las cosas que me gustaban: librerías, museos, espacio público, verano, bueno, el invierno es horrible pero no importa, yo vivía en Bogotá así que tampoco había tanta diferencia. Y cuando llegó ese momento de tomar la decisión para dónde íbamos yo quería venir a Argentina pero me sale una serie muy importante que hago que se llama “La pola” que es una serie de época, y pues Mariano muy generosamente me dijo “yo me voy para allá”. Le dije bueno, “pues casémonos de una vez”. Y nos casamos como para de una vez darle papeles. Vivimos 11 años en Bogotá y ahora estamos entre aquí y allá…

-Una vida que gira por el trabajo…

-Sí, ya estamos con ganas de estabilizarnos, pero tengo un trabajo que no es muy estabilizador. Mariano sigue produciendo en Colombia. Yo sigo haciendo cosas en Colombia y en México. Estoy un poco aquí, un poco allá, pero juntos como socios de vida y en esta empresa pues maravillosa que es el arte y que es hacer teatro porque es lo que más nos gusta.

-¿Ser socios es apostar al amor, a pesar que hay mucha gente que lo esquiva para no sufrir, no, como le pasa a la protagonista de la obra?

-Ese es el espíritu de Nata que es una adolescente que al tener una gran pérdida decide no tener más afectos con nadie y abandona a su perro. Ese es el detonante de la obra. Me genera muchos desafíos como actriz que son muy interesantes de apostarle. Por ejemplo que la hago argentina y cuando me sale la palabra “carro” es no, es “auto”.

-Igual una de las cosas más maravillosas que paso con “La Reina del Flow” es que tomo el lenguaje de Medellín y no lo neutralizó sino que convirtió en un valor la diferencia…

-He pasado por esas etapas cuando la televisión nos obligaba a neutralizar el acento, que era hablar mexicano y ahora estamos en esta nueva onda global en donde cada quien se le respeta de dónde es. Ya no hay fronteras.

En "La reina del flow
En "La reina del flow 2" el personaje de Yeimy Montoya se convierte en una cantante latina, compositora y productora que se sobrepone a la violencia (Créditos/Caracol TV)

-¿En los premios Platino, en España, viviste la proyección global de series que antes solo aspiraban a un público latinoamericano?

-Claro. Estábamos ahí gente de Argentina, de Colombia, de México, de Perú, de Brasil, toda Iberoamérica. Ya hay series con personas de diferentes nacionalidades y no importa cómo hablamos, qué palabras usamos, todo es bienvenido. Tenemos muchas ganas de conocer cómo se habla en otros lugares y eso es muy importante ¿no? La industria junta se potencia. Somos poderosos en la medida en que estemos juntos.

-La pregunta que más te hacen: ¿Hay temporada 3 de “La Reina del Flow”?

-Una tiene que agradecer las posibilidades que ha tenido. Pero la tele te come un poco la vida, porque la tele se demora mucho en hacerse. Igual para una tercera temporada todavía falta mucho. Hay mucha tela por cortar. Hay muchas cosas que hay que poner sobre la mesa que, ni siquiera, tienen que ver conmigo, tienen que ver con la historia, qué más hay para contar. Obviamente cuando a mí me preguntan después de terminar una segunda temporada con una pandemia en la mitad “¿vamos a hacer tercera?” No, vade retro Satanás. Claro que no. No hay posibilidad alguna. Pero después una ya tranquila, en frío, cuando uno va a unos premios como los Platino y tiene contacto directo con la gente de España, de Argentina, de otros países que agradecen un montón pues uno ya sí se replantea la posibilidad de decir “toda esta gente quiere”.

-¿Qué es central para vos para la continuidad de “La Reina del Flow” y que no se degrade el espíritu de empoderamiento que cautivó a la audiencia y generó una novela innovadora?

-Es muy importante saber qué vamos a contar, porque hacer por hacerla no, la verdad prefiero seguir haciendo teatro.

-¿Tu sueños es el teatro?

-Siempre tuve ganas de hacer esta obra y creo que la vida está para realizar las cosas que se sueñan, por las que se trabaja y he trabajado un montón por cumplir el sueño de estar en calle Corrientes, de pertenecer, aunque sea en una temporada corta, a este mundo hermoso que es el teatro argentino.

Carolina Ramírez en la redacción
Carolina Ramírez en la redacción de Infobae habla de "La Reina del Flow", el compromiso con los animales, los jóvenes en Colombia y la obra de teatro "Lo que queda de nosotros"

-¿Qué valoras del teatro argentino?

-El público. En Argentina hay una cultura teatral, hay un público que va al teatro, que disfruta el teatro, y de todos los gustos, desde el teatro de revista, el teatro under, el teatro independiente, el teatro comercial. La gente disfruta de ir al teatro. Más allá de la experiencia de pertenecer al gremio teatral quiero vivir la experiencia de hacer teatro para un público conocedor como el argentino. El 1 de julio sabré si valió la pena o no.

-En Colombia muchos jóvenes, durante la protesta social, sentían que no tenían nada para perder y vos te mostraste preocupada por el futuro de tu país. ¿Cuál es tu mensaje para los jóvenes colombianos?

-Que sigan luchando para no perder sus espacios. En la juventud se tiene tanta sed de lograr cosas, de empoderarse, de cumplir sueños y no te pueden truncar eso simplemente porque no tenés el poder. La juventud, no solamente en Colombia, tiene mucho poder porque son muchos y son muy poderosos. Los jóvenes tienen una participación muy importante en la política y en lo social. Los adultos son los que hacen las grandes cagadas, se encargan de coartar las libertades de los demás y hay otros que el bus ya los está dejando.

Son los jóvenes los que tienen un montón de cosas para crear. Colombia merece que sus juventudes tengan una nueva oportunidad de educarse, de crecer, de sentir que no van a perder el tiempo estudiando una carrera en la que después no van a tener un trabajo o sin una oportunidad de estudiar y de alimentarse. Son los jóvenes los que tienen en estos momentos la gran responsabilidad de cambiar la realidad del país porque ya está comprobado que los viejos no pudieron.

-¿Qué sentiste con el final de “La Reina del Flow” que parecía el final de una mujer empoderada aunque tu actuación no la dejo declinar en su actitud más allá de sus elecciones?

-Hay un gran mensaje ahí pues que es el perdón que debe existir, sobre todo, para poder continuar con la vida, independientemente de cuál ha sido el final o no, si nos gustó o no, si me gustó a mí o no, pues era un final que le pertenecía a un cliente y había que hacerlo y había que llegar ahí. Pero cómo llegar ahí creo que es lo más importante.

Carolina Ramírez va a hacer
Carolina Ramírez va a hacer teatro, por primera vez, en Argentina por una temporada muy breve mientras trabaja entre Colombia, México y España

-La reina termina decidiendo con quién se queda, cómo se queda, por qué se queda y no es una reina que termina jaqueada en la partida de ajedrez entre dos hombres. ¿Esa actitud es una búsqueda tuya?

-Busqué mucha coherencia para que el personaje fuera consecuente, incluso, en las mismas cosas con las que se contradijo, porque todos los seres humanos nos contradecimos todo el tiempo. Creo que lo que la hace reina es, precisamente, lo humana que es. Y lo humana que es hace que las chicas se identifiquen tanto.

-¿Cómo compusiste a Yeimy Montoya (”La Reina del Flow”)?

-Hay un trabajo colectivo que hizo que todo fuera posible. Una siempre en maquillaje o en vestuario habla de los personajes. Hay cosas en ese feedback de la cotidianeidad de un rodaje que una va rescatando. Yeimy Montoya es el resultado de una conjunción de muchas mujeres, no solamente Carolina Ramírez ahí, ahí están metidas todas las mujeres que pasaron por mi vida y que me inspiraron para hacerla lo más coherente o verosímil posible.

-Otra de las cosas que son muy innovadoras es la relación maternal con un hijo joven y que se sale de los estereotipos de la madre clásica. ¿Es un desafío retratar a esa nueva maternidad?

-Veo todo el tiempo en mis amigas, en las que son madres, mujeres muy empoderadas a las que ser madres no les coarta para nada su libertad, al contrario, creo que las potencia. Son maternidades potenciadas precisamente por esos hijos que las ven brillar y que son hijos más potentes todavía porque ven unos espejos de unas madres que se sienten realizadas, que hablan abiertamente de su sexualidad, que no pasa nada si no tienen un padre al lado, que no pasa nada si no están metidas en la cocina, que no pasa nada si no están todos los días con ellos, porque, de todas maneras, todavía pueden seguir siendo madres presentes, pueden seguir siendo madres laburadoras, pueden seguir siendo madres bellas, pueden seguir siendo madres poderosas jóvenes o no tan jóvenes pero sentirse bellas.

Carolina Ramírez habla sobre la posibilidad de una tercera temporada de "La reina del flow" y la importancia del relato y la dignidad de las mujeres en la historia

Han cambiado muchas cosas y a mí me alegra mucho poder, de alguna manera, haber representado a todas esas mujeres que hoy en día son esas madres que son guapísimas y tienen hijos adolescentes. Ya no vivimos en ese mundo donde la madre tiene que ser abnegada y se tiene que partir en mil pedacitos para poder sacar a sus hijos adelante. Una mujer mientras más armada y más poderosa es sus hijos van a ser mucho más poderosos.

-¿Cómo fue tu mamá?

-Mi mamá fue trabajadora. Y mi mamá es muy guapa porque ella es hermosa, pero mi mamá trabajó todo el tiempo y cargaba con una culpa muy grande, veía espejos de otras madres que se habían dedicado a sus hijos y ella no, ella trabajaba. Pero yo realmente agradezco un montón ese ejemplo que me dio mi madre porque fue súper presente. El hecho de que mi mamá no estuviera todos los días poniéndonos el uniforme, llevándonos al colegio, no me dejó ningún hueco emocional porque mi madre no estuvo ahí, al contrario, fue súper intensa y lo agradezco un montón. Verla a ella realizarse como mujer me dio las herramientas para realizarme como mujer.

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