Valentina Berger, la argentina nominada a dos Tony revela los secretos de Broadway: presupuestos millonarios y obras con dos décadas en cartel

Hace más de veinte años se fue a la Gran Manzana con un sueño. En diálogo con Teleshow contó cómo es trabajar en una de las plazas teatrales más importantes y las principales diferencias con Buenos Aires a la hora de llevar una pieza a escena

Valentina Berger

In New York

Concrete jungle, where dreams are made of

There’s nothin’ you can’t do

Now you’re in New York

These streets will make you feel brand new

Big lights will inspire you

Let’s hear it for New York

New York, New York

(Alicia Keys)

“Estar nominada a un Tony”, escribió Valentina Berger en su lista de cosas para hacer en Nueva York cuando hace más de una década, en el 2008 al terminar la secundaria llegó a la Gran Manzana. Aquello que sería un curso de verano, se transformó en su nueva vida, el amor hizo que se quedara en Estados Unidos donde hoy vive con su parea e hijos y este domingo por la noche estará presente en el Radio City Music Hall, en la entrega de premios que reconocen a lo mejor del teatro estadounidense.

Valentina Berger mostró la invitación a los premios Tony

Junto con su colega Ricardo Hornos cosechan dos nominaciones. Una a mejor obra por The Minutes y otra a mejor reposición musical, por Company, las piezas que se presentan en los teatros Studio 54 y Bernard B. Jacobs en Broadway. Además de ellos, el también productor argentino Diego Kolankowsky tiene cuatro nominaciones por la obra American Buffalo.

“¡No caigo! Estoy super feliz, fue tan larga la temporada, porque estamos desde hace tres años (se suspendió por la pandemia) y este domingo es como la vuelta al teatro oficial”, dijo la productora teatral a Teleshow a la vez que admitió ser una “bendecida” ya que durante el confinamiento y el cierre de los auditorios pudo generar otras cosas para mantenerse en movimiento.

Valentina Berger y Ricardo Hornos

Las calles se iluminan con las luces del Times Square, aunque el sol cae, parece de día, no por nada Manhattan es la ciudad que nunca duerme. Las marquesinas de los teatros son las protagonistas y es que Broadway (aunque la mayoría de los auditorios ya no se ubican en la mítica avenida) es una de las plazas teatrales más importantes, asombrosas y que más dinero mueve en el mundo. Y la pandemia no logró apagar esas luces.

“Algunas cosas cambiaron en este tiempo, hay que entrar con barbijo a los teatros y algunos piden carnet de vacunación. Pero lo principal es que la gente grande no volvió, ahora ase ve más gente joven”, dijo Berger sobre la actualidad y diferenció también que antes el público solía comprar las entradas con mucha antelación pero que ahora, ante la incertidumbre sobre que puede pasar, lo hacen a a último momento: “Ahora vas a la boletería y hay entradas, era mejor cuando sabías que tenías las entradas vendidas, pero lo importante es que la gente venga”.

Tal vez a diferencia de lo que ocurre con las piezas teatrales que se realizan en Buenos Aires, muchas de las cuales se van reacomodando función a función, allí lo que pase el día del debut es crucial, ya que además el público se guía mucho por la crítica: “La mayor adrenalina es el día anterior al estreno, que ahí te das cuenta si funcionará o no”. Así como en el mundo gastronómico la cantidad de estrellas que la guía Michelin pone a un restaurante puede definir su futuro, en este caso el artículo del New York Times que suele salir a las 22.00 del día del estreno puede bajar obras de cartel: “Vi piezas despedirse al día siguiente y otras que gracias a eso estuvieron cinco años”.

Company, una de las obras de Valentina Berger en Broadway

Ella no tiene los números que saldrán en la lotería, pero luego de años de trabajar en el rubro, tiene ciertos indicadores que utiliza a la hora de elegir dónde invertir y divisar si una pieza funcionará o no, como pueden ser el teatro dónde se realizará, si tienen una celebridad como protagonista o si estuvo en la cartelera de Londres, por ejemplo, aunque aclaró que la suerte siempre es un factor que juega un rol importante.

Aunque hoy ya tiene un nombre en la industria, aseguró que no le fue más difícil por ser mujer y latinoamericana “Hay que moverse bien, trabajar fuerte y creo que ser argentina lo llevo con orgullo porque es lo que me hace especial, ser distinta, ser mujer. Hablo bien el idioma que es algo importante, hacerse entender también desde los códigos y cómo se manejan los americanos que es distinto”. ¿Una recomendación? “Al que quiera venir acá que lo haga sin miedo y Broadway no es todo, hay muchas cosas en las que se puede trabajar, es una industria muy chica y hay que hacer teatro donde se pueda, después una cosa lleva a la otra”.

Ser argentina le aporta una fortaleza: “Sabemos resolver, somos flexibles, pensamos muy creativamente, como siempre pasa algo y tenés que estar con ese factor extra, nos amoldamos muy bien a cualquier situación. Además somos cálidos y nos importa la gente”.

Una de las principales diferencias en el proceso desde que surge una idea hasta que se plasma en el escenario, son los tiempos, allá todo es mucho más extenso que en Buenos Aires u otras plazas nacionales como Mar del Plata o Villa Carlos Paz, por eso el riesgo a la hora de invertir puede parecer alto, no solo en cuanto a lo que a dinero respecta. “Tal vez se tarda mucho tiempo en gestar algo y se trabaja mucho y tal vez a los diez días del estreno se baja”, explicó y dijo que por ejemplo ya está trabajando en una pieza para el 2025: “Será sobre un personaje importante en la historia, se está escribiendo desde cero con equipo americano y mexicano”.

Times Square

Respecto a lo monetario, explicó que “el modelo que se estila es financiar las obras con privados, los inversores compran pedacito y las ganancias y las pérdidas se distribuyen”. Tener un presupuesto mucho más amplio hace que indefectiblemente cambie la forma de trabajar, por ejemplo, en Nueva York están mucho más delimitados los roles dentro del staff, mientras que a nivel local al ser los equipos más chicos cada integrante suele tomar más de un rol: “Más inversión a veces genera más presión, pero siempre hago teatro con el mismo respeto”.

Una de las piedras más frecuentes que suelen encontrar los productores en el camino es conseguir el teatro donde se desarrollará la pieza: ”Hay 40 teatros, de los cuales 10 están tomados por musicales que llevan diez o veinte años en cartel, y de los que quedan algunos son para obras de texto y otros para musicales. La clave es hacer la obra afuera invitar a los dueños y a los inversores, tener una buena crítica y que al dueño del teatro le guste”.

Chigago, uno de lo musicales con mayor permanencia en cartelera (Foto: Getty Images)

Obras como Chicago, Aladdin o El Rey León, que llevan décadas en cartel si bien parecen invencibles, no son en realidad competencia, ya que apuntan a un público distinto, a los turistas de todo el mundo que al llegar a la Gran Manzana no quieren perderse la atracción y para sacase el gusto -los tickets salen entre cincuenta y cien dólares dependiendo el día y la ubicación- lo hacen con piezas icónicas. “El primer año es para público local y de ciudades aledañas, a partir del cuarto o quinto año, es para los visitantes, por eso hay obras que duran tanto tiempo en cartel, el que viene de afuera quiere ver lo que ya conoce”.

Aunque tiene muchos proyectos en Estados Unidos, Valentina siempre está ligada a la Argentina. “Me gusta hacer teatro y cuando lo hago en Buenos Aires es divertido el aprendizaje y el intercambio que se da. Es mi país y me gusta que acá con poco se puede hacer mucho y es una excusa para ver a mi familia y a amigos”.

Con un pie en cada lado del hemisferio, continúa con la producción de Madres en el Paseo la Plaza hasta fin de año, con la academia Go Broadway que capacita a jóvenes en diferentes ramas artísticas y que tuvo como alumna este verano a Muna Pauls y tiene en vista algunas obras de teatro: “Es como un jardín que hay que regar y ver qué florece, siempre hay que tener varios proyectos en teatro porque se para uno y avanza otro”.

Además el año que viene comenzará con el rodaje de una película que se desarrollará entre Buenos Aires y Nueva York como locaciones principales, con dirección de Carlos Mentasti y también en sociedad con Ricardo Hornos. El filme será una comedia romántica que retratará la historia de una joven que va a probar suerte a Manhattan, seguramente inspirada en aquella chica que hace catorce años escribió, decretó, en un papel que algún día estaría nominada a un Tony.

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