Esta semana Moria Casán recibió una invitación que la llena de orgullo, y por más de que su trayectoria y profesionalismo avalan su versatilidad para manejar el nerviosismo escénico, confiesa que se propone vivir cada estreno como si fuera la primera vez. En diálogo con Teleshow, asume que fue un desafío ponerse en la piel de Julio César en la obra dirigida por José María Muscari, pero a un mes del debut en el reinaugurado Cine Teatro El Plata queda en evidencia que la propuesta disruptiva y performática rindió sus frutos. La One abrirá el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida los primeros días de julio en Madrid.
Cada sábado y domingo la artista sube a las tablas en Julio César, una de las obras más emblemáticas de William Shakespeare, con una adaptación de Mucari que deja huella propia. El elenco lo completan Marita Ballesteros, Mario Alarcón, Alejandra Radano, Malena Solda, Mariano Torre, Mirta Wons, Vivian El Jaber, Fabiana García Lago, y Payuca. Al ver las fotos de los banderines que anuncian su llegada a la capital española, Moria expresó emoción por participar de la 68ª Edición del Festival de Mérida, y transmite su alegría y gratitud durante la comunicación telefónica con este medio.
“Estoy súper honrada de representar a la Argentina y de que en las escenas las mujeres cubran los roles masculinos y los femeninos los hombres. Desde que me lo propusieron me pareció fantástico y la verdad es que un proyecto muy angelado desde el comienzo, porque apenas empezamos a ensayar nació esta invitación para el festival que ahora se concreta”, reconoce al comienzo de la charla. Y agrega: “Somos muy compañeros, hay una mística tan especial en este grupo, que desde el momento que salieron las entradas se agotaron enseguida, y eso es una bendición porque si bien el teatro tiene una entrada accesible, no es fácil poner el cartel de localidades agotadas todos los días”.
Amable, entusiasmada, y con un genuino asombro por la forma en que fluyó cada función, así se la nota por teléfono. “Es un hecho muy bisagra para el teatro argentino en general, es especial llevar a nuestra madre patria y nosotros vamos abrir el festival”, cuenta, y detalla otra serie datos que justifican su emoción. “Es el único teatro romano que hay en Mérida, tiene más de 2000 años y es como un Coliseo romano que está declarado Patrimonio Cultural por la UNESCO; es mucha información, pero debemos merecerlo porque por algo nos tocó a nosotros”, reflexiona. Cuando piensa en los motivos de que el público los haya acompañado desde su desembarco en el barrio de Mataderos, asegura que el buen clima laboral y la voluntad de todo el equipo resultan cruciales.
“Nunca hubo ni un solo problema, debutamos con fluidez y naturalidad”, celebra. “Muscari es muy genuino y toda la gente con la que trabaja tiene su carga enérgetica, porque no puede trabajar con quien no establezca cierta empatía humana; y a veces te puede gustar alguien como actor pero capaz como persona es un desastre y no se puede laburar así”, explica. Lo cierto es que si se trata de agenda, la artista tiene un cronograma de actividades ajustadas día tras día, porque los lunes, miércoles y jueves actúa en Brujas en el Teatro Multitabaris Comafi, y los fines de semana tiene doble jornada: por la tarde Julio César y por la noche Brujas.
“La resiliencia me parece la única manera de vivir la vida bien, porque te construís y vas haciendo las cosas con constancia, sin tirar la toalla. Empezás el día movilizada, como si fuera la primera vez y no de manera apática ni como sacrifio”, sostiene. “Trato de aplicar ‘la no queja’, nada de: ‘Ay... ahora tengo que ir al teatro’, todo lo contrario, porque después de 31 años tener que ir al teatro es un placer”, reafirma. Además define el mundo teatral como “una actividad balsámica para el espíritu”, y lo califica de atemporal, por la capacidad de atravesar generaciones y seguir vigente desde tiempos inmemorables.
Estas últimas funciones de la versión argentina del clásico shakesperiano -se despedirán el domingo 19 de junio-, las encara con gratitud a los espectadores. “Lo logrioso es que hayamos debutado en Mataderos, incluso más que si hubiéramos debutado en el San Martín, que es fabuloso, pero es calle Corrientes; y que haya sido en un teatro de barrio que resurgió, me parece que le dio otra dinámica también”, remarca. En medio de la conversación la mediática se detiene en otro curioso detalle que interpreta como una señal de la buenaventura.
“Al lado del teatro hay una casa de duendes, que yo soy recontra creyente en los duendes. Hay unos duendes impresionantes tamaño humano, es todo un centro holístico impresionante ese lugar”, revela. “La gente del elenco tampoco lo pueden creer porque a los dos días de ensayar les estaban preguntando si en julio podían irse a España, que ya eestaba la posibilidad del festival, y que ahora se confirme es un regalazo del universo”, sentencia. El 1°,2 y 3 de julio el elenco será el encargado de dar comienzo al festival de Mérida, y ese debut volverá a ser especial en la carrera de Casán: “Es teatro clásico y creo que cuando salgamos a actuar frente a tres mil personas allá va a ser tan fuerte que vamos a flashear mucho”.
Su pareja, Fernando Pato Galmarini, viajará con ella para acompañarla en este momento bisagra y luego disfrutarán de una luna de miel en España. La propia Moria lo titula así, porque considera que están “unidos simbólicamente” desde la ceremonia que hicieron en diciembre de 2021. “Nos vamos a quedar en una casa y de ahí vamos a la playa durante mis vacaciones; estamos felices y vamos a tratar de disfrutar como corresponde y como nos merecemos”, expresa.
Sobre el final de la charla La One hace mención de su hija, Sofía Gala, y se decalara su fanática número uno. “Me honra tener esa niña tan talentosa, que siempre está siendo fiel a sí mi misma, y me emociono cuando leo las críticas eximias sobre el trabajo que está haciendo en teatro y en cine”, asume conmovida. Se despide con otro halago para la actriz, que ganó el Martín Fierro como mejor actriz de reparto por su interpretación en Apache y El Tigre Verón. “Fue mi nieta Helenita, que fue su primer social acompañando a la mamá, y me hace acordar que a Sofía le encantaba acompañarme a los Martín Fierro, así que esta vez decidieron ir juntas y eso fue muy especial para toda la familia”, concluye. Madre e hija, sin dudas están cosechando los frutos de un 2022 que no deja de sorprenderlas.
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