La felicidad de Diego Torres por regresar a una de sus pasiones, a seis semanas del accidente

El músico, que acaba de terminar su gira por Buenos Aires, Córdoba y Rosario, retoma de a poco sus actividades tras fracturarse una costilla y haber contraído COVID-19

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Diego Torres
Diego Torres

Luego de haber realizado cuatro conciertos en Buenos Aires, uno en Rosario y otro en Córdoba, Diego Torres volvió a otra de sus pasiones: el running, actividad que había suspendido hace un mes y medio, primero por un accidente mientras entrenaba y luego por haber contraído coronavirus.

“Hoy volví a correr, una alegría inmensa”, escribió el músico en su cuenta de Instagram con el tema “Hoy” de su último disco Atlántico a pie, de fondo. Hoy tú has despertado con las ganas de volar. No hacen falta alas para el vuelo levantar. Búscalo. Nada es imposible ni lejano. No dejes que el miedo se haga espacio en tu interior. Nadie tiene dudas que es más grande tu valor. Inténtalo (inténtalo) Limite infinito está en tus manos, reza la canción elegida, dedicada al cordobés Jean Maggi el atleta en silla de ruedas que se dedica a dar charlas motivacionales y reparte bicis adaptadas.

Diego Torres regresó a sus
Diego Torres regresó a sus entrenamientos

En su historia, el también actor explica: “Después de seis semanas de mi accidente entrenando en bicicleta chocando contra un auto donde me fracturé una costilla y después de mi COVID-19, volví”.

Por su cuadro de coronavirus había tenido que reprogramar los shows que brindó en el Gran Rex. En el segundo recital que dio justamente definió su camino para llegar al escenario como “una carrera con obstáculos” y detalló el accidente que había tenido en Miami: “Venía bien, yo entrenaba con mi bici, por que sí, soy artista deportista tengo que poner mi energía en algún lado sino estoy insoportable. Entonces venía con mi bici y un auto me llevó puesto y volé por el aire y mientras estaba saltando pensaba ‘los conciertos’, y caigo parado, como un gato. En el auto venía un chico con su padre, que lo miró como diciendo ‘¿este es el boludo que canta?’, tuve una costilla mal, después llegué a acá y me agarré el maldito virus, pero finalmente estamos acá”.

En ese momento, con humor como si se tratara de un show de stand up, agregó sobre cómo transitó la enfermedad: “Solo y aislado como loco malo. Fue difícil siendo un hombre que le gusta hablar. Hablaba por el portero. Así que gracias por venir”.

En uno de sus Gran Rex hacia el final del show cuando entonó “Atlántico a pie”, rompió en llanto. Si tuviera que subir los Andes otra vez. Por ti lo haría. Yo por ti lo haría. Y si tuvieras que cruzar el mundo. Juro y yo doy fe. Que tú lo harías para encontrarnos. FAl cerrar el tema no pudo seguir y todos quedaron atónitos. Como seguramente le pasó a los espectadores la música lo transportó hasta un lugar que no tuvo más que darle rienda suelta a la emoción y comenzaron a caerle las lágrimas.

Tras un aplauso explicó que el tema fue en honor a su amigo Gonzalito, a quien conoce desde la escuela, que estuvo al borde de la muerte y que gracias a Dios y a los médicos, lo estaba acompañando desde la platea. “Como decía mi querida mamá, desgraciadamente uno aprende más de los momentos difíciles. Son momentos complicados para todos y cuando te pasan cosas de vida o muerte es cuando tomás dimensión y hacés foco donde hay que hacerlo. Gracias por venir a compartir esta noche”, dijo y como la idea era irse con una sonrisa a casa, cantó “Para sentirme libre”, mientras la gente aplaudía, bailaba y le acercaba regalos.

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