Dejó el fútbol por la danza, se recibió de abogado y a los 40 regresó a los escenarios: la historia de Juan Pablo Ledo, primer bailarín del Colón

Comenzó a bailar desde chico y a los 16 fue seleccionado por Julio Bocca para formar parte de su ballet. Luego de un parate de dos años por la pandemia, y a la edad en la que muchos piensan en retirarse, él está en su mejor momento

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Juan Pablo Ledo, primer bailarín del teatro Colón, regresó tras dos años de parate por la pandemia (Fotos: Christian Beliera)
Juan Pablo Ledo, primer bailarín del teatro Colón, regresó tras dos años de parate por la pandemia (Fotos: Christian Beliera)

La vocación siempre estuvo, pero fue por casualidad que empezó a cultivarla. Juan Pablo Ledo empezó danza a los 7, acompañando a su hermana y para corregir su postura, ya que tenía pie plano. No sabía que en aquel estudio encontraría su pasión. También practicó otros deportes como natación y fútbol hasta que en su adolescencia tuvo que tomar una de las decisiones más importantes de su vida: el baile o la pelota. Hoy -desde hace 16 años- es primer bailarín del Teatro Colón y tras dos años de suspensión de actividades por la pandemia, a sus 40, regresó al escenario.

“Estos dos años de pandemia fueron durísimos, porque no sabíamos cómo volveríamos”, dijo a Teleshow tras haberse presentado en abril con la emblemática piza Giselle a la que define como “de una complejidad técnica muy grande” y mientras, se prepara para hacer Sinfonietta/Carmen del 28 de junio al 7 de julio. Para poder volver a sentir la felicidad de pisar un escenario sabía que cuerpo y mente jugaban un rol fundamental.

“Fue terrible, siempre desde los 15 años que no paraba más que 30 días de vacaciones y enseguida arrancaba con el comienzo de temporada y de golpe esto de dos años. No sabíamos cómo funcionaría el cuerpo y ponerme nuevamente en ejercicio, las primeras semanas fue traumático, era peguntarme si iba a estar en condiciones, empezar a saltar de nuevo porque solemos ejercitar el salto y al no saltar durante dos años se hace difícil”, dijo sobre cuáles eran algunos de los miedos durante la cuarentena.

Juan Pablo Ledo, sobre el escenario del teatro Colón
Juan Pablo Ledo, sobre el escenario del teatro Colón

Agradeciendo a Dios por la “genética” y “la fuerza”, aseguró que el día del estreno fue justamente como “saltar un umbral, un antes y un después” a tal punto que a sus 40 está muy lejos de pensar en una despedida. “El cuerpo era importante, pero también lo era que la cabeza tuviera ganas, porque podés volver desganado y decir ‘a los 40 ya bailé todo’, pero no. Pude reencontrarme con la gente y que el cuerpo funcionara... no podía levantar ni el cuerpo y poder hacerlo y tener la sensación de lo que era bailar... ¡Estoy feliz!”.

“Soy el mas grande (del elenco) y me dieron el deber y la responsabilidad de estar en el rol principal, hay chicos jóvenes pero estoy activo y feliz de brindar el conocimiento que con los años que se asentó”, agregó. Sobre el Juan Pablo bailarín post pandemia, reflexionó: “Me cambió la forma de bailar, ahora estoy mas introspectivo y lo encarás de otra manera después de este break. Los lugares por donde uno pasó los va a volver a encontrar, pero diferentes porque te acompaña el oficio, uno de joven hace las cosas arrebatado pero de más grande, se disfruta”.

Juan Pablo Ledo en Giselle (Foto: Máximo Parpagnoli)
Juan Pablo Ledo en Giselle (Foto: Máximo Parpagnoli)

La cuarentena total y obligatoria que rigió en el 2020 no solo implicó el cierre del Colón y de todos los teatros, sino el cambio en la rutina de entrenamientos y ensayos, cosa que no fue fácil porque además de la virtualidad en muchos casos hubo que sumarle la falta de espacio a la hora de ejercitarse: “Intentamos hacer clases por zoom 5 o 6 meses y fue larguísimo, duro, yo saltaba pero en mi casa me volví loco, colapsado. Después se intentaron abrir funciones pero no era lo mismo que ahora, había control y protocolos que lo hacían incómodo, así que este año recién volvimos a pleno y poco a poco entrando en la vorágine”, dijo y así es, ya que ensayan de martes a sábados.

Aunque la cuarentena fue “larga” su cuerpo “no lo sintió” y respondió bien. Siempre relacionado con el arte, durante dicho período dio clases vía zoom y seminarios.

Claro que aquella respuesta y la confirmación de la frase que dice que “el cuerpo tiene memoria” no fue casual, sino fruto de años de trabajo, esfuerzo y dedicación. Es que lleva bailando las tres cuartas partes de su vida: “En mi casa se bailaba en fiestas y a mi mamá le gustaba la danza y la llevó a mi hermana mayor -tiene también una más chica- y cuando cumplí 7 me mandaron porque tenía pie plano y me gustó para hacer ejercicio, porque sino te mandaban a poner un zapato ortopédico”.

Juan Pablo Ledo, a los 7 bailando (Instagram)
Juan Pablo Ledo, a los 7 bailando (Instagram)

Así comenzó a dar sus primeros pasos. Con el tiempo empezó a sumar otras actividades como natación, donde llegó a ser federado, y fútbol actividad en la que fue becado en la escuela de Claudio Marangoni hasta que tuvo que tuvo que tomar una decisión. Que sus pies definirían su futuro, eso era seguro, pero, ¿hacía qué lado? ¿danza o fútbol? “Con la pelota era bueno, es mi pasión, pero la danza fue el camino y no me equivoqué”.

“Mándenlo al Colón, acá pierde el tiempo”, le recomendaron a su madre las maestras de la escuela de danza a la que asistía en Villa Adelina. Tenía nada más que doce años cuando hizo el click y marcó su camino. Entonces comenzó a prepararse con una profesora y a los 15 ingresó a la escuela del mítico teatro ubicado en la calle Cerrito al 600.

Juan Pablo Ledo es desde hace 16 años parte del elenco del Colón
Juan Pablo Ledo es desde hace 16 años parte del elenco del Colón

En años donde la mayoría de los chicos piensan en salir y en qué hacer el fin de semana, él estaba enfocado en su carrea. “Siempre fui competitivo y lo tengo hasta hoy, viene con uno y nunca me quise quedar atrás”, dijo y es por eso que aseguró que no lo sintió como un sacrificio, aunque reconoció que hay que trabajar mucho para ingresar y luego para mantenerse. “En mi casa nos inculcaron siempre la cultura, no salíamos los fines de semana, éramos muy avocados. Yo fui al colegio Nacional Buenos Aires y mis hermanas al Carlos Pellegrini, es difícil estudiar ahí y hay una carga horaria muy grande”.

Pasar del estudio al que iba al Colón fue como saltar a las grandes ligas y estar jugando en primera: “Ahí me encontré con la verdad. De ser el mejor de ballet a encontrarte con compañeros y gente de mi edad muy avanzada, con un gran nivel. Entonces empecé a trabajar de forma prolija, ordenada, con mayor dedicación en el día a día para tener ese nivel”. Así estuvo los dos primeros años y los dos que siguieron los rindió libre ya que ingresó a trabajar a la compañía de Julio Bocca, donde el reconocido bailarín lo eligió entre 80 postulantes.

“Ahí comenzó mi locura, no por bailar sino por los estudios. Di dos años libre. De golpe estaba de gira por Italia durante cinco semanas y era llegar y estudiar, no salía con amigos para no perder tiempo, mi fin era otro”, recordó. Luego, aunque estaba muy bien con Bocca, dejó para ir al ballet contemporáneo del San Martín, donde pudo aprender otra forma de moverse, lo que le permitió regresar al Colón con mucha más experiencia. Desde sus 24 formar parte del ballet estable a la par que comenzó a estudiar Derecho, carrera de la que se recibió en el 2018 y que no ejerce en la actualidad, o al menos no de manera formal, ya que dicha formación sí lo ayuda a al hora de hacer contratos. por ejemplo.

Juan Pablo Ledo se recibió de abogado en el 2018 (Instagram)
Juan Pablo Ledo se recibió de abogado en el 2018 (Instagram)

Ser primer bailarín del Colón no es solo un trabajo. Es también una forma de vida que toca todos los ámbitos: “Uno termina acostumbrado, uno adopta una manera. Cuando tengo tiempo me gusta leer, doy clases, armo coreografías, todo relacionado”. A sus 40, no piensa en retirarse: “No se me ocurre, depende donde te encuentre la vida, yo encontré a los 16 mi trabajo, o mi trabajo me encontró a mi, y fui bendecido por Dios”.

Hace un tiempo, en diálogo con Teleshow Anita Martínez dijo que su sueño era ser bailarina del Colón, pero que al tener que salir a trabajar no pudo dedicarle el tiempo necesario. Carolina Ardohain deseaba lo mismo al llegar de La Pampa. En ese sentido, Juan Pablo coincidió como dijo al principio de la entrevista con que “ingresar y permanecer, es muy difícil”. A su vez, admitió que para hacerlo hay que realizar sacrificios, como cuidarse constantemente con las comidas o no salir de noche.

Un consejo para los jóvenes que quieren seguir sus pasos o destacarse en alguna disciplina: “Hay que hacer las cosas bien y tomarlas en serio. Hay que reconocer el don que uno tiene y diría que si les gusta lo que hacen, le den para adelante, con concentración, esfuerzo y dedicación plena en todos los sentidos, sin estar dispersos. A veces los chicos están afanados en querer estar en el mundo de redes y se olvidan que ellos en el mundo real son lo que vale. Te tiene que apasionar, y hay algo de estar en el lugar y tiempo correctos. A mi Dios me marcó el camino”.

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