La cuenta regresiva se detuvo y el primer volumen de la cuarta temporada de Stranger Things (el segundo saldrá el 1° de junio) al fin está disponible para aquellos que se quedaron con ganas de más tras el atrapante final de la anterior entrega. Una de las series más aclamadas de Netflix llegó a la pantalla con varias sorpresas pero que -evitando un spoiler- no hace falta adelantarlas. Que el televidente entonces las vaya descubriendo capítulo a capítulo.
Hablar de este proyecto escrito y dirigido por los hermanos Matt y Ross Duffer, indefectiblemente, nos lleva a Millie Bobby Brown, la gran estrella juvenil. Sin bien el guión que mezcla acción y suspenso con ciencia ficción gira en torno a un grupo de jóvenes, quien se lleva todos los flashes es ella, poniéndose en la piel de Eleven. Se trata de una adolescente que se escapa de un laboratorio y que tiene poderes. Así, con la cabeza rapada -al menos en sus primeros tiempos- y una gota de sangre asomando por su nariz, nuestra joven protagonista se fue ganando su lugar entre los seguidores de la serie.
¿Quién es Bobby Brown? Si bien tiene apenas 18 años –nació el 19 de febrero de 2004-, en este corto período su vida, gracias a su exposición mediática, cobró una gran popularidad a nivel mundial. Para los creyentes de que el destino está marcado, su caso podría servir como ejemplo. La joven nació en Marbella, España, aunque solamente vivió ahí cuatro años. Sus padres –Kelly y Robert Brown-, de nacionalidad inglesa, en ese entonces estaban en constante movimiento por una situación de salud que vivió la actriz cuando era bebé.
La familia abandonó las tierras españolas y se instalaron en Bournemouth, Inglaterra. Allí vivieron cuatro años más, hasta que finalmente, a sus ocho años, decidieron probar suerte en Estados Unidos y se mudaron a Orlando, en Florida. Así empezó una nueva etapa para Millie y para su futuro. Fue cuando decidieron inscribirla en una escuela de artes escénicas a la que iba los fines de semana y no solo trabajaba la parte de la interpretación, sino que también canto y baile.
Llegó un momento que su profesor pidió una reunión con sus padres y les recomendó que siguiera sus pasos en una escuela en Hollywood. Entendía que estar más cerca de la meca del cine iba a ser más que importante. Le hicieron caso y la recompensa llegó casi de inmediato. No llevaba ni siquiera un año de clases cuando fue convocada para sumarse Once Upon a Time in Wonderland, una serie clase B en la que estuvo en tan solo dos capítulos. Casi en lo inmediato vino Intruders, también, un producto menor, pero que a ella le sirvió para empezar a crecer desde lo artístico, pero no desde lo económico.
Su infancia de sacrificios
Todo esto fue suficiente para darse a conocer y empezar a construir la carrera que se le conoce actualmente, como una de las estrellas de su generación. Pero claro, el camino no fue sencillo ni mucho menos. En principio, cuando apenas nació, un estudio auditivo de rutina que se les hace a los bebés demostró que no escuchaba de un oído. En España hizo un tratamiento que no funcionó y por eso regresaron a Inglaterra. Vieron a distintos especialistas, pero nadie logró que recuperara su audición.
Eso hizo que, por recomendaciones médicas, se mudaran a Estados Unidos. Recorrieron especialistas, pero la respuesta fue la misma: que no había nada que hacer. Hace poco reveló que perdió la audición total de un oído, pero que eso no le impide hacer una vida normal ni muchos menos trabajar en lo que la apasiona. En el medio, casi no tuvo contacto con compañeros de colegio. Por sus contantes mudanzas de un país al otro, casi siempre tuvo tutores que iban a su casa a enseñarle.
La llegada a Hollywood fue con varios obstáculos, pero siempre estuvo acompañada. Para que pueda seguir su sueño, sus padres comenzaron a endeudarse. Comenzaron a tomar préstamos hasta que llegó un momento en el que no podían hacerle frente a las cuotas, y esto hizo que empezaran a vender muebles y distintos bienes. Sucede que si bien ella ya estaba dando sus primeros pasos, los dólares que ingresaban no alcanzan para nada.
Llegó un momento en el que ya no había de dónde sacar dinero y no les quedó más remedio que regresar a Inglaterra. Pero ya no a su casa, la que también habían vendido para mantenerse y solventar sus gastos, sino a la casa de una tía. El regreso, al principio, fue un gran sacudón. Puertas adentro, todos hablaban de su talento, pero la pequeña no lograba encontrar su lugar.
En 2015, luego de ser parte de un capítulo de Modern Family, decidió dar un paso al costado. Entendía que el sacrificio que estaban haciendo sus padres era descomunal y no quería que siguieran por el mismo camino. Sin ir más lejos, ya no tenían más nada que vender. Pero al fin llegó la recompensa tan ansiada. Cuando ya había hablado con sus progenitores de abandonar la profesión, llegó el golpe de suerte: la convocaron para Stranger Things. En ese momento tuvieron una nueva charla familiar. Les pidió una última chance y se la dieron.
Con esa presión sobre sus hombros fue a la audición. Sin ir más lejos, cuando la serie vio la luz y fue consultada por su llegada, contó que le dieron un guión y le pidieron que lo actuara. El libreto decía que tenía que llorar y sus lágrimas brotaron como nunca de manera inmediata. “Tenías las emociones a flor de piel y eso me sirvió para que las lágrimas salieran de manera muy fácil”, confesó. Lo increíble es que Eleven parece un personaje escrito a su medida. O ella se lo apropió de tal modo que es difícil imaginar a otra actriz en la misma piel.
Desde entonces, y gracias al éxito cosechado, los productores hacen fila por tenerla entre sus elencos. Es la figurita difícil, una de las más convocantes. Siguiendo por la misma línea, en 2019 se sumó a Godzilla: el rey de los monstruos. Al año siguiente llegó Enola Holmes también en Netflix y en 2021 volvió a la pantalla grande con Godzilla vs. Kong. Y para este 2022 tiene programados el estreno de la secuela de Enola Holmes. Sin dudas, un premio al esfuerzo y sacrificio.
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