Desde su muerte el 25 de noviembre del 2013, Ricardo Fort se convirtió en un mito. Hoy, miles de jóvenes que no lo vieron en actividad comparten sus memes, se fotografían con murales de El Comandante y hasta usan objetos con su cara. Como todo ídolo, sus objetos valen mucho y es por eso que un amigo suyo decidió subastar la copa que el chocolatero utilizaba para brindar en su programa de América. El dinero será destinado a un fin solidario.
Juan Martorelli, amigo del artista y empresario, contó en diálogo con Juan Etchegoyen en Mitre Live: “Voy a subastar la copa de Ricardo Fort, la que usaba en su programa de televisión, es una copa que me la dio Ricardo en su momento, y antes de que hable algún payaso o alguna sanguijuela voy a subastarla por Mercado Libre para donarla a la fundación de barberos que trabaja gratis en comedores y merenderos para los chicos”.
Luego, el conductor destacó que la mencionada subasta partiría en el millón de pesos. “Un día me gustaría que se sepa todo lo solidario que era Ricardo por la gente que ha ayudado sin decirlo y esa es la manera en la que el universo después te devuelve, lo voy a subastar para los fanáticos de Ricardo y sepan que va directo a una cuenta social que tan mal la están pasando”, agregó el amigo de Ricky.
Además, contó que en su labor solidaria, le pidieron ayuda a la familia pero que éstos le cerraron la puerta: “Me hubiera gustado que la familia Fort cuando pedimos chocolates y golosinas para los chicos no nos dieran vuelta la cara, ya sabíamos que cuando Marta se iba esto iba a ser el imperio del mal, las cosas que pasaron y que van a pasar”.
Casualmente en las últimas horas fue Felipe, hijo de Ricardo, quien se refirió a la importancia del dinero a la hora de ser feliz. “¿Considerás que la plata compra la felicidad?”, le preguntaron en Instagram y muy sincero dijo: “A mi parecer, puedo estar equivocado, el dinero puede comprarte los medios para ser feliz. Por ejemplo recorrer el mundo, ayudar a tus seres queridos, comprarte cosas que te gusten (autos, juegos). También te da una buena calidad de vida, una obra social para que tu familia esté bien por ejemplo”.
Luego, ahondó: “Pero (el dinero) no puede comprar la felicidad en sí. Si estás triste no hay nada que pueda cambiarlo, más que la gente que te rodea”. De esa forma, Felipe dejó en claro que a pesar de tener posibilidades económicas, cuando está triste no es en su dinero donde se refugia sino en su gente.
Ella y su hermana Marta pasaron un duro momento cuando en febrero, nueve días antes de su cumpleaños número 18, su tutor Gustavo Martínez se quitó la vida arrojándose del balcón del departamento donde vivían. Luego se supo que el personal trainer tenía Alzheimer y depresión. Él había quedado a cargo de los chicos tras la muerte de Ricardo Fort el 25 de noviembre del 2013. Como si supiera que moriría joven, el chocolatero había hecho un poder a través del cual le cedía a quien fuera su amigo y pareja la patria potestad de los menores de edad si algo le ocurría. Respecto a lo ocurrido con Martínez, Martorelli agregó: “Ojalá que por Marta, Ricardo y Gustavo haya Justicia”.
Siguiendo con la ronda de preguntas y respuestas, un usuario quiso saber si Felipe se consideraba una persona humilde, a lo que dijo: “No es algo que tenga que contestar, el criterio lo tienen ustedes y la gente que me conoce”. Ya con 18 años y habiendo terminado el secundario, él y su hermana tienen que decidir qué harán, al respecto, al ser consultado sobre sus planes a futuro, dijo que quería “trabajar y conocer gente nueva”.
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