Felipe Fort utilizó sus redes sociales para responder preguntas de sus seguidores en Instagram. Allí reflexionó sobre la utilidad del dinero para alcanzar la felicidad, la humildad, dio consejos a quienes quieren ser como él y habló de sus planes a futuro.
“Dudo que la gente quiera ser como yo, no hice nada para que eso pase, pero si tengo que dar consejos, serían los siguientes”, comenzó respondiendo el hijo de Fort, y de inmediato enumeró: “Rodéate de gente buena, sana e inteligente, que aporte a tu vida, ya sea conocimiento o apoyo moral; enfócate en lo que quieras en tu vida, es muy importante para no perder el rumbo y lograr tus metas; viví que no sabemos si h ay otra vida después de esta; viví la mayor cantidad de experiencias que puedas; si sabés lo que querés, armá un camino para poder llegar a eso, ya sea estudiando, aprendiendo de alguien o preguntando, que preguntando se llega a todos lados”.
Al respecto, cerro diciendo que él no era ningún gurú y que incluso no se consideraba una persona con experiencia de vida, sino que solo compartía a través de las preguntas, algunas de las cosas que pensaba.
Otro usuario quiso saber, “¿Considerás que la plata compra la felicidad?”, y muy sincero dijo: “A mi parecer, puedo estar equivocado, el dinero puede comprarte los medios para ser feliz. Por ejemplo recorrer el mundo, ayudar a tus seres queridos, comprarte cosas que te gusten (autos, juegos). También te da una buena calidad de vida, una obra social para que tu familia esté bien por ejemplo”.
Luego, ahondó: “Pero (el dinero) no puede comprar la felicidad en sí. Si estás triste no hay nada que pueda cambiarlo, más que la gente que te rodea”. De esa forma, Felipe dejó en claro que a pesar de tener posibilidades económicas, cuando está triste no es en su dinero donde se refugia sino en su gente.
Ella y su hermana Marta pasaron un duro momento cuando en febrero, nueve días antes de su cumpleaños número 18, su tutor Gustavo Martínez se quitó la vida arrojándose del balcón del departamento donde vivían. Luego se supo que el personal trainer tenía Alzheimer y depresión. Él había quedado a cargo de los chicos tras la muerte de Ricardo Fort el 25 de noviembre del 2013. Como si supiera que moriría joven, el chocolatero había hecho un poder a través del cual le cedía a quien fuera su amigo y pareja la patria potestad de los menores de edad si algo le ocurría.
Siguiendo con la ronda de preguntas y respuestas, un usuario quiso saber si Felipe se consideraba una persona humilde, a lo que dijo: “No es algo que tenga que contestar, el criterio lo tienen ustedes y la gente que me conoce”. Ya con 18 años y habiendo terminado el secundario, él y su hermana tienen que decidir qué harán, al respecto, al ser consultado sobre sus planes a futuro, dijo que quería “trabajar y conocer gente nueva”.
Además, agregó: “Últimamente me siento muy bien, con ganas de hacer algunas cosas, especialmente de volver a Argentina a trabajar”. Además, quien acaba de aterrizar en Las Vegas, contó que se quiere hacer un tatuaje, que ya tiene el modelo realizado pero que le falta conseguir un tatuador de confianza para que plasme el diseño en su piel.
Según había adelantado ya en varias oportunidades, uno de sus objetivos de Felipe al ingresar a la empresa familiar, por donde deberá pasar por todos los sectores como lo hicieron sus tíos en su momento para conocer los secretos del negocio, es modificar el clásico bocado Marroc. “Quiero hacerlo cuatro veces más grande, cuatro veces más rico”, dijo.
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