El último viernes, Débora D’Amato sorprendió al anunciar que será mamá por segunda vez. “Yo creo que ya pelé panza porque es la segunda... o el segundo, no sé todavía. Al ser el segundo embarazo, como que salió de golpe. Mi médico se reía y me decía: ‘¿No serán lentejas?’. Le dije que no, que me parece que no”, había dicho en comunicación con sus compañeros de A la tarde. “En unas semanas vamos a saber el sexo. Hoy me hice una ecografía y me olvidé de todo de la etapa de Lola, porque cuando vi la ecografía me largué a llorar. Estoy de casi 12 semanas y está todo armadito”, había agregado en comparación a su primera hija.
Lo cierto es que este lunes, la periodista brindó más detalles sobre su bebé en camino. “Se va a llamar Charo - si es nena - o Enzo -si es nene-”, reveló. Y explicó: “Es óvulo mío y (esperma) del mismo donante que Lola. Es de esa camada -de embriones- que decidí guardarlos en su momento porque sabía que iba a querer una segunda oportunidad”.
Además, develó cuál fue la reacción de su madre cuando se lo contó. “Me pasó algo muy loco. Uno cree que es adulto y que no le importa la aprobación de los padres a determinada altura de la vida, porque lo hace igual. De hecho, yo nunca conté mis procesos, sino mis decisiones. Pero se ve que importa, porque cuando se lo conté y se largó a llorar y me abrazó....por más que lo hacés igual, uno espera la aprobación. Y está enloquecida, me dijo: ´Fue la segunda mejor decisión de tu vida´”, relató conmovida y con la voz un poco entrecortada. Por último, informó cuál es la fecha probable de parto: “Espero para diciembre. Estoy súper feliz. Estoy como una nube”.
Lola, la primera hija de Débora, nació el 5 de noviembre de 2018, luego de una larga lucha para convertirse en madre. Desde entonces, fue compartiendo en sus redes sociales algunos momentos de su crecimiento, descansando después de tomar la teta o luciendo orgullosa el carnet del Club Atlético Independiente, del que ella es fanática. Cuando creía que nada podía sorprenderla, que había visto todo lo referido a aquel día inolvidable, había algo guardado en el cajón de las emociones.
D´Amato fue madre soltera, a los 45 años y con el método de transferencia embrionaria con donante de esperma anónimo: “Creía que no era justa no brindándole la posibilidad a ese bebé de no tener papá, hasta que un día me animé porque sentía que el tiempo pasaba y pensé, es ‘ahora o nunca’”, había contado al comunicar la noticia en Intrusos, donde dio algunos detalles de cómo fue palpitando aquellos nervios.
“En todo el tratamiento no pregunté nada, incluso estaba descreída porque no me quería ilusionar. Sabía que doce días después de la inseminación el médico me tenía que llamar para darme los resultados”, reveló la periodista, que tuvo dos indicios que le permitieron ilusionarse. “Mi gatita que es distante se puso cariñosa y después me sentí un poco mal, pero pensé que sería muy pronto”, agregó. Luego sonó el teléfono y era el médico que le confirmó lo que tanto quería escuchar.“Yo estaba con mi mamá que no entendía nada”, cerró.
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