“Ey, guapa, ¿cómo estás? Para que sepas, soy el soltero y el menos guapo de los dos hermanos Montaner”, escribió Ricky a Stefi Roitman en Instagram. Tiempo después, ella se sinceró: “Sin saberlo, ponía delante de mis ojos al amor de mi vida”. Así, en tiempos de redes sociales, comenzaron una relación a distancia que se fortaleció cuando en enero del 2020 ella viajó a conocerlo y no se separaron más. Dos años después, sellaron su amor con una gran boda.
Se trata de una historia de amor que pudo superar los siete mil kilómetros que los separaban entre Miami y Buenos Aires y que se coronó con un casamiento soñado en una estancia. Sin embargo, viendo las dos caras de la misma moneda, este cuento con final feliz tuvo en su desarrollo mucho de soltar, de desarraigo y de pérdida para la actriz argentina que decidió dejar su país y poner de a ratos en pausa su carrera, en pos de apostar a su amor.
Hace tres años nada más, en la entrega anterior de los Premios Martín Fierro, la ex Simona estaba nominada como revelación, sentada en una mesa en en la mitad del salón Pacífico del Hilton y soltera. La semana pasada regresó al país para acompañar a su marido, -ganador junto a su hermano Mau, Lali Espósito, su padre Ricardo y Soledad Pastorutti del premio a mejor jurado por su participación en La Voz- a la ceremonia realizada por APTRA que premia a lo mejor de la televisión local. En el mismo salón, desde una de las primeras mesas, habló con Teleshow sobre su presente.
Aunque muchas cosas cambiaron desde el 2019 hasta hoy, ella aseguró muy sincera: “Esta Stefi es igual a la que siempre conocieron. Me siento crecida y más mujer, pero la esencia no cambia. En este mundo loco y esta travesía del amor y laburo, me siento la misma pero más madura”.
Sobre cómo fue regresar a la Argentina, dijo que fue “hermoso”: “Estaba trabajando afuera y volví para grabar una serie y me quedé un poco más porque sabía que estaba la gala y es un honor para mí estar en el premio más importante de nuestro país y de la televisión”. En el camino, fueron quedando cosas: “Lo que mas extraño es caminar las calles argentinas, la gente, mi familia, mis mejores amigas, la comida. Se extrañan las raíces, mas allá de que estoy feliz y formando mi familia, la tierra de uno siempre se extraña”.
Su suegro Ricardo nació en Valentín Alsina, en la provincia de Buenos Aires y aunque se naturalizó venezolano y tiene en su haber una extensa carrara internacional, siempre que puede regresa a su país de origen para trabajar y lo hace también con sus hijos, cosa que Stefi celebra: “Siempre están acá por algún motivo, así que para mí es una fiesta”.
Al ser consultada sobre cómo es su “vida de casada”, dijo contenta: “Todo hermoso , estoy feliz, estamos enamorados con proyectos. Casarnos fue como reafirmar nuestro amor y nos hizo crecer un montón”. Además, tras el nacimiento de Indigo, la beba de Evaluna Montaner y Camilo, acaba de debutar en el papel de tía, rol que continuará con la llegada de Apolo, el bebé que esperan su cuñado Mau y Sara Escobar. “Estoy babosa”, dijo sonriente y aclaró que por el lado de su familia, aún no tiene sobrinos.
Próximamente se estrenará el reality Los Montaner, por Disney+: ”Ahí mostramos más de lo que mostramos en redes, que ya es bastante”. Además, acaba de finalizar con las grabaciones de la serie Días de gallos, sigue con su marca de bikinis y está en tratativas para hacer ficción, aunque no puede develar mucho más: “Ojalá pueda hacer algo en argentina, siempre quiero a la tele de acá”.
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