1. Su nombre es Adalberto Luis Brandoni. Nació el 18 de abril de 1940.
2. Pasó su infancia en Dock Sud, lo que significó “una manera de ver la vida, conocí gente de toda laya y la pobreza de cerca”.
3. Sus padres, José Domingo y Luisa Valentina, estaban obstinados en hacerlo feliz, como esa vez que pasaron los Reyes Magos y en sus zapatos le pusieron ocho juguetes distintos.
4. De ese tiempo recuerda el silbido materno intimándolo a volver a su casa, el sufrimiento por no jugar bien al fútbol como sus amigos y las dos salas en las que se enamoró del cine argentino de Pepe Arias, María Fortuna y Olinda Bozán.
5. Su debut artístico fue a los ocho años cuando en su casa, y con los vecinos de público, presentó una obra de títeres que había hecho con unos mates y algunas telas.
6. A los 11 años llegó a su colegio un exalumno que tenía un elenco de teatro infantil y ofreció unas entradas para un programa de teatro que hacia los sábados en Radio Libertad. Luis se anotó, y a la semana siguiente debutó al micrófono con una obra leída. Estuvo de gira con otras piezas por el Gran Buenos Aires y la Capital.
7. En el Dock tuvo su primera desventura sentimental. Se enamoró de la hija del hielero. “Pero el amor no pudo ser, era amigo de mi familia y yo me sentía un traidor, como si estuviera faltando el honor de mi casa”, recordó después.
8. El día en que Brandoni cumplió 13 años la familia se mudó a dos cuadras del Monumental. Desde ese momento se hizo hincha de River. “Era como mi segunda casa”.
9. De adolescente no soñaba ser actor sino “cantor de tangos o futbolista. Y no de cualquier cosa… Cantor de orquesta, y quería jugar de 9 y ser tapa de El Gráfico”.
10. Habitué del bar Obrero, en Libertador y Monroe, uno de sus amigos era Ulises Dumont, que lo bautizó Beto y así le quedó.
11. Terminó el secundario, se recibió de bachiller, pero ninguna carrera le resultaba tan sugerente como la actuación. Un amigo que estudiaba trompeta en el Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico le habló del lugar y lo animó a anotarse. Iba de lunes a sábado. “Una parte de lo que soy se la debo a esos maestros. Ellos me inculcaron la profundidad de este oficio, la responsabilidad, lo que es una verdadera ética profesional”.
12. Estudió cuatro años y le cambió la vida. Cunil Cabanellas era el director y entre los docentes estaban Osvaldo Bonet y Camilo Da Passano. “Me enseñaron cosas trascendentes: la responsabilidad social que tiene un acto, nociones básicas de la ética”.
13. Su primera obra formal fue Vidas privadas, de Noel Coward; en el elenco estaba Susana Rinaldi. Cunill le dio un ultimátum: “Siguen con la temporada o con el Conservatorio”. Brandoni eligió formarse.
14. Su debut profesional fue el 2 de mayo de 1962 en el Teatro Coliseo en la comedia musical Novio, donde compartía escenario con Iris Marga, Luis Aguilé y Mabel Manzotti.
15. Con solo 25 años participó de un proyecto escrito y dirigido nada más ni nada menos que por Armando Discépolo. “Fue un envión para mi carrera. Fue para la Comedia Nacional, pero la puesta se hizo en el San Martín”.
16. Un día se apareció con una edición de Eudeba de Stéfano y le pidió a Discépolo que se lo firmara. “Lo guardo entre esos tesoros que uno cuida especialmente en una mudanza”.
17. En 1969, haciendo La pucha, de Oscar Viale, decidió que en teatro priorizaría en sus elecciones las obras de dramaturgos argentinos. “Creo que tengo mayores elementos de juicio para hacer tipos argentinos porque conozco los pliegues y resquicios del idioma, y me siento más seguro ahí que con un texto traducido donde uno, digamos, le tira al bulto”.
18. En teatro, entre sus obras más aplaudidas se encuentra Chúmbale, Segundo tiempo, Gris de ausencia, El pan de la locura, Convivencia y Made in Lanús.
19. Filmó varias películas que marcaron su tiempo: La Patagonia rebelde, La tregua (que fue candidata al Oscar), Juan que reía y Darse cuenta (el primer filme que hizo al volver del exilio), entre las más recordadas. Nos hizo reír en Esa maldita costilla, con Susana Giménez, Convivencia, El verso, De mi barrio con amor. Entre lo último estuvo El retiro, con Nancy Duplaá, y El cuento de las comadrejas, con Graciela Borges.
20. Su frase “tres empanadas” de la película Esperando la carroza se convirtió en parte del inconsciente colectivo. Sin embargo, él tiene una mirada crítica: “La escena de las empanadas nunca nos causó gracia al filmarla, es una escena triste, cínica, y hoy a los argentinos nos causa gracia”.
21. En televisión fue el recordado Roberto Cantalapiedra de Mi cuñado, con Ricardo Darín. Estuvo en Durmiendo con mi jefe junto a Guillermo Francella y fue vendedor ambulante en Buscavidas. Más acá en el tiempo, hizo de Francisco, ese curita inolvidable en El hombre de tu vida.
22. En diciembre del 61 egresó del Conservatorio y en el 62 ya estaba afiliado a la Asociación Argentina de Actores. En 1972 lo eligieron secretario general. Había 1800 afiliados y su lista se impuso por cuatro votos. “La gestión tuvo características muy nítidas: los dirigentes no cobraban nada, se consideraba a la militancia una tarea solidaria que debía hacerse”.
23. Antes de finalizar el mandato y amenazado por la Triple A, se exilió en México, desde allí fue reelecto. Se mantuvo en su cargo, siempre ad honorem, hasta el 83. “Fue un soporte muy importante más allá de que haya tenido que pagar un precio de atentados, secuestros y prohibiciones. Para mí fue un gran honor, trabajé muchísimo y estoy muy conforme con mi paso por esa actividad”.
24. Recuerda el exilio como el peor momento de su vida. Sus hijas eran chicas, tuvo que pedir plata prestada a gente conocida, pero ni se le pasó por la cabeza tocar el dinero de la Actores. La nostalgia pudo más y después de diez meses volvió a la Argentina.
25. El 9 de julio de 1976 lo secuestró una patota del ultraderechista Aníbal Gordon. Lo llevaron al campo de concentración de Automotores Orletti. Los sometieron a un interrogatorio mientras los amenazaban: “Les dijimos que se fueran y volvieron. Se cagaron en nosotros y ahora nos cagaremos en ustedes”. A las horas los liberaron por la presión de sus compañeros.
26. En las entrevistas de espectáculos suele contestar de forma amable y expeditiva. Pero alcanza lanzar un tema político para que se transforme en un apasionado orador que enhebraba frases brillantes con la entonación perfecta y donde la ironía siempre es mucho más inteligente que el insulto.
27. Se afilió a la UCR en 1982 después de leer La cuestión argentina, un libro escrito por Raúl Alfonsín que compró en un kiosco. En tiempos donde estaban prohibidos las reuniones políticas se sintió tan conmovido que ofreció su casa para un encuentro clandestino con ese hombre que ya aspiraba a la presidencia.
28. Cuando Alfonsín fue elegido presidente fue asesor ad honorem en temas referidos a la cultura. En 1997 fue elegido diputado provincial y en el 2005 fue candidato a senador.
29. Estuvo casado 33 años con la actriz Martha Bianchi a la que conoció en un baile del Conservatorio en el que ambos estudiaban. Ella tenía 15 y Beto, 16. Noviaron, y cuando el actor terminó el Servicio Militar se casaron. Los comienzos fueron duros: alquilaron un departamento de un ambiente por el que pagaban 11 mil pesos cuando entre los dos ganaban 15 mil. Al tiempo él entró en la Comedia Nacional y la situación mejoró.
30. En agosto de 2007, luego de seis años en pareja, se casó con Mónica López. Ella tenía 39 y él, 67. “Firmamos porque la quiero, nos queremos y nos merecemos una formalidad como esta”, anunció.
31. En Los Mammones contó una anécdota insólita. Estaba en un consultorio médico cuando entró un asaltante. Al ver a Brandoni le dijo: “Soy hincha tuyo”. Acto seguido, comenzó a robarle sus pertenencias; eso sí, mientras le recitaba diálogos enteros de la película Darse cuenta.
32. En el programa Solo una vuelta más contó una insólita aventura que vivió con Robert De Niro. “Cuando existían los boletos de pasajes aéreos, una vez tuvimos que ir a cambiar unos a la aerolínea PLUNA. Cuando veo que su pasaje decía ‘Roberto de Naro’, le dije: ‘Vas a ir en cana’, y él me respondió: ‘Yo digo que es un error de tipeo’”.
33. En diálogo con Susana Roccasalvo, reveló que conoció a De Niro a través de Lito Cruz, gracias a uno de sus viajes a Nueva York. “Lito fue a verlo a una obra de teatro, después le pidió los derechos, que por supuesto se lo cedieron, y un día la puso en escena. Entonces le hizo saber que tal día de tal año se iba a estrenar, y así apareció Bobby en Buenos Aires para ver la función”.
34. “A partir de ahí lo conocí y nos hemos visto en distintas oportunidades”, agregó. Luego destacó el sorpresivo gesto que tuvo De Niro cuando viajó a los Estados Unidos a grabar una película. “En 1986 fuimos a filmar parte de Made in Argentina, y tenía una escena con un actor norteamericano que había ido a cenar a un restaurante que era De Niro”.
35. “Le preguntó qué hacía por allá, y este actor le contó que estaba filmando con un tal Brandoni y De Niro le dijo: ‘¡Brandoni! Decile que me llame’”, continuó. Emocionado por aquel recuerdo, anticipó que el final de la anécdota iba a sorprender a todos, por la humildad del protagonista de El Padrino. “Este muchacho no podía creer y al día siguiente vino a decirme que llamara a De Niro, y lo hice a través de una persona que hablaba inglés”, comentó.
36. “Resulta que era porque estábamos en vísperas de Nochebuena, era un 21 de diciembre, y él temía que yo pasara las fiestas solo, o con el equipo de producción. Así que quería invitarme a su casa, y fuimos con Marta (Bianchi) y una de mis hijas a su casa a pasar Nochebuena”, reveló. Y remató: “Esas son cosas que le pasan a las familias de origen italiano, así que ahí surgió una relación y nos vimos muchas veces, de hecho la última vez que vino a Buenos Aires estuvo en mi casa”.
37. Le parece que el celular se “metió demasiado en la vida de la gente”, por eso le exige a amigos o familiares que no lo usen mientras están en la mesa. Exige que los apaguen o amenaza con levantarse e irse.
38. “No le tengo miedo a la muerte. Yo sé que todos nos vamos a morir, no le tengo miedo, pero morirme me va a dar mucha lástima… No quiero”. (Infobae).
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