Decenas de personas se apostaron desde las 19.00 detrás de las vallas de la calle Macacha Güemes esperando, después de apenas poco menos de tres años, volver a ver de cerca a las figuras que los acompañaron a través de la pantalla. Así las celebridades comenzaron a desfilar por la alfombra roja del hotel Hilton, en Puerto Madero, en lo que fue la entrega número 50 de los premios Martín Fierro, que reconocen a lo mejor de la televisión argentina.
Expectativa contenida, abrazos que no se habían podido dar y reencuentros esperados. La ceremonia estuvo marcada por las ganas de volver (a la vieja normalidad), en un mundo que ya no es el mismo luego de la pandemia. La televisión es un reflejo de sus espectadores y lo que le pasa a sus protagonistas, más allá de las luces, es lo mismo que le pasa al público, que después de tres años quiere volver a verse, a festejar, a salir. “Lo que se vio acá es lo que se ve en todos lados, en las canchas, es los recitales, la gente quiere volver”, resumió Mariano Iúdica mientras subía las escaleras hacia la salida, Martín Fierro en mano (mejor humorístico por Polémica en el Bar).
Desde el 2019 que no había entrega de Martín Fierro y para que esta ceremonia pudiera hacerse, la gente de Viacom (Telefe) se encargó de hisopar a todos los invitados. El test rápido podían hacerlo en los centros de salud destinados para tal fin o en el mismo hotel, antes de ingresar a la alfombra. De esta manera, sin barbijo pero con PCR “adentro”, todos disfrutaron de una fiesta segura y hubo muy pocos casos positivos que se quedaron sin entrar.
Minutos antes de las 21, el encargado del restaurante le daba las últimas indicaciones a los mozos, para que todo saliera perfecto. Así, los 700 invitados que estuvieron en el salón Pacífico ubicado en el subsuelo del hotel, disfrutaron del menú que comenzó con langostinos marinados, chutney de mango, cremoso de palta y sopa de cilantro; siguió con ojo de bife, puré de colinabo, zanahorias laqueadas y piñones crocantes y se coronó con bizcocho cítrico, curd de maracuyá y espuma de limón. Pero además, también hubo una opción vegana y un menú infantil. Para beber había gaseosa, agua, vino tinto y blanco, y espumante y café para cerrar la noche.
Y entre los niños que disfrutaron del mencionado menú estaba Dieguito Fernando, que fue al homenaje que se le realizó a su papá, Diego Maradona, fallecido el 25 de noviembre del 2020. El menor de los hijos del Diez fue acompañado por su mamá Verónica Ojeda y por la pareja de ella, Mario Baudry. El único nene en una mesa de adultos, además de comer hamburguesas, aprovechó el corte cuando todos se pararon para jugar, saltar y bailar.
El homenaje a Maradona en los Martín Fierro fue un pedido especial de Luis Ventura y llamativamente, Dieguito fue el único de los hijos del ídolo que estuvo presente. “El día de mañana vendrá solo pero hoy por hoy necesita de su mamá y voy a estar acompañándolo en cada situación de su vida. He hablado con él del homenaje de su papá, es un momento más que tiene que pasar en su vida y como tantos momentos que van a pasar así, él con nueve años es muy maduro y la tiene más clara que todos juntos, él siempre me da motivos para decir ‘Dieguito, tenías razón’”, dijo Verónica a Teleshow.
Fue la primera vez que la ex profesora de educación física estuvo en los Martín Fierro, aunque se siente del medio. “No estoy en ningún programa pero estoy en la tele”, dijo. Fue Ventura quien le pidió que fuera pero llamó la atención que estuvieron en la última mesa atrás de todo, muy lejos del escenario y de las cámaras, lo que tal vez haya tenido que ver con resguardar a Dieguito Fernando. Sobre por qué el resto de los hijos de Diego no se hicieron presentes, prefirió no opinar y recalcó nuevamente que ella estaba ahí como acompañante de su nene: “No me meto”. En el otro extremo del salón -literal- estuvo Claudia Villafañe que en realidad había ido como integrante de Masterchef Celebrity.
Muchos famosos tenían cábalas para la gran noche, una de las que más sorprendió fue Leticia Brédice que dijo que llevaba una bombacha azul. Al ver a quien estuvo nominada como mejor actriz de reparto por su trabajo en La 1-5/18 desfilar por la alfombra del hotel de Puerto Madero fue inevitable no recordar a Valeria, su personaje en el filme Nueve Reinas, con Ricardo Darín y Gastón Pauls, quien era una de las encargadas del lugar.
Florencia Peña, nominada a conducción femenina por su trabajo en Flor de Equipo dijo que su cábala era no pensar previamente qué decir. Sin embargo, una de las más emotivas fue la del equipo de La peña de Morfi, que se llevó el premio a mejor musical: su secreto fue entrar todos juntos al salón, y funcionó. En una noche super emotiva a apenas dos meses de la partida de Gerardo Rozín (quien en la última entrega tuvo como amuleto su billetera vieja y rota) el equipo fue esperándose en la alfombra roja y acompañándose.
En un marco de reencuentros en tiempos de redes, además de abrazos y besos, las selfies estuvieron a la orden del día. Apenas Guido Kaczka pisó la alfombra roja, los directivos de El Trece le pidieron retratar el momento. Parte del jurado de Masterchef con Dolly Irigoyen se tomó varias postales y Lali González, nominada a mejor actriz protagónica, no solo le pidió una foto a Pampita, sino que redobló la apuesta y se la fue a mostrar.
La 1-5/18 tuvo varias coincidencias con su antecesora en Polka, Mi hermano es un clon. En el 2019 el elenco de la ficción protagonizada por Flor Vigna, Gimena Accardi y Nicolás Cabré había tenido la misma ubicación en el salón -adelante de todo, primera fila, a la derecha- y una vez más los hombres estuvieron ausentes y fueron las mujeres -Lali González, Agustina Cherri- las que representaron al equipo, en una mesa colmada de heroínas y escasa de galanes.
Bastante más atrás, estaba la mesa de Pequeñas Victorias, otra de las otras ficciones nominadas. Allí Julieta Díaz y Mariana Genesio Peña se mostraron muy compinches. Quien interpretó a Emma en la novela celebró estar por primera vez en los Martín Fierro, aunque ya es experta en premiaciones, ya que en el 2017 había acompañado a quien era su pareja en ese momento, Nicolás Giacobone, en los Oscar, ya que él había sido guionista de la premiada Birdman. “Me gusta más estar acá, allá la red carpet es de día y es todo más acartonado, acá en cambio es una fiesta de amigos”.
Si bien todos los años los Martín Fierro son una oportunidad para ver amigos, como dijo Genesio Peña, esta entrega luego de tres años lo potenció. Así se veía a muchos famosos cruzando de una mesa a la otra a saludarse, al punto que en varias ocasiones era más la gente parada en el salón que la que estaba sentada.
Iván de Pineda fue en varias oportunidades a charlar con colegas, e incluso con competidores: se lo vio muy entretenido con Darío Barassi, con quien se disputó la estatuilla a mejor programa juegos de preguntas y también con Agustín Neglia, el conductor de Modo Selfie, quien competía contra El resto de mundo, ciclo en el que el exmodelo estuvo al frente durante una década.
Pampita en una de las mesas principales, estaba con Jimena Barón a un lado -a la Cobra se la notó “apagada”, muy seria a diferencia de otras ocasiones y casi no se levantó ni habló- y con su marido Roberto García Moritán al otro. Al matrimonio se lo vio muy unido, incluso estaban tomados fuertemente de la mano durante el homenaje a los artistas fallecidos en los últimos tres años y luego muy atentos al celular, seguramente para saber el minuto a minuto de su hijita Ana, que en julio cumple un año, y que estaba en una de las habitaciones del Hilton esperándolos. “Estoy atenta porque amamanto a libre demanda, así que en cualquier momento puede ser que me llamen para que vaya a darle el pecho”, dijo Carolina a Teleshow.
Si bien casi no se levantó de la mesa que compartía con la gente de ShowMatch, la ex de Benjamín Vicuña fue a saludar a Mirtha Legrand, a Marcela Tinayre y a Juana Viale, que estuvo muy acaramelada a upa de su novio y a la vez muy cerca de su hija Ámbar, que por primera vez estuvo en una ceremonia.
Susana Giménez, que recibió el Martín Fierro de Brillantes, y Mirtha Legrand que estuvo acompañada por toda su familia, fueron sin dudas las grandes figuras de la fiesta. Una de dorado y la otra de rojo, se saludaron y abrazaron y se quedaron todo un corte charlando. Ambas divas se fueron minutos antes de que la ceremonia concluyera aunque sus nietos (Juana y Nacho Viale y Lucía y Manuel Celasco) sí se quedaron hasta el final.
Así cerca de la 1.00, casi cuatro horas después de que Luis Ventura inaugurara la fiesta, Santiago del Moro y el equipo de Masterchef alzaron el Martín Fierro de Oro, entregado por Nancy Dupláa y Carla Peterson en representación del equipo de 100 días para enamorarse. “Mucho tiempo sin que se pueda hacer (la fiesta) así que es un día muy emotivo. Yo no iba a hacer este programa y me lo propusieron y fue un ciclo que unió a la familia en un momento muy difícil del mundo”, dijo el conductor que acaba de ser papá de Santa, quien sin dudas vino con un pan bajo el brazo. “Estoy enamoradísimo, la buscamos mucho y estamos felices, menos dormidos pero bien”, agregó.
Este Oro fue un hito en la historia de APTRA ya que fue la primera vez que un reality se llevó el máximo galardón. Un broche de oro diferente, para una noche diferente. Luego de tres años, la entrega no fue como las 49 anteriores, la emoción de volver estuvo a flor de piel, la felicidad y los abrazos contenidos se sintieron incluso en el rating, con picos de 25 puntos un número épico para la televisión de hoy, e hicieron de la entrega número 50 la más especial en la historia de los Martín Fierro.
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