Anatomía de un escándalo es una de las series del momento en la plataforma Netflix. A grandes rasgos y sin demasiados detalles, para evitar spoilers desmedidos, el argumento gira en torno a la vida privilegiada de Sophie, la esposa de James, un poderoso político británico. Cierta noche todo cambia para ella y su familia cuando sale a la luz un gran escándalo que tiene a su pareja como protagonista. Todo a partir de una infidelidad que da inicio a una drama que irá creciendo capítulo a capítulo.
Quien le da vida a Sophie es Sienna Miller. Y parece una broma del destino... ¿El motivo? Los puntos en común que existen entre la problemática que la mujer enfrentará en la ficción, el conflicto central, y aquella que la actriz debió afrontar en su vida real, tiempo atrás. Como si los creadores de la serie, David Kelley y Melissa James Gibson, la hubiesen escrito pensando en Sienna.
En el adelanto de Anatomía de un escándalo se muestra que Sophie se entera de que James ha tenido una aventura con una compañera de trabajo. Esta circunstancia a Sienna le resultó más que familiar apenas le dieron el guion, hace ya dos años. Cuando presentó el proyecto en sociedad le manifestó a la prensa que la historia la atrapó de tal manera que leyó el libreto en apenas dos días. Cada página finalizada la llevaba a leer otra más. Fue como si estuvieran hurgando en una vieja cicatriz.
Sienna Miller nació el 28 de diciembre de 1981, en Nueva York, Estados Unidos. Cuando tenía 18 meses sus padres se mudaron a Londres, Inglaterra, donde pasó gran parte de su vida. Cuando tenía seis años sus padres se separaron, y con su hermana mayor, Savanna, se quedaron a vivir con su mamá, la exmodelo Jo Miller. Siguieron en Londres, pero cambiaron de barrio. Fueron tiempos dramáticos: Jo transitó un cáncer de mama, teniendo dos pequeñas de quienes ocuparse.
La vida de Sienna continúo allí hasta que a los 18 años decidió regresar a su ciudad natal para estudiar en el Instituto de Teatro y Cine Lee Strasberg. Entretanto, siguió los pasos de su madre como modelo. Trabajo y fue la cara visible de varias marcas reconocidas a nivel mundial. Esa sería su carta de presentación en el medio y una manera de ganar dinero mientras perseguía su verdadero sueño.
El debut cinematográfico se dio pocos años más tarde, en 2001, cuando la convocaron para South Kensington. Siguió participando de distintos proyectos hasta que en 2004 los planetas parecieron alinearse. Por un lado, fue la protagonista de Layer Cake, y meses después tuvo un rol importante en el filme Alfie. Nos detendremos aquí para agregar un dato no menor, el que le dará sustento al resto del texto: en el rodaje de esta película conoció al actor Jude Law.
Se dice que fue amor a primera vista y los pasos que fueron dando le dieron crédito a esas versiones. Apenas unos meses después, en la Navidad de ese año, se comprometieron. Sin embargo, apenas unos meses después, en junio de 2005, todo se derrumbó. Fue cuando Jude le confesó a Sienna –y entonces, el paralelismo con Anatomía de un escándalo- que tenía una aventura amorosa con Daisy, la niñera de los tres hijos que tuvo con su anterior pareja, Sadie Frost.
Meses antes de todo esto, Sienna sufrió una situación desagradable con el productor Harvey Weinstein (condenado tiempo después a 23 años de cárcel por dos abusos sexuales). En una entrevista con The Guardian sostuvo que en una oportunidad lo tuvo que frenar en su intento de acoso, y que luego tuvo mucho que ver Lawe, por entonces todavía su novio. “Probablemente ahí encontré protección. Jude era un gran actor para Harvey”, comentó.
El caso de infidelidad salió a la luz mientras Miller estaba en Londres protagonizando la obra teatral As You Like It, de William Shakespeare. “Con ese nivel de angustia pública, tener que salir de la cama y estar de pie frente a 800 personas cada noche, es lo último que quieres hacer”, recordó la actriz en una entrevista con The Daily Beast.
En ese instante, luego de confesárselo a su esposa y de que se filtrara a la prensa como un verdadero escándalo, Jude salió a pedirle disculpas públicamente. Algo de esto ocurre también en la serie. A tal punto que cuando Sienna habló de ciertas situaciones que debe enfrentar Sophie, remarcó: “Tengo una especie de memoria muscular sobre muchas de sus experiencias. Así que estaba bastante abierta”.
Uno de los puntos centrales en este paralelismo es cuando Sophie se entera de la infidelidad de su esposo. “La sensación de que algo está a punto de salir a la luz, sobre lo que no tienes absolutamente ningún control, es una situación angustiosa”. Al tema que se mezcla con la realidad y la ficción hizo referencia Sarah Vaughan, quien escribió el libro en el cual se basa la serie. Vaughan reveló que en ese momento se podía escuchar el corazón de la actriz latiendo muy fuerte a través de los micrófonos.
Consultada por esa apreciación, que no fue pasada por alto, Sienna respondió: “En este momento, a los 40, he tenido experiencias que interioricé y puedo usar, traición y frustración, por lo mucho que acepté y no rechacé, y la poca autoestima que tenía”.
En 2009 Sienna y Law recompusieron su relación. Pero tan solo fue el inicio del fin. Ya nada volvió a ser igual. Algo se había quebrado y, aunque lo intentaron, no lograron reparar la pareja. Un año después se distanciarían para siempre.
Miller se había enterado de la infidelidad por uno de los hijos de Law, quien, desde la ingenuidad de su edad, le dijo que había abierto la puerta del cuarto y que había encontrado a su papá con su niñera. A partir de esa confesión la actriz continuó indagando, el niño fue brindando mayores detalles, y el actor no pudo más que confesar el affaire.
El año pasado, y luego de toda el agua que corrió bajo el puente, Sienna Miller pudo hablar de uno de los periodos más tristes de su vida. Lo primero que subrayó es que borró esa etapa de su vida: “Hay seis semanas completas de esa experiencia que no recuerdo. No tengo ningún recuerdo”.
“Estaba tan conmocionada por todo esto. Y realmente acababa de empezar. Solo tenía 23 años. Pero si superas eso, sientes que puedes superar cualquier cosa. Fue muy duro. Había tanto ruido que era difícil pensar con claridad y concentrarme en mi trabajo, que siempre me tomé muy en serio. Se comió todo lo demás. Miro hacia atrás y me pregunto cómo lo supere. Pero lo hice”, recordó en la charla con The Daily Beast.
Sienna recompuso su vida sentimental con Tom Sturridge, quien es el padre de su hija Marlowe, hoy de años años. En 2012 se comprometieron, pero cuatro años después se separaron. Actualmente está en pareja con el actor Oli Green, de 25 años. La relación es muy reciente: en febrero aparecieron las primeras fotos de distintos eventos a los que acudieron juntos, ya sin esconderse. Una nueva etapa para esta talentosa intérprete que pasó de todo, pero que siempre logró salir a flote. Aun cuando la ficción se empeñe en remover heridas reales.
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