“Nos cuesta mucho compatibilizar su laburo con el mío. Yo pongo un stop (freno) porque mis hijos son chiquitos y claramente siempre necesitan más de la mamá. Pasa en todas las parejas... No te doy a decir ‘estamos atravesando nuestro mejor momento’, pero nada que salir a anunciar o declarar. También hay un tiempo para cada cosa. No estoy diciendo que estoy separada pero tampoco sé si lo diría a los gritos”.
Estas fueron las palabras con las que Zaira Nara blanqueó, a fines de marzo, los motivos que la llevaron a una crisis de pareja con Jakob Von Plessen, padre de sus hijos Malaika y Viggo. Por ese entonces, la modelo aseguró que no estaban pudiendo coordinar su trabajos: él viaja mucho al sur, adonde ella lo acompañó durante el verano. Pero luego, sus hijos comenzaron las clases en Buenos Aires y la conductora retomó sus actividades laborales.
Poco tiempo después, llegó Wanda Nara de sorpresa a la Argentina para asistir al cumpleaños de Malaika -celebración en la que Jakob estuvo presente- y Zaira se instaló en el departamento que su hermana tiene en el Château Libertador, a metros del Estadio Monumental, en el barrio porteño de Núñez.
Luego, volvieron a aparecer las versiones de crisis y se sumó un supuesto tercero en discordia: se supo -confirmado por el entorno de la menor de las Nara- que Facundo Pieres le había escrito mientras ella estaba en Miami, adonde había ido de vacaciones con un grupo de amigas y en donde está viviendo el polista. De inmediato, aquellos rumores crecieron aún más y hasta hubo quienes afirmaron que ya eran una pareja consolidada. Ese fue el detonante para que la propia Zaira saliera a hablar: si bien no tiene interés en hablar de su vida privada, le pareció prudente desmentir aquello que, además, involucraba a otras personas.
Y aunque lo hizo con sus palabras -aclaró que no estaba separada y que tampoco tenía ningún tipo de relación con Pieres- lo reforzó con un posteo en Instagram, el primero después de meses: el 15 de abril publicó una selfie en familia con sus dos hijos y Jakob. Él, en tanto, compartió la misma foto.
Desde entonces, no volvieron a mostrarse juntos. Ni en las redes sociales ni en eventos públicos. Ella se limita a compartir posteos sobre acuerdos comerciales o de los eventos a los que asiste -también por trabajo- y sobre su rutina diaria con sus hijos, de la que -al menos por lo muestra- Jakob no forma parte. Él, en tanto, nunca se caracterizó por utilizar mucho su Instagram y aunque aquella foto que postearon en familia para desmentir la separación la subieron en conjunto, tampoco volvió a expresarse al respecto: ni sobre su pareja, y tampoco de sus hijos. Directamente eligió mantener su vida privada dentro de ese ámbito.
Y como ella es la figura pública de la pareja, y mantiene activas sus redes sociales, las versiones salen justamente a partir de su accionar. Por caso, los últimos días se mostró en el departamento de su hermana sobre Avenida del Libertador, lo que indica que no está en la casa que compartían en un barrio privado, a las afueras de Capital Federal. Se desconoce si porque ahí está Jakob o bien porque la modelo eligió la cercanía por algún compromiso laboral en la zona.
En tanto, la semana pasada sí estaba en el barrio privado ubicado en el Gran Buenos Aires, en donde es vecina de sus íntima amiga Paula Chaves, quien -se sabe- tomó partido por ella cuando se desató la pelea con Eugenia la China Suárez. Fue justamente la modelo quien mostró una imagen de su amiga llegando a su casa: la recibió con un sahumerio. “La vecindad. En pijama y sin dormir, buscando consuelo”, escribió la esposa de Pedro Alfonso sobre el posteo de cómo llegó la hermana de Wanda a su hogar.
Mientras tanto, Zaira Nara continúa cumpliendo con sus compromisos laborales, tratando de evitar hablar públicamente de su situación marital. En los últimos días asistió a un evento en el shopping Paseo Alcorta en el que también estuvo presente Eli Sulichin, la actual pareja de Benjamín Vicuña.
El encuentro entre ambas mujeres no pasó desapercibido ya que la modelo tenía una gran amistad con La China Suárez, expareja del actor chileno. Vínculo que se rompió por completo en octubre del año pasado cuando se supo que la actriz se había encontrado en un hotel de París con Mauro Icardi mientras ella y su hermana estaban en Milán.
Y parte de la crisis entre Zaira y Jakob comenzó en esa misma época cuando el propio futbolista reveló que había sido su cuñado quien lo acompañó al hotel y fue su cómplice: lo esperó en un auto fuera del establecimiento y luego regresaron juntos a la casa en la que los esperaban su suegra, Nora Colosimo, y sus respectivos hijos.
Pese a que la modelo nunca confirmó que los problemas de pareja comenzaron por aquel entonces, coincide en que a partir de ahí dejaron de mostrarse juntos, excepto para eventos familiares.
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