“¿Quieren charlar? En un rato respondo”, invitó Cinthia Fernández a sus más de cinco millones y medio de seguidores de Instagram. Y aprovechó la oportunidad para contar un nuevo episodio que la tiene enfrentada con su exmarido y padre de sus hijas, Matías Deferico, y que tuvo lugar el último fin de semana luego de que él le prohibiera el ingreso al country de Escobar en el que vive y en el que además Charis, Bella y Francesca realizan sus actividades deportivas.
Más tarde, tal como había anticipado, tomó su teléfono y escogió algunas preguntas para contestar. “¿Qué pasó con Defederico?”, preguntaron del otro lado, y la bailarina primero aseguró que “es largo de explicar en Historias” y luego se extendió por cinco posteos para contar el nuevo episodio que protagonizó con el exfutbolista, a quien calificó como “un grano en el culo, deudor, violento, golpeador”. Y agregó: “Trata de hacerme daño a mí, pero le hace a sus hijas. Y cuando me las tocas florece lo peor de mí”.
Entonces, comenzó su relato sobre lo que sucedió en las últimas horas y que los llevó a enfrentar un nuevo escándalo. “Prohibió el ingreso mío al barro donde vive él, que es donde justamente las nenas tienen el campus de deporte. Mis hijas llorando en la puerta porque no podían pasar, perdieron su clase, pensaban que llevaban presa a la mamá. La policía destratándome. Se sostenían en la cautelar que yo le puse a él. Se entiende: yo a él. Jamás leyeron el papel, terminaron pidiéndome disculpas”, indicó y aseguró que este lunes instruiría a su abogado Roberto Castillo para que realizara el trámite correspondiente en contra Defederico y también contra el barrio San Sebastián “por ni tomarse la molestia de leer. Un absurdo que ni abarcaba en el ámbito de la provincia”.
En tanto, la panelista de Momento D, el ciclo que conduce Fabián Doman por la pantalla de El Trece, aseguró que a su exmarido “le molestó la cautelar que él solo se la ganó por incumplir la anterior”. Y agregó la decisión que tomó el deportista al respecto al momento. “Para forrearme, dijo que a partir de ahora cuando deje a las nenas en mi casa lo iba a hacer en la puerta del barrio, que queda como a seis cuadras de la entrada de mi casa, y que las nenas caminen con las mochilas y en el frío, que nos ‘arreglemos’, manifestó. Ya que él no va a ingresar más por la ‘cautelar’. Algo absurdo. Primero: no estoy en mi domicilio a la hora que las trae, ya que estoy trabajando hasta la noche para cubrir lo que él no paga. Además, los abogados tenían un acuerdo para que las nenas puedan ser retiradas y entradas en la puerta de mi casa. Imagínense haciendo bajar a mis hijas a seis cuadras (no te explico cuando llegan dormidas, levantarlas y decirles que caminen porque a su papá se le canta no entrar). Todas forreadas diarias constantes. Jamás permitiría eso”.
Por su parte, aclaró que su madre no tiene registro de conducir, como para poder ir a buscar a sus nietas hasta la entrada al barrio privado una vez que Defederico las deje allí. “Le surgió un problema de salud que no es menor, fue operada y tampoco puede cargar con las mochilas ni manejar en este momento. Por ende, tampoco podía solucionarlo yo (aunque no me corresponde a mí solucionar el tema)”.
“Se cierra el tema de este ser desagradable –enfatizó en mayúsculas- y siguió: me voy a ocupar en la Justicia, como vengo haciendo todo esto. Pero la verdad tengo hinchadas las pelotas que no tengo. No solo no aporta, no ayuda, no nada, sino que es un reverendo grano en el traste. Solo sirve para hacer daño y molestar. Más de lo mismo”, concluyó Cinthia Fernández y siguió respondiendo otro tipo de preguntas en su red social.
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