Analía Franchín está en pareja con el empresario Sebastián Eskenazi desde hace más de 14 años, y mantienen un bajo perfil. Sin embargo, en una charla radial con Catalina Dlugi la participante de Masterchef Celebrity, la revancha reveló cómo se conocieron y cuándo decidieron apostar a su relación. Emocionada por la posibilidad de esta vez sí consagrarse campeona en el ciclo que conduce Santiago del Moro -en la primera temporada fue subcampeona y alzó el trofeo Claudia Villafañe-, explicó el rol clave que cumple la familia que formó con su marido y el flechazo de amor que sintieron en el momento más inoportuno.
En diálogo con Agarrate Catalina por La Once Diez, Analía narró la noche en que vio por primera vez a Sebastián: “Lo conocí en la casa de Jorge Corcho Rodríguez -esposo de Verónica Lozano- y yo creo que tuvimos un flechazo instantáneo, aunque en realidad yo estaba con una amiga que le iba a presentar a él”. En este sentido, explicó que iba a cumplir el rol de celestina, pero sus planes cambiaron sobre la marcha.
“Solo iba por una amiga que estaba soltera y sabía que iba a haber otro soltero, como una cita a ciegas”, aseguró. También reconoció que por ese entonces ella estaba en una relación amorosa, y se sinceró con el empresario. “Fue muy genial porque en esa casa, había una hilera de luces que justo le daba en la cabeza a Sebastián y yo lo vi y dije: ‘Es el enviado’, te juro. Me di vuelta y le dije a mi amiga: ‘Olvidate, este es mío’”, confesó entre risas.
“Pegamos onda a los diez minutos. Y más o menos ya estábamos enamorados; sé que cuesta creerlo porque somos dos personas adultas”, comentó sobre la química que surgió cuando emperazon a conversar. Además narró el diálogo que mantuvieron y las expectativas que surgieron en aquel primer encuentro: “Al poco tiempo me dijo: ‘¿Sabés que ya te amo?’, y le dije: ‘Yo también, ¡pero yo estoy de novia!’, y me dijo: ‘Bueno, no importa, yo te espero’”. Con humor, recordó que nada salió como esperaba, y el final de la velada volvió a sorprenderla: “La realidad es que él se fue con otra esa noche... y yo me volví a mi casa”.
“Después nos reencontramos al tiempo y ahí ya sellamos todo. Pasé de tener novio a casi a un marido con tres hijos -el empresario ya había sido padre durante una relación anterior-, porque a los dos días ya estaba haciendo chocolatada cuando venían del colegio y ayudándolos a estudiar”, reveló. Franchín definió aquellos inicios como “un cambio fenomenal de su vida”, y fruto de su matrimonio nació Benicio, de 10 años. “Ahora ya soy abuela también, y celebro la familia grande, de muchos tíos, hermanos, primos, me encanta”, aseguró.
En cuanto a su pasión por la cocina, explicó que su madre cumplió un rol clave en inculcarle valores desde la infancia. “Mi responsabilidad en mi casa era pasar tres veces por semana la aspiradora, hacerme la cama, ayudaba mucho a mi mamá a cocinar y a hacer las compras; entonces me genera más placer cuando le doy a mi hijo algo que yo hice, cuando ve la enseñanza, que entra más por los ojos que por lo que uno les dice”, expresó. Y concluyó: “Quiero que mi hijo recuerde a su mamá cocinando en la cocina, como yo recuerdo a la mía, me gusta la idea de padres presentes en todos los ámbitos”.
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