Ser notero de un noticiero o canal de noticias a veces parece una profesión de riesgo. Enfrentan corridas y gaseadas en marchas “picantes”, escuchan gritos de vecinos desencajados y depende en qué canal trabajen y con qué lado de la grieta la gente los identifique recibirán aplausos o insultos. Los movileros son casi una rama del periodismo, tanto que ellos mismos se conocen como “la patria movilera”. Entre los “habitantes” de esta “patria” se encuentra Cecilia Insinga, una de las periodistas más aguerridas y destacadas de Canal 13. Hoy, sin embargo, le tocó protagonizar un momento insólito que supo resolver con simpatía: se cayó en vivo y mientras entrevistaba a una vecina.
En Mediodía noticias, la periodista dialogaba con Norma, una mujer que rescató a una perrita que era maltratada por su dueño. Desde el piso, Sandra Borghi mostraba su indignación. “El violento es violento. El que le paga a un perro, le pega a una mujer, le pega a un chico. Es un violento capaz de cualquier cosa. Hoy a la mañana nos preguntábamos si este tipo no debería estar preso”, editorializaba la conductora. Mientras esto ocurría, Insinga escuchaba con atención, pero en un momento se ve que trastabilla y comienza a caer. La entrevistada intenta ayudarla, pero al hacerlo cae sobre ella. Todo esto se observa al aire y con pantalla partida. Desde el piso, Luis Otero mantiene su habitual compostura y atina a describir: “Se nos cayó Norma, se nos cayó Cecilia. Esperamos que estén bien“ para rematar con un “¿Cómo están?”.
Mientras esto ocurre, Sandra Borghi se lleva las manos a la boca y pone cara de “oh, oh”. La imagen toma solo a los conductores pero rápidamente vuelve a Insinga que con una garra única no para de reírse. Intenta hablar pero no puede, tanto que Otero retoma la palabra para decirle “qué porrazo te diste”. Un poco más repuesta, la periodista explicó cómo fue que se cayó: “Acá había un escalón. Yo lo estaba mirando, porque Reina estaba atrás, con su colita, y yo no lo quería pisar”.
Desde el piso destacaban la actitud mansa de Reina, la perrita rescatada, que ante la caída no se puso agresiva pero nada dijeron de la actitud de la cronista que resolvió el momento con una simpatía única; solo acotaron entre risas que protagonizó el blooper del año.
No es la primera vez que Insinga atraviesa una situación difícil en un móvil. Hace dos años mientras cubría una manifestación en reclamo por más seguridad en Villa Madero, un hombre intentó atacarla con un cuchillo para robarle. Fue un camionero que pasaba por el lugar que al ver lo que ocurría, tocó la bocina e hizo escapar al delincuente. En otro momento protagonizó un momento no tan temible pero muy incómodo. Mientras hacía su trabajo, una paloma pasó volando y defecó en su saco. La prenda de color claro hacía que el “regalito” de la paloma no pasara desapercibido. Insinga intentó tomarlo con humor pero se notaba su incomodidad.
Sin embargo, muchos momentos incómodos solo los conocen sus compañeros. Casada desde el 2012 con el periodista Diego Brancatelli con el que formó una hermosa familia es frecuente que en algunas notas, desconocidos se acerquen para manifestar su desacuerdo por el marido que eligió. En una nota en la Sociedad Rural, una mujer le recriminó “Sos una gran periodista, salvo por la maldición de tu marido”. La periodista no se enojó por el comentario -por lo menos indiscreto- sino que con su mejor sonrisa respondió: “Son percepciones. Para mí es una bendición”. El año pasado cuando Insigna debutó como conductora, su marido escribió orgulloso en redes: “Arriesgando su vida. Laburando en las condiciones más hostiles. Le robaron. La amenazaron. Lloró. Se emocionó, pero siempre fue la misma profesional al aire”. Los que conocen y trabajan con Insinga no pueden menos que estar de acuerdo.
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