Corría el año 2015. Robert de Niro estaba rodando la comedia The Intern (Pasante de moda) junto a Anne Hathaway. Entonces, contrataron a una instructora de artes marciales para que le enseñara Tai Chi en el parque a su personaje, Ben Whittaker, un jubilado viudo con demasiado tiempo libre que buscaba hacer distintas actividades para tratar de ocuparlo. Y la elegida para el puesto no fue otra que Tiffany Chen, una verdadera experta en la materia.
Si hubo flehazo o no, es algo que no se sabe. Pero, por entonces, el actor estaba casado con la azafata Grace Hightower, madre de sus hijos Elliot (24) y Helen Grace (10), de quien se separó recién en 2018. Tras más de dos décadas de matrimonio, el mismo de Niro había anunciado el final de la pareja mediante un comunicado. “Estamos entrando en un período de transición en nuestra relación, que es un proceso difícil pero constructivo”, dijo entonces. Sin embargo, el divorcio no fue tan armonioso como él hubiera deseado.
Robert ya había tenido un primer matrimonio con la actriz y cantante Diahnne Abbot, con quien se casó en 1976. El actor tuvo con ella a su hijo Raphael (45), pero también adoptó a la niña que la mujer había tenido con su pareja anterior, Drena (50), con la que comparte la pasión por la actuación. Pero, en 1988, sobrevino la separación. Un año más tarde, De Niro comenzó una relación con la modelo Toukie Smith, con quien tuvo a los gemelos Julián Henry y Aaron Kendrich (26) a través de una subrogación de vientre. La pareja se terminó en 1995. Y, en 1997, volvió a dar el “sí”, esta vez, a Hightower.
El matrimonio habría tenido varias crisis. Y hay quienes aseguran que, a poco de haberse casado, Robert y Grace estuvieron a punto de divorciarse en más de una oportunidad. Sin embargo, en 2004 renovaron sus votos. Y siguieron juntos hasta que la situación se hizo insostenible. Entonces, comenzaron las disputas económicas. “El Sr. De Niro ama su oficio, pero no debería verse obligado a trabajar a este ritmo prodigioso porque tiene que hacerlo”, había dicho el año pasado Caroline Krauss, abogada del actor de 78 años, quien aseguraba que su cliente debía costear el alto nivel de vida que pretendía mantener su ex. A todo esto, además, se le sumó la controversia por la tenencia de sus hijos. Pero lo cierto es que, cuando este conflicto todavía no había sido resuelto en su totalidad, apareció la figura de Chen.
De Niro fue sorprendido por los paparazzis junto a su nueva novia en agosto del año pasado, cuando asistió con ella a una fiesta realizada en el yate del multimillonario James Packer, socio comercial del actor, en la Costa Azul de Francia. Y las demostraciones de afecto públicas entre ambos dejaron en claro que ninguno de los dos tenía intenciones de ocultar la relación. De hecho, un mes más tarde volvieron a ser fotografiados mientras caminaban por las calles de Nueva York junto a tres de los hijos del actor: Elliot, Helen y Julián. Y también compartieron unos días de vacaciones.
De Tiffany se sabe que es una deportista multipremiada, que cuenta en su haber con decenas de medallas de oro y títulos mundiales en artes marciales. En su juventud, era patinadora artística y competía en esta materia, pero decidió aprender Tai Chi para mejorar su equilibrio y terminó enamorándose de esta actividad que también desarrollaba su padre, William Chen, a quien ella admira profundamente. De hecho, la mujer ha escrito un libro en el que enseña el poder de esta disciplina para dormir mejor, aliviar el dolor crónico y bajar la presión arterial, algo con lo que sin duda debe haber ayudado a De Niro que venía de sufrir una lesión en su pierna tras el rojade de Killers of the Flower Moon (Los asesinos de la luna de las flores).
Para su visita a la Argentina, adonde arribó el fin de semana pasado para filmar la serie Nada junto a Luis Brandoni y bajo la dirección de Mariano Cohn y Gastón Duprat, de Niro no hizo pedidos demasiado extravagantes. Aceptó el proyecto a condición de que pudiera entender el libro por completo, ya que no quería perderse ningún detalle por las traducciones. También pidió custodios que lo acompañaran durante toda su estadía en el país. Y solicitó que el alojamiento incluyera una suite en el hotel Four Seasons para él y su novia.
Así las cosas, en cada una de sus recorridas por Buenos Aires, el actor contó con la compañía de Tiffany, quien además se encargó de cuidar a su hija Helen Grace, que también se sumó a la partida. Y aunque no quiso posar para los fotógrafos, la realidad es que la novia de Robert tampoco evitó los flashes. Porque, si bien el romance sería reciente para la prensa, ellos se conocen desde hace ya siete años y está más que claro que apuestan a una relación formal, pensando en un futuro juntos.
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