Finalmente, y luego de haber sido operado en Brasil, Fede Bal regresó a la Argentina. El pasado 22 de abril, el actor estaba grabando algunas escenas para la nueva temporada de Resto del mundo en la isla de Paraty, en Brasil, cuando sufrió una caída mientras carreteaba con un parapente a motor y terminó con fracturas expuestas.
Lo cierto es que en las primeras horas de este martes, arribó junto a Carmen Barbieri y su novia Sofía Aldrey al aeropuerto de Ezeiza, donde fue abordado por Intrusos. “¿Tuviste miedo de perder el brazo?”, le preguntó Flor de la V. “Estaba muy mal el brazo, a veces sueño con el momento en que me levanté del accidente y lo vi. Estaban todos los huesos saliendo, hay cosas que tuvimos que sacar porque no se pueden mostrar en cámara. Vi mucha sangre y dije ´ya está, si no lo agarran a tiempo, creo que puedo llegar a perder el brazo porque estaba muy comprometido´. El dolor de esos cinco días esperando la operación fue terrible”, se sinceró.
“Fueron momentos de mucho miedo, sobre todo porque el tema de estar lejos y caes a veces en una guardia en un lugar bastante rústico, te puede agarrar un médico que considera que te tiene que cortar el brazo y te la debo”, continuó expresando en diálogo con el ciclo de América.
En tanto, contó sus sensaciones. “Podría haber sido una tragedia, porque encima la hélice pega en la tierra, toda una secuencia que podría haber sido catastrófica. No le estoy poniendo más dramatismo del que tiene, esto es realmente lo que pasó y podría haber sido mucho peor. Por eso me puse a llorar cuando el médico me dijo que me podría haber matado. Me agarró la mano y yo le dije ´sí, tenés razón´´”. En ese sentido, comentó: “Lo vi muy grave el tema, no era una fractura más. Pero dije ´si no me morí hasta ahora, calculo que de arriba no me quieren o estará mi viejo cuidándome´”.
En ese momento, Virginia Gallardo le consultó cómo seguirá con su recuperación. “Tengo una mano muy complicada. Salió bien la operación. Tengo 30 puntos de un tajo atrás, uno adelante, otro a los costados, son 15 puntos, 12 de un lado, 5 del otro. Estoy todo tajeado. Lo que tengo que hacer es empezar a moverla (la mano) de nuevo porque tengo muy poca movilidad. Va a estar todo bien de acá a un tiempo”, señaló. “El sábado ya va a haber un programa que es la segunda parte de lo que fue el accidente, que es un poco mi recuperación en la clínica en Río de Janeiro”, acotó.
“Nunca estuve tan feliz de volver a mi casa”, expresó aliviado. Y reveló cómo hace para tener esa capacidad de resiliencia, a pesar de todo. “Cuando tenés momentos de salud graves, que no podés ver lo que pasa adentro de tu cuerpo...Mucha gente que ha pasado por lo que yo pasé creo que me va a entender. Cuando hay un cáncer y un doctor te dice que no sabe muy bien cuál es tu panorama, y vos sabés que las células malas pueden tal vez agarrar otro órgano y hacer metástasis, yo me miré el brazo y dije ´ah, ¿solo esto es el problema?´ Y empecé a reirme”, recordó. Entonces, analizó: “Cuando le ganás a una enfermedad tan dura como el cáncer, empecé a relajarme, podría haber sido todo tan grave y no fue tan mal. Le puse humor. Creo que la vida te da batallas para que puedas ser mejor y crecer, aprender. Va a ser una gran anécdota el día de mañana”.
Por último, se refirió a la incondicionalidad de su novia. “Es de lo más lindo del mundo encontrarte en estos momentos dramáticos con la gente que te acompaña. Verla a ella me llena de amor, no hace más que reafirmar la mujer que tengo al lado. A veces siento que es demasiado para mí. Es la mujer de mi vida”.
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