Robert de Niro llegó hace unos días a la Argentina para filmar una serie con Luis Brandoni, entre otros actores y su paso por Buenos Aires no pasó desapercibido. El actor de Taxi Driver recorrió entre otros sitios el Museo Nacional de Bellas Artes. La ficción Nada es su segunda experiencia trabajando en el país, ya que había rodado La Misión, en 1986.
Con extensos paisajes y una ciudad que lo ofrece todo, son muchos los directores de Hollywood que eligieron a la Argentina como locación.
Una de las visitas más recordadas es la de Madonna, que en 1996 llegó para filmar Evita, el musical de Alan Parker. En ese momento, su llegada se dividió entre los fans que aclamaban a la reina del pop y manifestantes peronistas que no la querían en el papel.
Tiempo después, ella compartió su diario de viaje y recordó: “Mi habitación está en el segundo piso. Mis seguidores están gritando ‘Madonna’, y cantando mis canciones. Es algo encantado y halagador. Camino del hotel vi pintadas en que se leía: Fuera Madonna. Una dulce bienvenida. La resistencia viene de un reducido grupo de peronistas en su desesperado búsqueda de atención, aunque no se sepa muy bien por qué protestan. Estoy segura que estarían para tomar el té conmigo si los invitara”.
En ese momento ella y el director se reunieron en varias ocasiones con Carlos Menem, presidente en ese entonces, quien finalmente sentenció: “Ah, pueden filmar en el balcón de la Casa Rosada y en cualquier otro edificio público”. “No llores por mí Argentina”, se hizo desde la emblemática ventana que da a Plaza de Mayo.
Meses después el país volvió a revolucionarse por la llegada de una estrella de Hollywood, en septiembre de 1996. Brad Pitt había venido a filmar con su equipo Siete años en el Tibet. Esta no era la primera locación elegida por la producción, que tenía como idea rodar en la India, pero que no pudo hacerlo por un conflicto político en el país asiático.
Mendoza fue el lugar elegido para filmar durante cuatro meses y no daban abasto para complacer los pedidos de la producción que constaba de unas 700 personas entre técnica y artística y la ocupación hotelera llegó a estar ocupada al ciento por ciento.
En el 2013 Will Smith estuvo tres semanas en Buenos Aires para rodar algunas de las escenas más emblemáticas de Focus, la película que protagonizó con Margot Robbie. Denise Di Novi, una de las productoras de la ficción se había expresado sobre la decisión de grabar en el país: “Estoy feliz de filmar en una de las ciudades más excitantes y hermosas del mundo. La sofisticación, romance y la complejidad de Buenos Aires son perfectas para el filme”.
Entre los lugares elegidos estuvieron el Círculo Militar, en Retiro, las calles de Recoleta, el Mercado de San Telmo, Caminito en La Boca, el Hotel Faena en Puerto Madero y hasta la estación de subte Venezuela de la Línea H.
Dos años después Leonardo Di Caprio llegó al país para hacer El Renacido, de Alejandro González Iñárritu por el que el protagonista finalmente recibió el Oscar a Mejor Actor. Fueron las escenas finales de la película las que se rodaron en la orilla del río Olivia, cerca de la ruta 3, a temperaturas extremas.
En su paso por la ciudad más austral del mundo el actor de Titanic además aprovechó para entrevistar a científicos argentinos para su documental sobre el cambio climático. Los reportajes los hizo en un catamarán, mientras navegaba por el canal de Beagle.
“Como él venía de estar en Canadá y en el Artico, la idea era contrastar esa experiencia con lo que ocurre en latitudes tan opuestas del mundo, aunque al final terminamos hablando de otros temas ambientales, como el monocultivo de soja o el fracking “, había dicho a Télam el geólogo del Conicet Jorge Rabassa a la vez que agregó: “Ningún improvisado”.
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