Esta semana, Viviana Saccone quedó envuelta en una gran polémica que se desató en Twitter. Todo comenzó porque la actriz hizo público un mensaje que le envió el pintor que está haciendo algunos arreglos en su casa y muchos usuarios no la perdonaron. ‘Te aviso que hoy no vamos, los muchachos no se quieren mojar así que para ir solo no voy. No’ vemos mañana’ (sic). Firmado: el pintor. La cultura del trabajo”. Un rato después reconoció: “Igualmente, tengo que decirlo, trabajan muy bien. Pero hoy tenían que preparar toda la pared. Están trabajando hace tres semanas, y tengo todo dado vuelta. A mí me noqueó el ´los muchachos no se quieren mojar´ (el trabajo es interior y no solo pintura)”.
En tanto, y luego de las críticas que recibió por no comprender al trabajador -algunas de las cuales contestó -, Saccone también compartió el amable ida y vuelta que tuvo con el pintor, quien incluso le regaló un respaldo de cama y estantes.
Pero este jueves, Viviana reveló la historia detrás de la contratación de este pintor. Porque hasta el momento, no se sabía que antes de contactarlo, había sido estafada por otro albañil, quien le dejó la casa destrozada. “Ya que despertó tanto interés en la opinión pública mi tuit del ´pintor´ (al que llamaré M, porque si hay algo que nunca hice es escracharlo, como dicen los que siempre dicen mal) voy a referir un poco hacia atrás la historia para que puedan conocer algunas cosas desde sus inicios”, comenzó expresando, abriendo un “hilo” para contar los detalles.
Y continuó: “El año pasado, yo vendí mí casa y compré otra. Ésta necesitaba refacciones, agregar un cuarto y otras cosas ya que era bastante vieja. No contaba con mucho dinero, más bien poco, así que alguien me recomendó a un constructor que había trabajado por 30 años con su familia. Este hombre (al que llamaré F) vino a ver la casa y acordamos un presupuesto. Firmamos un contrato. Serían 60 días de corrido con el material grueso incluído y yo me haría cargo de todo lo demás. A mediados de septiembre del ‘21, comenzó la obra”.
“Todo arrancó bien. Mis amigos y allegados pueden decir que yo no paraba de hablar maravillas de F, que me generaba una confianza y respeto increíbles, cosa que agradecía ya que yo casi no podía estar en la obra porque estaba trabajando en La Academia y de gira de teatro. Entiendan que soy sostén de familia por lo que trabajar (de lo que salga) muchas veces es mi mejor opción”, aclaró.
En ese sentido, contó el sacrificio económico que le implicó: “F me pidió los pisos. ´De primera´ porque él no trabaja de segunda mano. Tampoco trabaja Durlock porque él es del ladrillo, como los mejores, y tampoco Microcentro o alisado, por lo que compré, con todo el esfuerzo del mundo, el porcelanato soñado de primera que tanto me gustaba”.
Pero en un momento comenzaron los problemas. “Fueron pasando los días y la obra iba lenta. ´Así es al principio´ me decía F. Y yo confiaba. Tanto confiaba, que de los 3000 U$S que habíamos acordado que me quedaría para el final de obra, me pidió si no le daba 2000, porque le salió una oportunidad única de cambiar su camioneta”, prosiguió. Y desatacó: “Y yo se los di. Llegado diciembre empecé a apurarlo porque tenía que dejar el departamento que alquilaba. Me salió trabajo en Córdoba entonces, pensé ´dejo los muebles en la casa, total falta poco´. Eso hice. Mudé los muebles. Me fui a Córdoba. Para febrero la relación con F era tensa”.
De esta forma, la actriz continuó con su extenso descargo: “Bastante aguanté, ¿o no? Sí, acá sí pueden pensar ´que boluda...´ Y si, soy una pueblerina confiada. Suele pasarle a la gente que viene de familia honesta. En fin... Para febrero yo le exigía a F desde Córdoba, respuestas de como iba la obra. Se acercaba la hora de volver y nada”.
“Llamo a la persona que me lo había recomendado y NO PUDO CREER el estado en el que estaba, no solo la obra, sino, mis muebles dentro de la casa. Intentó hacerse cargo a último momento, de salvar la situación y F solo podía decir, que no sabía que había pasado”, señaló indignada.
Y enumeró las excusas que le daba el albañil: “Que el país se había ido a la mierda, que el dólar y no se qué... Cuestión, llego a mí casa y vi que había pagado para que la destruyan. Estaba peor de como la había comprado. Mis muebles arruinados. Ahí empezó una batalla con F porque cumpla su contrato. Él dijo que no tenía más dinero y que si quería que la termine, le tenía que pagar más. Además (y esto es hasta gracioso) le tenía que pagar unos extras, por lo que además yo le debía plata a él. Ahí llamo a un abogado, este hombre no tiene nada a su nombre por lo que desisto de someterme a un juicio para nada. ´Fuerza Vivi´, me digo, ´seguí adelante y todo va a mejorar´. Por supuesto que desde ese momento mi lucha diaria era no castigarme por haber confiado una vez más. Porque ante la estafa del otro lo peor es que uno mismo se culpa, cuando en realidad el otro es el hdp”.
Ante la crítica situación que estaba viviendo, Saccone trató de reacomodarse y es en ese momento que conoce a su actual pintor. “Imaginen que perdí el año entero de trabajo en esa casa; cada peso ganado se lo daba a F. Eso significa mucho esfuerzo y tiempo no compartido con mis hijas. Ahí aparece M. ¿Vieron q largo camino recorrido? Yo estaba con toda mí tristeza y desolación a cuestas, juntando los pedazos de meses de ilusión soñando con mi casa (a esta altura del relato un poco de melodrama viene bien ) cuando alguien maravilloso que apareció en mí vida me dice que conoce a alguien, que le hizo algunos laburos y muy bien. Yo lo único que quería era mí casa habitable y linda”.
Pero el problema era que tenía que comenzar todo de nuevo. “Las paredes de cero, el piso de cero (sí, el porcelanato no sirve de lo mal puesto que está) terminar baños, y si iba a pagar otra vez, que venga el mejor. M es muy bueno de verdad. Trabaja súper bien. El trabajo es muy costoso pero lo hace bien”.
“Hasta que llegó el día del tuit. A las 8.20 de la mañana me escribe que no vienen porque los chicos no se quieren mojar y él, para venir solo, no viene. Repito, él, para venir solo, no viene. Imagínense si a esa altura del partido yo me iba a enojar. Ya estoy entregada”, comentó.
Y volvió a aclarar: “Escribí el tuit porque ´yo para ir solo no voy´ me hizo gracia, pero la verdad es que quiero que terminen. A las dos horas de ese día el sol rajaba la tierra. Fue un día perdido para mí, pero ya estaba entregada. A M lo volvería a elegir porque trabaja excelente, lo recomendaría”. Y mostró una foto del caos que le dejaron: “Y tanto está todo bien, que hoy tampoco vino porque hay elecciones en el gremio. Y acá me tienen, escribiendo un hilo interminable sentada en los escombros”.
Por último, y luego de agradecer también a Laura, la arquitecta que la está ayudando sin cobrarle honorarios, dejó una contundente reflexión sobre los haters: “Lo más llamativo de toda esta historia, es la gente de tuiter. Es esa gente a la que se le hace agua la boca para destrozar a cualquiera apenas aparece lo que ellos leen como una maldad. Son vampiros. Se desesperan. Muestran sus dientes cuando el otro sangra. Se autoproclaman defensores de la nada misma y en nombre de eso matan a cualquiera. Son violentos. E ignorantes porque no se dan cuenta que eso que dicen habla de ellos, así ven ellos el mundo porque así actuarían. De la misma forma que el honesto confía, el hijo de puta cree que todos son cagadores”. “Que tengan un hermoso día. Yo soy muy afortunada”, cerró.
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