Cuando pesaba 240 kilos, Pablo Bragale decidió comenzar su lucha contra la obesidad. Hasta ese momento, su vida era un infierno: no podía dormir, le costaba respirar, tenia muchos problemas de salud y, además, la gente se le reía en la cara. Hasta que un día dijo basta y decidió pasar a la acción para mejorar su calidad de vida. Quería recuperar su autoestima, su seguridad y así disfrutar el resto de vida que le quedaba.
Así, comenzó a dar los pasos necesarios para conseguirlo, empezando por cambiar su alimentación y se hizo el cinturón gástrico. Incluso, tuvo un paso por el recordado reality show Cuestión de Peso. Pero en el 2017 aceleró el proceso: hoy, casi tres años después, pesa 82 kilos. Sabe que la obesidad no se cura y que es una lucha diaria, que por estos días volvió a darle un revés.
“La pandemia nos volvió un poco más pobres y es algo mundial pero particularmente no me afectó tanto porque me dieron un subsidio por discapacidad. El tema de mi trabajo va más allá de la pandemia y por las políticas empresariales de tratar de tomar a la persona perfecto y que no te va a traer problemas de salud y eso es lo que me pasa a mí: me toman la entrevista y me dejan afuera por la enfermedad crónica que tengo”, contó Pablo con tono angustiante en una entrevista con Juan Etchegoyen para el ciclo Mitre Live.
“Hoy estoy sin trabajo pero viene de cuenta larga, los últimos trabajos que tuve fueron generados por mí, trabajé haciendo remeras”, dijo. Y además comentó que las complicaciones económicas le acarrean otros problemas de salud, ya que necesita realizarse una operación. “Yo me tengo que operar para tener una vida saludable sin los colgajos en las piernas. Yo bajé 140 kilos y eso marca que es mucho el colgajo y aparte yo tenía lipoma en el muslo izquierdo muy grande. Entonces, a mí me pasa que me pongo un pantalón y me entra, pero la problemática que los pantalones que se hacen bermudas y tienen cierre me lastiman mucho cuando lo abro”, describió con franqueza y crudeza. “Es un tema de calidad de vida, esto no se considera estético, es masivo el colgajo”, dijo, apuntando a la obra social que no quiere hacerse cargo del procedimiento.
“Mi gran problema es que me cuesta insertarme a mí en ese tratamiento: yo tengo una enfermedad que se llama lipedema y las obras sociales no se encargan de eso. Esa es la dificultad que tengo hoy en día, es por eso que yo necesito operarme para poder vivir mejor”, agregó el ex participante de Cuestión de Peso.
“De lo poco que gano, lo cubro para hacerme los drenajes. El sábado pasado me desmayé y eso es consecuencia de la obesidad, ese es el mensaje que tengo para transmitir. Yo de un día al otro me empecé a desmayar y me empezaron a hacer estudios y vieron que era una consecuencia de lo otro”, contó Pablo.
“Las últimas veces que me desmayé y que estuve internado, el médico me preguntó qué cosas sentía y qué era lo que hacía cuando me pasaba. Entonces, ahí le dije las cosas, esta vez me pasó que me desmayé en una escalera mecánica”, dijo. Días atrás, en su cuenta de Instagram, Pablo contó sobre este accidente que sufrió en un shopping
“Al subir a una escalera mecánica, mi bradicardia se comenzó a alterar y de repente se me apago la tele, digamos. Y caí por la escalera mecánica: cabeza rota con varios puntos, cortada en la frente y múltiples hematomas”, describió. “Esa caída pudo haberme casi matado, toda la noche en el sanatorio y gracias a PAMI por toda la cobertura y medicamentos y análisis. Pero quiero contarles algo: esa patología, bradicardia y cardiopatía crónica, es consecuencia y comorbilidad de mi hiper obesidad mórbida del pasado. Es verdad, esto no pasa siempre pero como en otros factores la obesidad es factor agravante de riesgo. Repito: es por salud, no por estética”, cerró.
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