Su apellido es una marca registrada. Y está claro que, con él, es mucho más fácil vulnerar cualquier puerta de acceso a la fama. Sin embargo, ella sabía que al final de cuentas debería hacer un esfuerzo doble para hacer valer su talento sin caer en la comparación con su consagrado padre. O, lo que es peor, en la descalificación solo por ser “hija de...”. Pero lo cierto es que, desde hace ocho años, Johana Yoyi Francella viene forjando una meritoria carrera de actriz, que con su excelente interpretación de Zoe en El primero de nosotros, la tira éxito de Telefe, estaría a punto de consagrarla.
Fruto del matrimonio de Guillermo Francella y Marynés Breña, Yoyi nació hace 28 años. Y, siguiendo el camino de su papá y de su hermano mayor, Nicolás, en 2014 comenzó a dar sus primeros pasos en la actuación participando en la novela Noche y Día, que protagonizaban Romina Gaetani y Facundo Arana por ElTrece. En 2016, en tanto, formó parte del elenco de la serie Si solo si, emitida por la TV Pública. En 2017 trabajó en Heidi, bienvenida a casa de Nickelodeon. Y al poco tiempo estuvo en Golpe al corazón, ficción encabezada por Eleonora Wexler y Sebastián Estevanéz en Telefe.
Al mismo tiempo, la actriz co-protagonizó la obra teatral Justo en lo mejor de mi vida junto a Miguel Ángel Rodríguez, Julia Calvo, Diego Pérez y Pepe Monje en el teatro Picadilly, bajo la dirección de Luis Brandoni. También trabajó en la serie Millennials de Net TV, donde compartió elenco con Nicolás Riera, Laura Laprida, Juan Manuel Guilera, Matías Mayer y Noelia Marzol. En 2019, se sumó al elenco de Argentina, tierra de amor y venganza, la exitosa novela de época encabezada por Gonzalo Heredia, Eugenia Suárez y Benjamín Vicuña. Y también se dio el gusto de trabajar con su padre en la película El robo del siglo.
Pese a todo, muchos se sorprendieron al ver a Yoyi interactuando con Luciano Castro en la ficción que hoy ocupa el prime time del canal de las pelotas. En su rol de Nico, el galán interpreta a un seductor que busca relaciones ocasionales y sin compromiso, pero que inesperadamente cae en las redes de esta joven que no hace más que tratarlo a él como él trata a las mujeres.
Así las cosas, el personaje de Francella se define como “un alma libre” que logra confundir a Castro, ya que no cae en ninguna de sus mentiras ni parece interesada en compartir con él nada más allá del sexo. Y termina ocupando un lugar fundamental en la vida de este hombre, que a su vez se ve involucrado sentimentalmente con su amiga Vale, encarnada ni más ni menos que por Jorgelina Aruzzi.
“Tener que hacer de una mujer que se lleva el mundo por delante y medio como que es la versión femenina de Nico estuvo bueno”, había asegurado Yoyi poco después de que comenzara a emitirse la tira en el living de Flor de Equipo. Y descartó que su padre se sintiera “orgulloso” por verla en ese lugar. “Le gusta, le encanta...¿Qué va a decir? ¡Es mi papá y suelo pedirle consejos!”, expresó.
De todas formas, la joven dejó en claro que no quiere que su carrera vaya ligada a Guillermo, más allá de la admiración y el amor que siente por él. “Yo siempre hice la mía, la verdad. Soy independiente. No me pesa el apellido, es algo que ya está. Lo importante es que amo lo que hago, trabajo y ya”, dijo muy segura al ser consultada al respecto.
Hace poco, en diálogo con Infobae, Francella había hecho referencia a la decisión de sus hijos de dedicarse a la actuación igual que él. “Hablamos mucho con los chicos cuando empezaron en esto porque conozco esta profesión. Es hermosa, pero también tiene muchos inconvenientes. Puedes estar años enteros sin una continuidad y a nivel anímico no quedas fortalecido. Pero yo nunca puse un impedimento y, gracias a Dios, tienen momentos muy felices ambos. A veces vienen las pausas o vienen los momentos en los que no tienen esa continuidad soñada, pero están atravesando un presente muy lindo. Son convocados, me gusta mucho desde lo interpretativo cómo se expresan, me gustan, son verosímiles”, dijo el actor.
Y agregó: “Somos fuentes de consulta entre todos. Les muestro un libro, les muestro la audición de alguien, me gusta escucharlos. Si me convocan de un programa que ellos ven y yo no, les pregunto, y ellos también a mí. En una época les gustaba ensayar conmigo. Me di el gusto de trabajar con ambos”. Cabe recordar que con Nicolás trabajó en Papá es un ídolo y Corazón de León.
Lo cierto es que, al igual que su hermano, Yoyi descubrió su vocación siendo una niña y recorriendo los sets de filmación con su padre, pero se preparó para lograr su propio lugar en el medio. No bien terminó el colegio secundario, estudió comedia musical, tomó clases de teatro y participó de un seminario en Nueva York en el Lee Strasberg Theatre and Film Institute. Y decidió que lo mejor era ir creciendo despacio en su carrera, algo que sin dudas está logrando.
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