A un año de la muerte de Mauro Viale: su pasión por el periodismo, la familia que soñó y el recuerdo de su amada Leonor

Se cumple el primer aniversario desde la partida del periodista, a sus 73 años, víctima del coronavirus. Un repaso por sus inicios como relator deportivo, su éxito en la televisión y una excepcional historia de amor, contada por su propia esposa en diálogo con Teleshow

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A un año de la
A un año de la muerte de Mauro Viale, un recorrido por su carrera y su amor por la familia

Relator deportivo, productor incansable, periodista, y conductor: un listado de profesiones que Mauro Viale supo compaginar con estilo propio desde sus inicios a fines de los ‘60. Su exitosa carrera lo mantuvo en vigencia durante más de medio siglo, y su repentina partida causó conmoción. A los 73 años, murió un 11 de abril de 2021, víctima del coronavirus. Los espectadores lo habían visto al frente de Mauro, la pura verdad - en dúplex por la pantalla de América y A24- tan solo dos días antes.

Mauricio Goldfarb, así figuraba su nombre en su documento, pero la barra de amigos del Círculo de Periodistas Deportivos le decía Mauro, y para complementar su sello artístico homenajeó a su barrio de la infancia y eligió Viale por una calle de La Paternal.

Aquellos orígenes los llevó siempre presentes, y valoró el esfuerzo de sus padres, que emigraron de Polonia en pleno nazismo. Desde muy joven manifestó su vocación periodística, y sus comienzos se remontan a 1967 en Radio Rivadavia, nada más y nada menos que en el equipo de José María Muñoz. Su cobertura deportiva no era la típica narración del partido, sumaba información y resaltaba los momentos más apasionantes con su latiguillo, “Quién mueve”.

Mauro Viale, un hombre de
Mauro Viale, un hombre de radio en sus inicios: en la foto lo acompaña el periodista Rolando Hanglin

En aquellos tiempos surgió el recordado “Jarabina”, el apodo que le puso al férreo defensor de Boca Juniors, Enrique Hrabina. El propio Mauro disfrutaba de jugar al fútbol en los encuentros con amigos, y ellos recuerdan que se destacaba en el medio campo. El amor por el deporte y la buena salud se la transmitiría varios años después a su hijo, Jonatan, a quien acompañó a sus prácticas de arquero durante su infancia.

En los ‘80 formó una potente dupla con Enrique Macaya Márquez, que acompañó a la Selección en los Mundiales de 1978, 1982 y 1986, donde tuvo la hazaña de contar al país las jugadas de Diego Maradona y el título en México. Luego fue testigo y partícipe de los albores de Fútbol de Primera en 1985, cuando relató los títulos de River de Veira, Central y Newell’s, el Independiente de Bochini, las caóticas Liguillas Pre libertadores y más.

Cuatro años después el programa fue traspasado de ATC a Canal 9, donde Marcelo Araujo ya era una voz destacada que se perfilaba como ícono de la señal televisiva. Después de que se desataran varios rumores sobre los motivos de su decisión, Viale dejó la pasión futbolera en el invierno de 1989, y estaba decidido a encontrar otro rumbo. Tras dos décadas, llegó el primer domingo que Mauro pasó en su casa y no en la cancha.

La llegada de Mauro Viale
La llegada de Mauro Viale a ATC fue el inicio de su éxito en la pantalla chica, con sus preguntas "al hueso" y la cobertura de casos policiales

El canal del cubo de colores se convertiría en su segunda casa, y formó parte de más de diez programas con diferentes nombres que lo tuvieron como protagonista. Su impronta hizo escuela y dividió aguas, pero en los últimos años el formato fue cambiando y viró hacia el costado informativo. De todas maneras, quedaría registrada por las cámaras la histórica pelea con Alberto Samid y la acalorada discusión que mantuvo con Pablo Echarri, entre muchos otros recuerdos de entrevistas únicas con las personalidades del momento.

El Diario de la Tarde; Mauro de Remate; Los Especiales de Mauro Viale; Mauro 360°; fueron algunos de los ciclos en los que asumió la conducción más adelante. A partir de 2013 se mantuvo firme los domingos con Mauro, la pura verdad, una edición de cinco horas ininterrumpidas, y también formaba parte de Polémica en el bar, junto a Mariano Iúdica, Chiche Gelblung y Gastón Recondo.

La palabra de Leonor Viale, la esposa de Mauro

Mauro Viale y su esposa,
Mauro Viale y su esposa, Leonor Schwadron, que luego adoptó el apellido artístico del periodista

Tenían 23 años y compartían algunos amigos en común que supieron oficiar de celestinos mejor que el mismísimo Cupido. Una salida al cine cambió sus vidas para siempre, y ninguno de los dos se enteró de qué película fueron a ver. Se perdieron en la seducción del otro y tiempo más tarde fueron padres de Ivanna y Jonatan.

No se puede contar la historia de Mauro sin mencionar a su gran compañera, Leonor Viale, con quien estuvo en pareja durante 53 años, entre el noviazgo y el matrimonio. En diálogo con Teleshow, la psicóloga cuenta que decidieron hacerle un “pequeño homenaje a un hombre gigante” en el cementerio de La Tablada para honrarlo en el aniversario de su partida.

“Mauro será único, como marido, como padre, como profesional, y como abuelo, y por eso elegimos un mármol donde grabamos la frase: ‘Querido Mauro, te amaremos por siempre, tu esposa Leonor, tus hijos Jonatan e Ivanna, tus nietos Aarón, Luca, Rafael y Romeo”, confiesa sobre el ritual donde además el rabino que los viene acompañando en el proceso de duelo dirá unas palabras. “Hablará sobre el arrancamiento precoz de la vida, porque la religión determina que después de un año no hay derecho a tanto dolor, y yo despacito trato de asumirlo, pero cuesta mucho”, se sincera.

Leonor y Mauro, compañeros en
Leonor y Mauro, compañeros en cada éxito y pioneros en la pantalla: "Viale vs Viale" fue el original segmento donde intercambiaban puntos de vista sobre casos reales con perspectiva psicológica

Por estos días Leonor está viviendo en el departamento donde crecieron sus hijos, y no donde anteriormente convivía con Mauro, porque sentía que el espacio era demasiado grande, además de los constantes recuerdos. Con dulzura y profesionalismo, define al hombre de su vida como un compañero extraordinario y protector. “Mauro era tierno, dulce y amoroso, porque a pesar de que en televisión podían verlo como alguien que tenía una imagen de cierta dureza, era un personaje que él creaba para poder trabajar”, asegura.

Muchos me dicen que lo extrañan, que los domingos ya no son los domingos, porque era un compañero del fin de semana de la gente”, expresa conmovida. Incluso se lamenta porque el periodista le había comentado que próximamente entrevistaría al presidente Alberto Fernández, y tras su repentina partida, la charla nunca ocurrió. En este sentido, descata el cariño que le transmiten profesionales de distintos ámbitos: políticos, economistas y científicos, por la oportunidad que les dio el conductor de explayarse en su programa.

Él era de apellido Goldfarb, que significa oro, o en su traducción pintura de oro. Pero no era la pintura, él era de oro, y perderlo fue perder oro. Lo siento profundamente en mi alma, creo que el duelo me llevará mucho tiempo y la tristeza también porque el vacío es muy duro”, reconoce con valentía. A la hora de hablar sobre su mágico romance, recupera la sonrisa cuando repasa los momentos felices que vivieron juntos. “Nos casamos muy enamorados, vivimos muy enamorados uno del otro, y lo seguiré estando porque sigo admirando su brillantez, la inteligencia, que es un factor fundamental que tiene que estar en la pareja para sostener nuestro vínculo, que fue fuerte, muy fuerte; yo creo que se trató de una alquimia, que sería como una mezcla entre el erotismo muy fuerte, una pasión que nos sostuvo durante mucho tiempo, además del amor”, reflexiona.

Leonor además de psicóloga es
Leonor además de psicóloga es profesora de idiomas, y bailarina de ritmos latinoamericas: algunas postales de los momentos más divertidos con Mauro

“Lo que más hubiera querido es tenerlo conmigo y tenerlo por mucho tiempo. Yo pensé que íbamos a vivir una vejez juntos, no estaba planificado en nuestras vidas un fallecimiento, para nada”, asume con tristeza. Leonor integra la Asociación Psicoanalítica Argentina, y se especializó en maternidad, parto y puerperio. También es profesora de idiomas y realizó distintos posgrados para seguir formándose como piscóloga. Su faceta de analista se combinó a la perfección con el costado periodístico de su marido, y juntos hicieron Viale vs Viale, un programa donde la licenciada explicaba conceptos teóricos de algunos casos reales en un mano a mano con Mauro.

“Fue un poco mi maestro también, y todo empezó en los albores de la televisión pública, porque llegaban cartas y yo le respondía las consultas de la gente; ahí me saqué el premio de la primera psicoanalista que se atrevió a hablar desde el punto de vista psicológico a la gente desde la televisión, que es muy difícil”, comenta orgullosa. Puertas adentro, el matrimonio compartía muchos momentos en su rutina diaria. Hacían las compras juntos, visitaban a sus cuatro nietos, se juntaban para comidas familiares los fines de semana y viajaban los 15 días de vacaciones del conductor.

"Mauro como abuelo era increíble,
"Mauro como abuelo era increíble, se hamacaba con sus nietos, se tiraba al piso a jugar, y muchas veces lo acompañaban al trabajo", cuenta Leonor Viale

Me protegió hasta los últimos segundos de su vida, porque cuando yo tuve un accidente en el 2020 estuvo al lado mío permanentemente, preguntando a cada médico y a cada kinesiólogo, que no salían de mi casa hasta que no le dijeran en qué estado yo me encontraba”, rememora. “Fue muy generoso porque el dinero que ganaba me lo daba porque sabía que yo lo administraba con mucho cuidado y me entregó toda su confianza. Viniendo de un hogar muy humilde trabajó para que su familia no padeciera dificultades y que sus hijos pudieran obtener todos sus títulos universitarios”, agrega. En este sentido, se muestra orgullosa de la herencia periodística que mantienen viva sus dos hijos: “Ivanna es psicoanalista, pero también trabaja en Radio Rivadavia y le decimos Maurita Viale porque va a la profundidad, y luego te pregunta al hueso, igual que su papá; y Jonatan hizo un camino diferente, propio, con un estilo personal extraordinario”.

Sobre sus participaciones en la pantalla chica, Leonor asegura que siente deseos de volver a ese espacio para interactuar con el público. “No me siento completa sólo con el consultorio. Atiendo online y algunos presencial, pero voy a tratar de retomar la televisión porque extraño mucho eso”, explica. Sobre el final, hace una declaración romántica que desafía a los escépticos del amor para toda la vida: “Las mujeres buscamos un compañero ideal y fracasamos muchas veces porque el ideal de un hombre es bastante difícil de conseguir, pero siento que yo tuve el hombre ideal; algunas están en la búsqueda del príncipe azul, y yo me di el lujo de tenerlo y de disfrutarlo durante el tiempo que vivió”.

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