Dante, el hijo de Guillermina Valdés y Sebastián Ortega, debuta en la música: “Cuando hago un tema, primero se lo muestro a mi vieja”

Presenta una canción, un reggaetón pop titulado “Volado”. En diálogo con Teleshow, además de música, este estudiante de Periodismo habla de los consejos de su abuelo, Palito Ortega, y de su relación con Marcelo Tinelli

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Entrevista a Dante Ortega, que debuta como cantante

¿Nace una estrella? El tiempo lo dirá. Pero Dante Ortega ya hizo su primer movimiento como figura pública y pretende continuar la estela musical de su linaje. Hace poco más de una semana estrenó su primera canción, “Volado”, un reggaetón pop en el que da pistas sobre su personalidad y habla de un amor soñado.

Dante tiene 21 años y, sin quererlo, nació famoso. Es el hijo mayor de Sebastián Ortega y Guillermina Valdés, nieto de Palito y Evangelina, sobrino de Emmanuel, Luis, Rosario, Julieta y Martín. Y algo más acá, hijastro de Marcelo Tinelli. Con todo, se define como un chico “normal”, que vive con su mamá (“Me gustaría irme a vivir solo, pero me gustaría tener independencia económica y no estar pidiéndole plata a mi vieja”, dice), que además de ser un apasionado y entusiasta de la música, es estudiante de Periodismo y trabajó como mozo en el restaurante del Jardín Japonés.

“La canción, aparte de hablar de mi personalidad un poco volada y de estar en las nubes, trata de qué es lo que puedo llegar a imaginar del amor sin haberlo vivido concretamente, por así decirlo. Porque yo nunca estuve en ninguna relación. Desde mi imaginación, qué puede llegar a ser el amor. Traté de que el mensaje sea lo más genuino posible porque nunca me enamoré, entonces no quería hablar del amor sin haberlo vivido. Me inspiré mucho en los sueños, en haber soñado con una persona que me gustaba, que tal vez nunca me dio bola, un crush, una crush... va por ahí”, le cuenta a Teleshow.

Dante habla pausado, relajado, y se apasiona cuando de música se trata: es fanático del pop y pone allá arriba a Rosalía, Billie Eilish, Madonna, Ed Sheeran y Paulo Londra. Incluso, su primer recuerdo musical está vinculado a Soda Stereo: “Los fuimos a ver a River con mi mamá y mi papá, y me acuerdo de que fue un mega show, que no me olvido más. Veníamos escuchando sus canciones y las cantábamos todo el tiempo para ir al colegio”, recuerda.

—En tu día a día, ¿sos muy volado o estás con los pies sobre la tierra?

—Con lo que quiero soy re focus, como con la música, y no voy a parar hasta conseguir lo que yo quiero. Pero puedo ser volado si mi vieja me pide que saque a pasear las perras porque mean y cagan todo, y puede pasar media hora desde que me lo dijo (se ríe). Depende de dónde ponga el interés. Por eso el nombre de la canción, porque asumo que en un montón de cosas soy un volado. Además, soy muy autoexigente: siento que me falta un montón. No me conformo con lo que tengo y ya está: quiero progresar y seguir perfeccionándome. Si dijera que ya está, que la tengo re clara, sería un soberbio y, justamente, sería muy volado.

Dante Ortega - Volado

—Tu papá es fanático del hip hop. ¿Comparten el gusto musical?

—Con mi viejo, de música, tenemos muy poco que ver. En realidad, tenemos muy poco que ver en general: a él le gustan los autos, a mí me gusta cantar en el patio. Aun así, nos llevamos muy bien, nos queremos y nos cagamos de la risa. Cuando yo era chico, escuchábamos hip hop en el auto... Él vivió 14 años en Estados Unidos, se crio con esa música y nosotros, con mis hermanas, tal vez no entendíamos nada. Y hoy le digo: ‘Pá, te agradezco porque nos ponías muy buena música’. A mi viejo le encanta la música: le mostré mi canción y le gustó, pero sé que es muy difícil salir con mi viejo y que la cantamos los dos juntos, porque no sé si él tira para ahí.

—¿Y tu mamá qué opina?

—Mi vieja es de escuchar de todo. A veces me dice que soy demasiado sentimental y a ella le gustan las voces más relajadas. Pero viste que los papás pueden tener una visión más exigente. Cuando le mostré el tema, le gustó un montón. En general, me apoyo mucho en mi vieja y cuando hago los temas, a la primera que se lo muestro es siempre a ella y me da siempre su parecer. Es muy compañera del proceso. Ella es muy sincera y me parece clave ser genuinos en los vínculos tan cercanos. Me dice siempre la verdad: a veces puede que yo no piense igual y me quedo callado. Es parte de la vida.

—Tenés muchos tíos dedicados a la música. ¿Con cuál compartís más en ese aspecto?

—A todos les muestro lo que hago. Soy muy de compartir lo que hago, lo que me gusta, mi música. Tal vez con la que más confianza tengo es con Rosario, que es con quien menos diferencia de edad hay. Tenemos muy buena relación y nos entendemos un montón. De hecho, por algo le pregunté a ella con quién podía grabar mi primer tema, y ella me recomendó a Mariano Otero, quien hoy es su pareja. También, cuando Emmanuel vivía en Miami, con mi prima cantábamos todo el tiempo, hacíamos covers. Y a mi tío, que sabe mucho de música y ahora es productor, le mostrábamos el tema que queríamos cantar. Y me decía: “Dante, hacete la tercera, una voz extra que no suene en el mismo tono”. Y yo le decía: “¿Qué es hacer otra voz?”. Yo no entendía. Él me mostraba qué voz hacer y en ese momento no entrábamos los dos. Y me decía: “No, les falta, tienen que seguir estudiando”. Es muy directo, muy honesto y te lo dice seco. Pero él cuando arrancó, arrancó como yo: estaba aprendiendo y por ahí sentía que todavía le faltaba y se quería seguir perfeccionando.

—El año pasado tu abuelo me contó que con sus nietos comparte la música, aunque él es de escuchar “otro repertorio”. ¿Qué te dice de tu música?

—Él también es muy exigente. Es de esas personas que nunca te va a decir: “Hey, te felicito, que bueno”. Es más serio. Pero con mi abuelo compongo un montón. Él me pregunta: “¿Qué música se escucha hoy?”. Entonces le digo que en Argentina ahora está de moda el trap. Se lo muestro y no quiere saber nada (se ríe). Me dice: “Pero eso no es una melodía”. Mucha gente tiene esa mirada porque escuchaba otra música antes, con melodías muy melancólicas. Y bueno, la música va mutando, me parece. Con mi canción, más allá de ser pop reggaetón latino, quise mantener bastante la melodía porque, para componer, yo sigo sus consejos. Obviamente, para ser como mi abuelo y llegar a su nivel, me falta mucho. Yo voy por otro lado y lo bueno es que en mi familia nos respetamos, siempre sabemos apreciar lo que nos gusta y eso es bienvenido, siempre.

—¿Te flashea ser nieto de Palito Ortega y haber nacido en una familia de artistas famosos? ¿O siempre te abstraés de eso y lo vivís como lo más normal del mundo?

—Cuando voy a comer los domingos a su casa o cuando pasamos tiempo juntos, lo veo como mi familia, algo normal. Ahora, cuando voy a ver un show suyo y veo cómo la gente canta sus canciones, como se emocionan las fans, lo que genera, llenar un Luna Park en semanas y con 80 años... digo: “¡Guau!, muy pocos pueden hacer esto”, y eso es la persistencia, la pasión. Sí, realmente, me emociona saber que tengo un abuelo así, que haya hecho lo que hizo. Y ahí tal vez sí digo: “Esto es diferente, no se ve todos los días y es un privilegio haber nacido en una familia de artistas como la que tengo”. Pero yo lo vivo muy normal. Y cuando la gente me pregunta: “¿No es impresionante, no te molesta la gente que sos nieto de Palito?”, yo no remarco mucho las diferencias, porque lo vivo naturalmente.

Dante Ortega
Dante Ortega

—En tu familia también hay alguien muy famoso como Marcelo Tinelli. ¿Cómo se llevan?

—Con Marce tengo una relación que no va tanto en lo musical, porque con él podemos hablar más de periodismo. O también, yo puedo darle mi opinión política, él tiene la suya, y hablamos de esas cosas... Pero él es re buena onda, siempre es muy generoso. Ahora que saqué mi tema, me compartió una historia en Instagram, los hijos también. Marce es muy buena onda conmigo y tiene una muy buena relación con mi mamá: la hace muy feliz y para mí eso es lo más importante.

—A vos te pasó algo normal: que tus papás se separaran. Lo que quizás no es tan normal es que eso se mediatizara. ¿Te afectó que algo tan privado se volviera público?

La separación de mis papás nos pegó un poco... Porque a todos los hijos nos pega, en algún punto, ese cambio rotundo en la vida de nuestros papás. Me pegó que fuese público, pero también creo que no fue culpa de ellos. Porque es algo que se iba a dar: sabiendo que son dos personas públicas, se iba a levantar que se separaron y toda la polémica que hubo. Eso en algún punto me pegó, pero entiendo que es muy difícil que tus papás se separen y a los dos días se abracen y se junten a comer asado. A Julieta la admiro un montón porque... Bueno, el otro día la vi a ella y a Iván Noble, que tienen una relación espectacular. Se juntan, se ven todo el tiempo... Son situaciones ideales que no sé si las encontrás todo el tiempo. Pero nadie tiene culpas acá, ni los papás ni nadie. Cuando uno es chico, como que no entiende esas situaciones: le duele, se encabrona. “¿Por qué mis papás se separaron, no se ven?”. Después vas entendiendo que es muy difícil el mundo de los adultos. Yo me metía mucho de chico en todas esas cuestiones y después, de grande, fui entendiendo que uno tiene que saber dónde poner la energía y que no hay que meterse en las cosas de los grandes. Sino, uno pierde mucha energía en eso. Después, ya me liberé y dije: “Ya fue”.

—¿Te pesa la exposición que heredaste? Porque básicamente sos famoso desde que naciste...

—Siempre me cuidaron mucho de chico. Mi papá no me dejaba tener una cuenta de Instagram pública. Teníamos discusiones con eso y después lo entendí. Él me decía: “Yo no quiero que te expongas hasta que no seas mayor de edad y no sepas con claridad lo que querés”. Y hoy se lo agradezco un montón, porque tal vez de chicos no sabemos manejar bien las redes sociales. Nos cuidaron un montón, entonces la exposición no la viví tanto. Pude tomarme colectivos para volver a casa, no me jodían en la calle... Siento que tuve una infancia y adolescencia común, como la de todos los chicos.

—¿Adonde te gustaría que te lleve la música?

—Estoy disfrutando el momento ahora que saqué esta canción y estar haciendo una entrevista como esta es un montón, porque siento que todavía no hice mucho como para estar acá. Tengo la suerte y el privilegio de que me hayan invitado. Así que quiero vivir el momento, seguir sacando canciones y seguir aprendiendo, seguir estudiando... Y que venga lo que venga. Si algún día la pego, feliz. El otro día fui al Lollapalooza y lo vi a Tiago PZK, que llenó, y me moriría porque me pase algo así... ¡Muero!

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