Por estas horas Dalma Maradona celebra sus 35 años, y este cumpleaños la encuentra además en la dulce espera de su segunda hija junto a su marido, Andrés Caldarelli. A pesar de su juventud, la actriz acumula una gran cantidad de anécdotas que datan de su infancia y adolescencia, y ella misma decidió destacarlas en un libro autobiográfico que publicó hace una década, Hija de Dios: No es el Diego, es mi papá.
A continuación, el recuerdo de cinco vivencias inolvidables de la hija mayor de Claudia Villafañe y Diego Maradona:
1. El amor tiene forma de margarita
Algunas veces el dicho popular “una imagen vale más que mil palabras” no alcanza, y ese es el caso de la foto favorita de Dalma. La famosa postal donde se la ve colocándole algunas margaritas en la zurda mágica de su padre, recorrió el mundo y se convirtió además en la portada del ejemplar donde contó en primera persona sus experiencias como la primogénita de Maradona.
Tenía poco más de un año cuando se acercó al Diez, a punto de empezar otra jornada de entrenamiento en Nápoles, y aquella secuencia fue retratada nada más y nada menos que por su madre. “La genia de mi mamá sacó justo la foto, yo con mis dos colitas y mi margarita, él sentado sobre la pelota del fútbol; es una ternura total y es mi preferida”, reconoció la cumpleañera en su libro.
Aquella foto además fue la que eligió para escribir una desgarradora carta de despedida en sus redes sociales cuando se confirmó la noticia más triste: el fallecimiento del astro de fútbol, en noviembre de 2020. “Voy a aguantar acá, sin esa parte de mi corazón que te llevaste ayer con vos. ¡Te voy a amar y defender toda mi vida porque te agradezco la vida compartida! ¡Estoy destruida pero voy a salir adelante!”, expresó invadida por el dolor.
2. El reto que terminó con lágrimas de Diego
Cuando tenía 3 años dejó de ser hija única y llegó al mundo su hermana Gianinna. La familia vivió en el sur de Italia hasta los seis años de Dalma, y fue en el país europeo donde entendió el fanatismo extremo que despertaba su padre. Deseos mundanos como salir a caminar, ir a la plaza o a un paseo de compras, se convirtieron en planes imposibles, porque para ese entonces la pasión maradoniana ya corría como pólvora.
“Una vez le insistí tanto para ir a un shopping que me llevó, y nos metimos a un local que me gustaba. La gente se abalanzó contra la vidriera, ¡y se vinieron abajo los vidrios por la presión de la gente que quería entrar al negocio donde estábamos nosotros! ‘¿Ves por qué no te quería traer?’, me dijo mi papá, y ahí empecé a darme cuenta de que había cosas que con él no iba a poder hacer”, narró en uno de los capítulos de su autobiografía. En este sentido, confesó que una sola vez en su vida Diego la puso en penitencia después de una discusión cuando era niña.
“Me mandó al baño y me dijo que no saliera de ahí, pero mi mamá después me contó que del otro lado de la puerta él lloraba más que yo, por haberme retado”, reveló. A principios de marzo estuvo invitada en LAM, y no solo reafirmó aquella anécdota, sino que además contó que la característica de su vínculo padre e hija siempre fue la honestidad. “Muchas veces me peleaba porque le decía lo que pensaba, pero después al tiempo me decía: ‘La verdad tenés razón, perdonáme por tal cosa’; y yo de adolescente sí fui muy injusta, porque todo me caía mal, pero entendí que en ese momento capaz ese era mi rol para que él pudiera entender algunas cosas, desde chiquita que fue así”, explicó.
3. La fiesta de 15 en la Bombonera
Bostera empedernida, si hubo un cumpleaños épico para Dalma fue el de sus 15 años. Ya por ese entonces ganaba cualquier discusión futbolística si se trataba de comparar al club azul y oro con el rival millonario. Por eso no resulta extraño que confesara que su sueño era que su fiesta fuera en la cancha de Boca Juniors.
En 2002 asistieron 300 invitados a la descomunal carpa blanca amarrada al césped de la Bombonera, y además hubo un show en vivo de su banda favorita, Los Piojos, junto a Los Auténticos Decadentes, que hicieron bailar a todos en el carnaval carioca.
Aunque la prensa permanecía en los alrededores del estadio en busca de declaraciones, fueron pocos los que rompieron el hermetismo. Recién al final de la fiesta, alrededor de las 9 de la mañana, el ex arquero de la selección nacional Sergio Goycochea reveló: “Diego bailó mucho, se emocionó y lloró cuando su hija apagó las velitas”.
Ese fue el último año que Dalma celebró su día con sus padres unidos como pareja, ya que al año siguiente iniciaron los trámites de divorcio. Aunque desde el 2000 el matrimonio estaba en crisis, fue en 2003 cuando dieron por terminada su relación.
4. La primera con título universitario
Otro de los logros que remarcó en su libro refiere a su orgullo por haberse graduado de la Licenciatura en Actuación en la Universidad Nacional de las Artes, ya que representa un hito en la familia. “Soy la primera Maradona con un título universitario, además de la primera que terminó el secundario, porque para mí es importantísimo estudiar, formarse”, sentenció.
En junio último mantuvo una charla radial con Catalina Dlugi y recordó la reacción de uno de sus profesores cuando advirtió su nombre en la lista de alumnos. “Leyó y volvió a preguntar, lo repitió como dos o tres veces y yo casi me muero de la vergüenza”, confesó. Su intento por pasar desapercibida duró un suspiro, pero con el tiempo forjó varias amistades en sus tiempos universitarios.
Durante la entrevista también se declaró “autoexigente” y asumió que ese rasgo de su personalidad la acompaña desde la infancia. “Para mí no existía tener una carrera de otra forma, de chica me hacía problema por lo que podían llegar a decir si escuchaban mi apellido, pero entiendo que hay mucha gente que le pueda gustar y que muchos que no; y estoy tranquila sabiendo que estudié y que me preparé”, aseguró.
5. La propuesta de matrimonio menos esperada
Dalma y Andrés se casaron un 31 de marzo de 2018, a dos días del cumpleaños de la actriz, por los que el motivo de festejo siempre es doble. Este es el cuarto aniversario de la pareja, y aunque mantienen un bajísimo perfil en las redes sociales, la hija del Diez contó cómo se conocieron y las vueltas del destino antes de ponerse de novios.
Invitada en Cada Noche (TV Pública) había expresado sus ganas de dar el “sí, quiero” allá por 2017, cuando todavía faltaban unos meses para que el jugador de rugby le pidiera matrimonio. “Yo iba a un colegio, me cambié en tercero a otro y ahí lo conocí. Con él hice tercero, cuarto y quinto año de secundaria, pero tenía otro novio, entonces nos conocíamos, pero nada”, relató.
“Me parecía una hermosa persona y teníamos una relación de amigos. Cuando me separé había un grupo que nos seguíamos frecuentando después de terminar el colegio y nos encontramos desde otro lugar y estuvo buenísimo”, explicó. Después de cinco años juntos llegó el día en que abrió la puerta de su casa y la esperaba una cena romántica a la luz de las velas que la hizo pensar que se había olvidado de alguna fecha importante, pero se trataba de la gran propuesta, y para su sorpresa, su padre lo supo antes que ella.
En octubre de 2017, el astro de fútbol anunció la boda de su hija mayor en Instagram: “Había una vez un joven llamado Andrés Caldarelli, que llamó al padre de su novia para pedirle su mano. Caballeros como mi yerno, no existen más. ¡Estoy muy feliz y orgulloso de contarles que se casa mi hija, Dalma Maradona!”. Con la bendición de “Dios”, contrajeron nupcias, y un año después recibieron a su primogénita, Roma. Ahora esperan con ansias la llegada de su segunda hija, a quien llamarán Azul.
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