El 5 de marzo pasado, Enrique Pinti fue internado de urgencia en el Sanatorio Otamendi a raíz de una descompensación. El humorista, que desde hace ya varios años viene sobrellevando un cuadro de diabetes severa y problemas circulatorios en las piernas, y fue ingresado en la institución médica para que le realizaran una serie de estudios. Desde entonces, poco se supo de la evaluación del creador de Salsa criolla, hasta que en las últimas horas su cuadro se agravó y desde su entorno manifestaron la preocupación por su salud.
Según pudo saber Teleshow, durante estas tres semanas la salud del actor fue cambiante. Después de haber estado una semana en terapia intensiva, fue trasladado a una habitación común, donde con el correr de los días, su delicado cuadro experimentó avances y retrocesos. “Actualmente está viviendo uno de esos momentos críticos”, contó a este medio el productor teatral Carlos Rottemberg, amigo del humorista. Por su parte, el periodista Lío Pecoraro reveló en su cuenta de Twitter que Pinti comenzó su desmejora en la tarde del viernes y que debió ser asistido con oxígeno.
En sus últimos espectáculos antes de la pandemia, Pinti ya no había podido demostrar el despliegue de otros tiempos. Al punto que, lejos de los bailes y los cambios de vestuario que lo caracterizaban, terminó ofreciendo sus monólogos sentado en un escritorio y parándose solo para saludar a su público al final de la función. “Tengo en las piernas un problema, no tengo estabilidad, me caigo para un lado y para el otro, me he caído 50 veces. No me rompí la rodilla porque tengo unos huesos más fuertes que no sé qué. En un ojo tengo una obstrucción inoperable y del otro también veo poco. Entonces, tengo esto, lo otro, me río y digo: “De salud estoy muy bien”, porque, para mí, estar bien de salud es estar bien de la cabeza”, contó al respecto y con su habitual estilo, a este medio en una entrevista de septiembre de 2020.
Sin embargo, nunca perdió el análisis crítico de la realidad del país y sus ganas de expresarlo. A fines de noviembre del 2021, durante una de sus últimas entrevistas, Pinti había hecho un fuerte comentario contra la clase política, a la que siempre criticó en sus monólogos. “Me gustó al principio y hubo una serie de actitudes que me parecieron correctas y moderadas pero después no. Está muy desorganizado y muy desorientado”, dijo en relación al gobierno de Alberto Fernández. Y, destacando su “corazón progresista”, agregó: “Yo siempre tengo más confianza en la gente que tiene esa mentalidad pero después la cagan, viste, y estoy podrido a esta edad de que me caguen siempre con cosas autoritarias que no tienen nada que ver con nada”.
Sus problemas de salud se agravaron a partir de las restricciones por el Covid-19 que se impusieron allá por el mes de marzo de 2020. Además de la falta de trabajo, Enrique tampoco pudo seguir con su rutina semanal de reunirse con su grupo de amigos en el restaurante Edelweiss, donde tenía una mesa reservada para él. Al principio, pudo sortear el drama del encierro con uno de sus pasatiempos favoritos, que con el tiempo lo transformó en pasión: ver películas. Pero el paso del tiempo, sumado a su condición de paciente de riesgo, hicieron que se recluyera en su casa.
Sin su rutina laboral y con su agenda social vedada por el coronavirus, Enrique habría comenzado a caer en un estado de tristeza, que algunos llegaron a catalogar como depresión. Y, aunque realizó algunos show vía streaming junto al periodista Marcelo Polino como para poder mantener sus ingresos en medio de la cuarentena estricta del comienzo de la pandemia, la situación lo habría afectado tanto psíquica como físicamente.
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