Genetics es un grupo argentino que interpreta la música de Genesis con exactitud y rigor y este sábado 26 va a tocar en el Teatro Ópera presentando “Lyceum 1980″: se trata del espectáculo en el que recreará los ya míticos shows de mayo de ese año, con los que la banda de Phil Collins presentó su disco Duke (1979).
Leo Fernández (guitarras y bajo), Claudio Lafalce (guitarras y bajo), Horacio Pozzo (teclados), Tom Price (voz) y Daniel Rawsi (batería) conforman Genetics y, desde hace 10 años, suelen realizar shows que se rigen por la fidelidad a las grabaciones originales, pero también a la puesta en escena.
“Venimos haciendo toda la discografía de Genesis, desde el principio. Y llegamos acá que es un concierto bisagra, cuando estrenaron Duke, que es el disco que comienza a ser un cambio en la vida de Genesis. Es más comercial, más pop, tiene algunos temas más inclinados a eso y no tanto al rock sinfónico y el rock de la época”, le cuenta Rawsi a Teleshow. “Collins sale a cantar ahí en vez de Peter Gabriel, que ya se había ido antes después de The Lamb Lies Down on Broadway. Ahí se consagra como frontman y showman. En ese show, la descose”, dice.
“Para nosotros, hacer un show es un trabajo arduo porque Genetics acostumbra a sacar nota por nota, golpe por golpe lo que hacía Genesis en esa época”, dice el baterista. “Empezamos a trabajarlo en octubre del año pasado. Solemos hacer dos o tres ensayos semanales y cada uno viene con su parte aprendida. Y vamos amalgamando todos los temas. Para este show, va a haber un segundo baterista, Jorge Araujo, ex Divididos, que nos va acompañar en esto”, adelanta. También estará el tecladista Piero Oliva como invitado en algunos temas.
Tal es el nivel de perfección al que aspira Genetics en su interpretación que consiguieron todos los teclados originales que utilizó Genesis en aquella época. “La puesta del show no solamente es igual en cuanto a lo musical, sino que también lo es en cuanto a la instrumentación. Porque si no, no suena igual. Si bien hoy en día la computación nos ayuda muchísimos con los plugins que hay, no hay como el instrumento original. Además, nuestro público va a analizar todo lo que nosotros hacemos. ‘En tal tema se equivocaron en una nota’. O dicen: ‘Tienen el mismo teclado que usaba Tony Banks en esa época’. Pretenden todo y está buenísimo”, dice Rawsi.
Uno de los puntos más altos en el recorrido de Genetics fue cuando en 2015 tocaron con Steve Hackett, guitarrista original de Genesis. “Él eligió como grupo en el mundo a Genetics. Si bien él tiene su propio grupo, en aquella época tocó dos veces con nosotros en el Coliseo, se vino de gira con nosotros a Perú... Eso nos dio cierto prestigio, en un principio”, recuerda el baterista.
Dice Rawsi que la primera vez que escuchó a Genesis “le pareció raro” a su oído habituado al soul, el jazz y el naciente rock argentino. “Era una música que no estaba acostumbrado a escuchar y la primera vez dije: ‘Uy, ¿qué es esto?’. Después entré y nunca más dejé de escucharlo”, cuenta quien se enamoró primero del sonido del mellotrón antes que del de la batería de Collins. “Si bien es un instrumento que ya venían utilizando los Beatles o King Crimson, ellos le sacaron otra cosa. Ahí me di cuenta de que eran una banda tremenda. Y también me cautivó la forma de tocar de Collins: lo que hace el tipo es tremendo”, agrega.
“Lo más maravilloso que tiene esta música es que cada día descubrís algo nuevo. Yo lo escucho todos los días de mi vida y siempre me sorprende algo. Phil Collins improvisaba mucho en los shows: no hay un show tocado igual que otro. Pero eso no pasa solo en la batería, sino también en los teclados, en la guitarra... todo distinto. Es mucho laburo y mucho estudio”, dice Rawsi, quien nunca tuvo la posibilidad de ver en vivo a Genesis.
“Es lo que mucha gente encuentra en Genetics: la posibilidad de ver algo que no pudieron ver. Aparte, ya no se habla más de una banda tributo. Lo que yo siento es que esto es una interpretación de música clásica. Es como que vas a ver un concierto. Es como que vos digas: ‘A ver, ¿cómo toca Martha Argerich un concierto de Beethoven?’. Esa es la idea. Esta música ya no es escuchada en el mundo por la juventud, por lo que consumen ahora. Y deberían escucharla todos: hoy la cosa está más sintetizada, pasa más por el estudio, hay más plugins. Antes había más composición, más virtuosismo, más llamativo, más armonías. Otra cosa”, cierra Rawsi.
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