Esta semana comenzó El hotel de los famosos, el reality de El Trece en el que 16 participantes ponen a prueba sus egos y sus capacidades de supervivencia en un ambiente muy particular. Durante 4 meses, estarán compitiendo por un premio de 10 millones de pesos y las primeras imágenes mostraron lo que suele ocurrir en este tipo de propuestas. Alianzas y conspiraciones, cruces por la convivencia, el espíritu competitivo llevado al límite y angustias por el encierro.
Esto último vivió Lissa Vera en el capítulo que se vio el martes. En un momento de descanso, la Bandana rompió en llanto al expresar cuánto extraña a sus hijas Catalina de 8 años y Delfina, que en junio cumplirá tres: “No puedo ni llamarlas para ver cómo están”, comentó angustiada mientras se debatía entre las ganas de hacerse con el premio y el deseo de abandonar todo y reencontrarse con sus seres queridos. “No sé si es la edad o qué, me siento una estúpida”, afirmó la cantante, mientras recibía la contención de algunos participantes como Leo García y Matilda Blanco.
El tema replicó en diferentes programas y en Momento D analizaron la conducta de Lissa. Al respecto, una voz autorizada fue la de Cinthia Fernández, que compartió staff con la Bandana en la edición famosos de Gran Hermano, que se realizó en 2007. “Es algo que no tenés que hacer en los realities. No tenés que llorar y decir que extrañás, porque después te nominan al toque”, aseguró la bailarina, y recordó una anécdota que las vinculó en el programa de hace 15 años.
La cita la trajo el panelista Pampito, que indagó sobre un incidente que habían protagonizado en la casa más famosa del país, que incluyó una secuencia con tijeras en la que salió herida la cantante. Cinthia se hizo cargo de la anécdota, pero dio su versión de los hechos, que incluyen un dato escatológico que llamó la atención de sus compañeros.
“Es larga la historia... me pusieron materia fecal en una pantufla”, evocó la bailarina, sobre una conducta de bromas cada vez más pesadas que eran moneda corriente en el reality. “Yo no quería que me toquen las pantuflas, me las había regalado mi mamá. Era re chiquita, tenía 16, 17 años”, se excusó, quien por entonces contaba con 18. Y sin pensarlo demasiado, salió a hacer justicia por mano propia. “Agarré una tijera y salí a cortarle la ropa a Roña Castro, saltó ella a defenderla”.
Con todos tentados en el piso, Gabriel Schultz quiso saber de quién era la materia fecal, pero la panelista evitó dar precisiones y continuó el hilo de su relato. Los archivos periodísticos dan cuenta de que Lissa terminó con algunos cortes, pero Cinthia, aun a la distancia, minimizó el incidente: Armaron todo un circo como si yo la hubiera querido asesinar”, cerró.
El camino de ambas en el reality que se emitió entre mayo y agosto fue bien diferente. Cinthia quedó en noveno lugar y fue eliminada en un duelo con Robertino Tarantini, el hijo del Conejo. En cambio, Lissa llegó a las semifinales y quedo en tercer puesto, detrás de Jacqueline Dutra (ex esposa de Martín Palermo) y el ganador Diego Leonardi, que se había impuesto en Gran Hermano 4, una de las emisiones más populares de la franquicia.
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