Un predio de siete hectáreas en el partido de Cañuelas, con una “H” gigante en la entrada, y césped verde en los alrededores, componen la locación de El Hotel de los Famosos, el nuevo reality que se emitirá por la pantalla de El Trece esta noche a las 22.15. La conductora recibe a Teleshow, con su característica sonrisa y un glamoroso outfit: Carolina Pampita Ardohain hace una pausa en su agitado día para charlar sobre sus proyectos, la familia y todos los detalles del estreno.
Antes de empezar saluda uno por uno a los presentes y les pregunta cómo estuvo el viaje, si pudieron encontrar fácil el camino hacia el lugar o si tuvieron que dar varias vueltas, tal como le pasó a ella la primera vez que conoció la imponente quinta. Sostiene la mirada en cada pregunta que hace, y toma el rol de guía turística para mostrar las instalaciones.
“Cuando yo llegué ya estaba todo hecho y era un sueño, la verdad no puede ser más lindo. Es la sensación que tuvimos todos al cruzar la puerta, así que yo creo que en su casa la gente también lo va a vivir así”, asegura antes de sentarse en el living donde los participantes podrán disfrutar de algunas comidas y momentos de recreación.
Una suite especial para “huéspedes vip”, una cocina con amplia isla, quincho, piscina, sauna, gimnasio, spa, y otro sector para quienes formen parte del “staff”, completan el paseo por el detrás de escena del reality. La modelo estará a cargo de la conducción junto a Leandro El Chino Leunis, y habrá cámaras filmando las 24 horas a los 16 participantes.
Ante el paralelismo que surge con el formato de Gran Hermano, Pampita se distancia de esa idea y explica la propuesta, donde si bien los 16 participantes convivirán durante cuatro meses sin poder usar sus celulares -a excepción de los fines de semana-, su lugar en la competencia lo definirán desafíos semanales que incluyen destreza física, resistencia y estrategia. Ese costado lúdico definirá los nominados y quiénes irán al duelo de eliminación.
“Es la primera vez en la Argentina que van a ver el formato de esta manera, nunca se vio un despliegue de estas características ni con las complejidades que van a ir descubriendo, a puro lujo y a disposición de los participantes, pero con un solo detalle: el hotel no cuenta con empleados”, resalta. Transcurridas las dieciséis semanas, solo uno de ellos se consagrará como el gran ganador y se llevará el premio de 10 millones de pesos.
Si tuviera que estar del otro lado y participar, confía en que sería una competidora fuerte porque haría todo lo posible para cumplir con las tareas y metas que le propongan, una actitud que lleva consigo desde la infancia. “En la escuela iba por el 10 o nada, siempre”, se sincera, y reflexiona sobre los motivos detrás de esa pasión arrolladora con la que encara los proyectos: “Lo que pasa es que no me gusta la hipocresía, no entiendo la gente que hace las cosas a medias, que no le pone todo, toda la pasión y todo el corazón a la vida; no podría vivir de otra manera que no sea al 100%”.
Su carrera demuestra que la tenacidad y la buena predisposición estuvieron presentes desde el primer día. Soñó con ser bailarina del Colón y estudió danza clásica desde la infancia, hasta que dejó su provincia natal en busca de un futuro profesional en Buenos Aires. Recorrió castineras, vivió con lo justo en un monoambiente con una amiga y finalmente llegó la oportunidad de protagonizar la tapa de revista Gente, la mítica “Ondas del verano”. Fue en aquella temporada de 2001 que la actual directora editorial de Infobae, Gabriela Cociffi - en ese entonces directora de la publicación de Atlántida-, le sugirió que utilizara “Pampita” como nombre artístico.
A la hora de hacer una retrospectiva sobre sus experiencias en las últimas dos décadas, deja espacio para las ilusiones, sin dar nada por sentado: “Lo bueno de los sueños es que hay sueños nuevos todo el tiempo, son infinitos, creo que voy a seguir soñando cosas hasta el último día de mi vida”. Una vez más deja entrever el compromiso y la paciencia, valores que la definen sin importar si las luces de la cámara están encendidas o apagadas.
Además asume que el equilibrio entre la famosa “vida privada” y lo que sucede en el mundo mediático no es una tarea sencilla. “Siempre viví libremente todas las decisiones, sin importarme mucho el qué dirían, pero lo privado y lo público se mezclan”, sentencia, antes de volver al tema que la ocupa por estos días, el nuevo reality show. En 2014 había formado parte del programa Desafío Fashionista Latinoamérica, filmado en México, pero esta vez su rol será muy distinto. Será quien oriente a los espectadores, describa lo que ocurre día tras día en el hotel y explique la dinámica de los juegos junto al Chino Leunis.
—Entre tantos proyectos que ya hiciste en televisión, ¿sentís que este va a ser un desafío diferente por ser un reality?
—Creo que nos va a pasar a todos, al equipo de profesionales, al Chino, a mí, que nos involucremos con la parte emocional. El día a día nos va ir dando los matices de lo que va ir pasando, como que nos vamos a entregar y nos vamos a ir enganchando con lo que suceda. Todos los que participamos de este programa vamos a estar metidos dentro del reality viviéndolo a flor de piel.
—Contaste que vas pasar 12 horas acá de lunes a sábados, así que imagino que habrá cambios en la organización familiar para adaptarse a la nueva rutina…
—Sí, hubo en casa una conversación. Les dije a mis hijos: ‘Mamá durante 4 meses va a estar haciendo este proyecto soñado, así que necesito el apoyo de todos’, y por suerte todos están colaborando con la mejor predisposición y saben que esto también es temporal, así que me van a compartir un poco más que en otros proyectos.
—¿Qué expectativas tenés en cuanto a los participantes?
—Yo creo que realmente todos lo van a dar todo. Ninguno se va a querer ir del hotel. Además hay un premio grande que no solo involucra una competencia, sino que es un desafío personal también para ellos mismos donde van explorar sus propios límites y me parece que van a hacer el esfuerzo necesario para quedarse acá agarrados de la silla hasta el último segundo. Algunos personajes van a enamorar a la gente y otros se volverán más detestables según su comportamiento. Ahí veremos las facetas de todos en carne viva.
—¿Cómo sobrellevás la presión que implica el rating de un lanzamiento?
—Estoy entregada y contenida con una súper producción. Me siento muy bien acompañada. Creo que tenemos todo para que nos vaya espectacular. Es un producto nuestro, nacional, hecho por argentinos, para Argentina, y con un montón de famosos que son cada uno de ellos muy queridos en lo suyo, con su público y sus seguidores. Así que va a ser entretenido y va a ser transversal también, para todas las edades.
—El consejo que les diste a todos los famosos que van a estar acá fue: ‘Dejen el pony afuera’, ¿creés que lo van a logar?
—Se van a tener que arremangar y hacer de todo, trabajar de lo que les toque si son staff. Una semana pueden ser huéspedes, pero nunca se sabe cuánto puede durar eso, así que una de las claves es justamente la humildad.
—Hablando de realities, confirmaste que habrá segunda temporada de Siendo Pampita. ¿Cuál será el foco de la próxima entrega?
—La segunda temporada va a mostrar más la intimidad familiar, viajes, al no estar filmando con tantos protocolos de la pandemia pudimos tener más espacios al aire libre, pudimos hacer cosas más entretenidas que la primera temporada. Así que fue algo que pudo disfrutar mucho más la familia, los chicos principalmente.
La vida familiar y la llegada de Ana García Moritán
—El último tiempo se habló mucho del noviazgo de Benjamín Vicuña y Eli Sulichin, por ser alguien que ya formaba parte del entorno familiar. Entonces quien compartirá tiempo con los chicos es una persona que ya conocías, ¿te deja más tranquila de alguna manera?
—Siempre les comento lo mismo. Me parece que la única forma de enseñarles a nuestros hijos el amor es con el ejemplo y en nuestra familia hay mucho amor y nuestros hijos tienen la suerte de tener a toda su familia junta en los momentos importantes. Y es prioridad absoluta de nosotros los adultos la felicidad de ellos porque cuidamos siempre el vínculo familiar.
—Se los ve muy felices por la llegada de Ana. Hace unos meses dijeron que cuando durmieran 8 horas seguidas podían pensar en volver a ser padres. ¿Sigue en suspenso esa charla?
—Falta tanto para dormir ocho horas de corrido que creo que esa charla no va a llegar hasta el año que viene, te digo la verdad… (risas).
—Desde que Roberto asumió como diputado hubo algunos cruces en redes donde te mencionaron. A veces saliste a responder y otras no, ¿te afectó en algún momento la agresividad de los mensajes?
—Siento que cada uno tiene su mundo y nos respetamos, nos admiramos y nos apoyamos, pero tratamos de no metemos en las cosas del otro.
—En honor a la propuesta de matrimonio que te hizo Robert, ahora querés ayudar a una pareja a vivir ese momento, ¿cómo es eso?
—Sí, estamos recibiendo historias de amor a través de Instagram, y son todas hermosas. ¡Va a ser muy difícil elegir una sola! La idea es ayudar a alguien que quiera proponerle casamiento a su pareja, para que tengan un recuerdo tan mágico como el nuestro.
—Fue un pedido de mano muy romántico, de película…
—Es que creo que con Robert nos encontramos los dos muy realizados, en una edad donde ya habíamos hecho muchas cosas que queríamos, con ideas claras de qué queríamos para el futuro y para nuestras vidas. Muy concentrados en formar una familia, en darles todo a nuestros seres queridos, eso nos unió, los deseos, los mismos sueños y las mismas ganas. Por eso siempre digo que nos encontramos en el momento justo.
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